Enfermedades de la boca en gatos más comunes
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La mayor parte del tiempo los gatos utilizan su boca para explorar el mundo. No solo la emplean para comer, sino también para atrapar a sus presas, mordisquear algo que les provoque curiosidad y jugar, entre otras actividades. Por esta misma razón, son propensos a sufrir distintas dolencias en sus dientes.
Todas estas enfermedades provocan mucho dolor en los felinos, por lo que deben ser atendidas de inmediato. Lo mejor es detectarlas a tiempo para evitar complicaciones, por lo que ExpertoAnimal te presenta esta guía sobre enfermedades de la boca de los gatos más comunes.
Enfermedad periodontal
Se utiliza este término para abarcar a las enfermedades que involucren la afectación de los tejidos periodontales. Usualmente son provocadas por la aparición y extensión de la placa, que se convierte en sarro y empieza a infectar distintas zonas, pudiendo afectar desde la encía y la pieza dental, hasta la propia raíz.
Se estima que aproximadamente el 70% de los gatos sufre algún tipo de enfermedad periodontal después de los 5 años de edad. Ahora bien, usualmente los afecta en las fases de sarro, gingivitis y periodontitis, por lo que te explicamos un poco más sobre ellas a continuación.
1. Sarro
Se trata de la primera etapa de la enfermedad periodontal. La boca de todos los animales está llena de distintos tipos de bacterias, y la del gato no es una excepción. Sin embargo, cuando estás bacterias se mezclan con restos de comida y microorganismos externos, poco a poco de va formando la placa dental.
Esta placa, si no es mantenida a ralla con hábitos de higiene adecuados, comienza un proceso de sedimentación hasta convertirse en el molesto sarro. Este es el culpable de las enfermedades dentales que se describen a continuación. Tenemos varias opciones para eliminar el sarro, como el cepillado o el uso de snacks y juguetes dentales.
2. Gingivitis
Es la segunda etapa de la enfermedad periodontal es la gingivitis. Afecta las encías, y es reversible si se detecta a tiempo. Usualmente es provocada por la proliferación de placa dental transformada en sarro, o por lesiones en la cavidad bucal que acumulan bacterias y desencadenan una infección.
Se manifiesta como enrojecimiento de las encías, sangrado cuando hay lesiones, frotamiento de las mandíbulas con las patas, dolor e inflamación, por lo que el felino mostrará molestias a la hora de ingerir sus alimentos. Si no se trata a tiempo, la gingivitis puede afectar otras zonas de la boca y el sistema digestivo, dando paso no solo a una periodontitis, sino también a una estomatitis.
El tratamiento de la gingivitis que se aplica incluye no solo cepillado utilizando pasta de dientes veterinaria, sino también aplicación de antibióticos y fármacos cicatrizantes, con el fin de atacar las bacterias y sanar las posibles lesiones. Gatos en estado de debilidad por pérdida de sangre es posible que requieran además algunas vitaminas, pero solo la revisión del especialista podrá determinar esto.
3. Periodontitis
Se habla de periodontitis cuando la infección ha logrado extenderse hasta afectar los tejidos que sostienen la pieza dental, afectando no solo la encía sino también el hueso. Llegado a este punto, la enfermedad es irreversible.
Entre los síntomas se encuentra mal aliento, exceso de salivación, fiebre, sangrado, molestias para comer, irritabilidad y una eventual anorexia si el cuadro no es tratado. El peligro de la enfermedad reside no solo en que, al llegar a esta etapa, parte del tratamiento incluye la extracción de las piezas dentales infectadas, sino que además el propio pus de la infección será tragado por el gato cuando se alimenta, transportando estas bacterias por el organismo, donde son capaces de afectar el hígado, el corazón y los riñones.
El diagnostico se realiza estudiando a profundidad la cavidad bucal, realizando radiografías y con estudios de sangre y orina que permitan detectar la presencia de algún virus. El tratamiento incluye medicación indicada para controlar el dolor y combatir las bacterias, extracción de los dientes afectados y cuidados de la zona para mejor cicatrización. Todo esto de la mano de un especialista.
Lesión de cuello
Se trata de otra afección bucal que con frecuencia afecta a los gatos, y ocurre cuando el propio organismo comienza a absorber porciones del esmalte y la dentina hasta dar paso a una raíz expuesta. El origen o causa de este fenómeno todavía se encuentra en estudio. El felino experimentará dolor y la apariencia de los dientes comenzará a verse extraña.
Su identificación puede hacerse a simple vista, pues se caracteriza por la presencia de puntos rojos en la zona, aunque para un mejor diagnóstico se recomienda realizar una radiografía. El tratamiento se destina a aliviar las molestias que causan en el paciente, por lo que se recetan fármacos para el dolor. El veterinario indicará cuál es la mejor medida para evitar la progresión de la enfermedad, de acuerdo a la gravedad de cada caso, pudiendo llegar a la extracción de las piezas afectadas.
Carcinoma
Se trata de un tipo de cáncer que afecta las mucosas bucales. Su apariencia es la de úlceras y masas de tejido escamoso, por lo general afecta a felinos de 9 años de edad en adelante. Resulta bastante doloroso, por lo que el gato se negará a comer y con frecuencia pasará sus zarpas por la boca.
Si tu gato sufre de carcinoma, o sospechas que lo sufre, debes acudir al veterinario de inmediato. Una biopsia y otros estudios confirmarán la teoría, y de acuerdo al estado del felino y al nivel de avance del cáncer se proseguirá al tratamiento más adecuado.
Resorción dental
Es una afección de origen desconocido, que afecta sobre todo a aquellos que han alcanzado la vejez. El tejido que recubre el diente se va deteriorando poco a poco, hasta llegar a romper la pieza. Es un proceso largo y doloroso, caracterizado por la negación de tu gato a comer y un babeo frecuente.
El especialista recomendará calmantes para el dolor, y dependiendo del avance de la enfermedad será tratable con cirugía para extraer las piezas dañadas, o con diferentes antibióticos.
Pérdida de la corona
Aproximadamente la mitad de los gatos adultos llega a sufrir de este problema al menos una vez en su vida. Se trata de la caída o separación de la corona dental con respecto a la raíz, debido a un socavamiento de la misma. Las causas son múltiples, pero usualmente puede ocurrir cuando se cae o arranca una pieza de forma indebida, ya sea durante alguna pelea, al morder algo muy rígido, entre otras razones.
La enfermedad periodontal también es una de las causas principales de esta pérdida de la corona, ya que la propia infección debilita todos los tejidos, haciéndolos más vulnerables.
Traumatismos
Aunque no se trata de enfermedades en sí, la mayoría de las lesiones bucales que afectan a los gatos son traumatismos. Estos tienen distintas causas, desde un golpe recibido, el resultado de una pelea con otro felino o animal, un objeto que se ha quedado atrapado entre los dientes e inclusive el quiebre de uno por morder algo demasiado duro.
Los síntomas de estos problemas serán variados, pero por lo general se caracterizan por rechazo a la comida, babeo, actitud irritable, sangrado, dolor, entre otros.
Prevención
Cuando se trata de enfermedades bucales, lo mejor es abogar por la prevención más que por la curación. Esta tipo de afecciones generan mucho dolor y molestias en tu gato, no te arriesgues a que pierda sus dientes.
Sigue los siguientes consejos para evitarle problemas de salud:
- Elige una dieta seca. Los alimentos húmedos tienden a quedarse adheridos con mayor facilidad entre los dientes y las encías, provocando infecciones. Además, existen piensos altos en fibra que funcionan como un cepillado mecánico, arrancando la placa acumulada y barriendo cualquier residuo.
- Agua fresca. El agua es indispensable para la salud de tu gato, sobre todo para evitar la deshidratación y los múltiples problemas que puede ocasionar. Siempre debe disponer agua fresca y limpia las 24 horas del día.
- Cepillado semanal. Cepillar los dientes de un gato no es tarea fácil, por lo que te recomendamos acostumbrarlo desde pequeño a esta rutina. Utiliza un cepillo y crema dentales veterinarias para este proceso.
- Juguetes. En el mercado existen distintos juguetes mordedores que realizarán un barrido de cualquier cosa que pueda estar incrustada en los dientes de tu felino, elije el que más te acomode.
- Vitaminas. Consulta con tu veterinario la necesidad de dar a tu gato algunas vitaminas que le permitan reforzar los huesos, y por lo tanto los dientes, tales como el calcio y el colágeno.
- Revisión anual. Una vez al año acude a tu veterinario de confianza para que realice un chequeo de toda la dentadura y cavidad bucal e tu gato, así podrás detectar cualquier problema a tiempo.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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