Insuficiencia cardíaca en perros - Síntomas y tratamiento

Como sabemos, el corazón se encarga de bombear la sangre para todo el organismo. Es un órgano compuesto de dos cámaras inferiores denominadas ventrículos y de dos superiores, algo más pequeñas, que reciben el nombre de aurículas. Los lados izquierdo y derecho del corazón están separados por una pared muscular. Cuatro válvulas mantienen el flujo de sangre siempre en la misma dirección.

Los problemas en estas válvulas pueden ocasionar reflujo de la sangre y producir alteraciones, como veremos. Las válvulas reciben el nombre de mitral, aórtica, tricúspide y pulmonar. Es importante conocer esta distinción ya que, según se afecte un lado o el otro, los síntomas van a ser diferentes.

En conclusión, podemos definir la insuficiencia cardíaca como la incapacidad del corazón para llevar a cabo una circulación sanguínea que satisfaga los requerimientos del organismo. Esta alteración de la función cardíaca compromete el trabajo de otros órganos como los riñones, el hígado o los pulmones. En los perros, cuando el corazón empieza a fallar se establecen mecanismos de compensación que pretenden sustituir el trabajo que no está realizando el corazón. Esto es importante porque va a hacer que el perro se mantenga asintomático durante meses e incluso años. Por ello va a resultar determinante acudir al veterinario en cuanto detectemos el primer síntoma.

La insuficiencia cardíaca en perros presenta diferentes causas:

• Con frecuencia tiene su origen en una enfermedad crónica en las válvulas, en las que se producen cambios degenerativos. La mitral suele ser la más afectada. Estas alteraciones hacen que la válvula pierda su funcionalidad, afectando al rendimiento cardíaco. Se produce un reflujo de sangre y un agrandamiento de la aurícula.
• Miocardiopatía dilatada, que consiste en un agrandamiento de las cámaras del corazón y un adelgazamiento de las paredes de los ventrículos.
• Filariosis, causada por parásitos transmitidos por mosquitos, las filarias, que viven en el lado derecho del corazón, provocando complicaciones muy graves como el tromboembolismo pulmonar o la insuficiencia hepática, además de la cardíaca. Pueden tratarse con desparasitadores e incluso cirugía. El mejor tratamiento es la prevención.
• Enfermedades cardíacas congénitas, pudiendo ser tan graves los perros no sobreviven más de 1 año. Los problemas moderados permiten la supervivencia, aunque con dificultades como la intolerancia al ejercicio o el raquitismo. En cambio, los perros con defectos leves pueden incluso pasar desapercibidos. Entre estas enfermedades destacan las siguientes:
• Displasia (malformación) o estenosis (estrechamiento) en las válvulas.
• Defectos septales, es decir, comunicaciones anormales entre las cámaras del corazón.
• Persistencia del conducto arterioso, que debería cerrarse al nacer, pero, en este caso persiste la comunicación entre la aorta y la arteria pulmonar.
• Tetralogía de Fallot: cuatro anormalidades que hacen que la sangre no se bombee con el suficiente oxígeno.

Como vemos, pueden aparecer afectados cachorros o animales de más edad, con distinta sintomatología, como detallaremos en el siguiente apartado.

La insuficiencia cardíaca en perros puede presentar los siguientes síntomas característicos, que se relacionan con el bajo rendimiento cardíaco:

• Soplos, que son turbulencias que sufre la circulación sanguínea a su paso por el corazón. Pueden ser desde inocuos hasta graves. La insuficiencia mitral es una de sus causas, escuchándose por auscultación un soplo a la izquierda del tórax. Si es la tricúspide la válvula afectada, el soplo se auscultará a la derecha.
• Tos causada por la presencia de líquido en los pulmones, ya que se produce un reflujo de sangre. Puede darse, también, edema pulmonar. Esta tos puede ser más evidente por la noche, cuando el perro está descansando, o tras el ejercicio. Es típico de insuficiencias en el vetrículo izquierdo. La tos comenzará siendo leve y, si se permite avanzar la enfermedad sin tratamiento, los episodios se harán cada vez más frecuentes.
• Cansancio y letargia que vamos a poder identificar como una intolerancia al ejercicio. El perro con insuficiencia cardíaca va a reducir su actividad habitual, como paseos, juegos o saltos. Se cansará al realizar un mínimo ejercicio.
• Ascitis (líquido en el estómago), cuando el líquido se filtra en el abdomen. Es característico de insuficiencia en el ventrículo derecho. Veremos que nuestro perro tiene la barriga hinchada. El edema también puede producirse en las patas y acumularse líquido en el tórax (derrame pleural).
• Se pueden llegar a producir síncopes y desmayos, que se relacionan con arritmias, y debilidad general.
• El perro también puede presentar mucosas frías y grisáceas debido a la mala oxigenación, alteraciones del ritmo cardíaco o respiración acelerada.
• Rápida pérdida de peso.
• También hay que saber que una miocarditis (inflamación del corazón) o el hipotiroidismo pueden estar detrás de una miocardiopatía dilatada.

Si notamos en nuestro perro alguno de los síntomas que hemos mencionado, debemos acudir a nuestro veterinario sin dilación. En este punto hay que anotar que en perros de más de siete años son recomendables las revisiones veterinarias anuales consistentes en, como mínimo, exploración física y analítica de sangre.

Acudiendo a estas citas es posible detectar trastornos de salud que, de otro modo, pasarían desapercibidos al no mostrar clínica desde su inicio o ser esta muy poco evidente. Serían alteraciones como la insuficiencia cardíaca que nos ocupa, detectable con una simple auscultación. El tratamiento precoz de la insuficiencia cardíaca en perros va a ser muy importante para conseguir una mejor calidad y esperanza de vida.

Como decimos, el veterinario va a comenzar por auscultar a nuestro perro. Para confirmar el diagnóstico de insuficiencia cardíaca pueden ayudar otras pruebas como las siguientes:

• Radiografía torácica, que va a permitir ver el tamaño del corazón y la integridad de los pulmones. Es normal que la silueta cardíaca muestre un aumento y que se aprecie líquido en el pulmón.
• Ecografía cardíaca (ecocardiograma), recurriendo a la Doppler, que va a darnos información sobre el flujo de sangre en el interior del corazón, tanto de su velocidad como de su dirección.
• ECG (electrocardiograma), para determinar el funcionamiento del corazón y sus movimientos de sístole y diástole.
• En ocasiones deberá buscarse la presencia de filarias.
• También se puede medir la tensión, hacer un análisis de orina y, como comentamos, de sangre. Todo esto va a darnos información importante, ya que el fallo en la actividad cardíaca va a afectar a todo el organismo y podremos encontrar daños en otros órganos. Por ello, cuantos más datos recabemos, mas afinado será el tratamiento.

Debemos acudir a un veterinario con experiencia en este tipo de trastornos y que cuente con el material necesario para realizar todas las pruebas pertinentes.

Una vez confirmado el diagnóstico, y atendiendo todos los datos, el veterinario clasificará la insuficiencia cardíaca de nuestro perro según el grado que le corresponda en función de su sintomatología y gravedad. Con esta categorización se facilita el establecimiento del tratamiento, que debe instaurarse inmediatamente.

En general se recurre a las siguientes medidas:

• Medicación, van a ser pastillas que ayuden a mantener la funcionalidad cardíaca de nuestro perro.
• Pueden emplearse otros fármacos como diuréticos para los casos que presenten acumulaciones de líquido.
• Dieta, ya que existen en el mercado piensos y comida húmeda formulada específicamente para estos perros. En general, ayudan a mantener la función renal, que es el segundo sistema que se suele ver afectado cuando el corazón falla. Son alimentos bajos en sal.
• Revisiones veterinarias, muy importantes para mantener la enfermedad bajo control y así poder ajustar la medicación de ser necesario. Por ello, también es básico acudir a consulta si observamos cualquier cambio o empeoramiento en el cuadro clínico de nuestro perro.
• Mantener una buena calidad de vida, proporcionándole al perro todos los cuidados necesarios y una actividad física restringida a su condición, teniendo en cuenta que el ejercicio es beneficioso para perros asintomáticos pero debe suspenderse si al realizarlo aparecen síntomas.
• En casos de persistencia del conducto arterioso está aconsejada la cirugía. Los defectos septales también pueden ser candidatos a intervención quirúrgica.

El pronóstico de la insuficiencia cardíaca en perros es reservado y va a depender del momento en el que se diagnostique la enfermedad, de la afectación cardíaca, así como del estado de salud general del perro y su edad.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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