¿Las libélulas pican?

No, las libélulas no pican. Ahora bien, para entenderlo, primero vamos a definir un poco cómo son las libélulas. Las libélulas suelen tener cuerpos de tamaños grandes, por lo que resaltan entre el mundo de los insectos. La estructural corporal, responde a la de todos los insectos, es decir, posee tres segmentos diferenciados que son: cabeza, tórax y abdomen. La cubierta externa es de quitina, por lo que está endurecida, pero se unen por membranas que otorgan flexibilidad.

Entre las características de las libélulas también encontramos que tienen cabezas grandes, con antenas muy pequeñas, y como ya te mencionamos ojos de gran proporción, lo que les otorga buena visión. Ahora, con respecto al aparato bucal, el mismo, consta de piezas bucales con una mandíbula dentada para morder. Su sistema bucal, está bastante modificado ya que, su labrum o labio superior, que tiene forma de aleta, se ha transformado en un apéndice móvil, que utiliza para atrapar a sus presas, porque las libélulas son animales depredadores.

De esta manera, otra de las particularidades de estos insectos, es que para capturar a una presa, disparan velozmente el labrum, que utilizan como una especie de arpón. Así, atrapan al alimento, el cual luego consumen mordiéndolo. Mientras se alimentan o vuelan, las libélulas tienen la capacidad, gracias a un sistema de músculos, de bloquear la cabeza de modo que no se mueve.

El largo y delgado abdomen, tiene entre otras estructuras los órganos genitales, y en el caso de los machos existen unas pinzas que se ubican en el extremo con las cuales sujeta a la hembra para la transferencia de esperma. En el caso de las hembras, hay variaciones, algunas tienen un extremo simple por el que expulsan los huevos, otras poseen una estructura ovopositora, con la cual perforan partes blandas de las plantas e insertan los huevos.

Ante lo descrito, entonces encontramos que en sentido estricto, sí, las libélulas son insectos mordedores para alimentarse de las presas que capturan; pero no poseen aguijones con los que puedan picar, solo algunas hembras perforan ligeramente las plantas para colocar sus huevos pero con esto no pueden picar a una persona.

Básicamente, las libélulas muerden a sus presas pero no pican ni muerden a los humanos. Con sus patas, tampoco pueden pican o causar algún daño; y seguramente también te preguntas si las libélulas son venenosas, pero no lo son, estos insectos no producen sustancias tóxicas o nocivas. En definitiva, no podemos hablar de picadura de libélula ni a humanos ni a animales porque no lo hacen.

Ahora que ya sabes que las libélulas no pican ni muerden a humanos, puede que te interese echarle un vistazo al siguiente post con "Tipos de libélulas" que existen en el mundo.

En ningún caso la libélulas son peligrosas. Estos llamativos insectos no pican a las personas porque no tienen un aguijón, tampoco pueden mordernos, porque su aparato bucal está adaptado para procesar su alimento pero con este no pueden causar daño.

Por otro lado, probablemente te preguntes si las libélulas pican a los perros u otros animales domésticos, y la respuesta es que no, estos insectos alados no son perjudiciales para nuestras mascotas y otros animales de tamaños grandes.

Ahora, lo anterior no quiere decir que las libélulas no representen alguna amenaza para otros animales, ya que, tanto en estado adulto, como de ninfa, estas son depredadores voraces. Así, cuando están en fase acuática, son capaces de comerse a otros insectos acuáticos, renacuajos, larvas, peces pequeños e incluso a ninfas de su misma especie. Para ello, utilizan su labio especializado que disparan contra la presa, retraen el labio y al hacerlo se traen a la presa hacia las mandíbulas.

Por su parte, las libélulas adultas son estrictamente carnívoras, cazan y se alimentan de otros insectos principalmente, como moscas, mosquitos, mariposas, polillas e incluso a otras libélulas y caballitos del diablo pequeños. En algunos casos también son capaces de cazar escarabajos y chiches. De este modo, vemos que las libélulas sí son peligrosas para algunas especies de animales, pues son parte de su alimento.

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Si una libélula entra a tu casa, no es un motivo para alarmarse, pues esta no podrá causarte ningún daño. Una primera opción que podrías tomar es esperar para ver si sale por su cuenta. Para ello procura dejar las ventanas o puertas del espacio abiertas si es posible y esperar.

Otra opción, es utilizar una tela suave y procurar capturarla para liberarla en el exterior, pero para ello debes tener mucho cuidado con el fin de no lastimarla, porque podrías dañar sus alas sino lo haces con delicadeza.

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