Yorkie poo o yorkipoo

Como acabamos de comentar, los perros yorkie poo nacen del cruce realizado entre un yorkshire terrier y un caniche miniatura. Estamos ante una raza realmente reciente, pues los primeros yorkie poo llegaron hace menos de una década. Además, el origen geográfico de los yorkipoo es toda una incógnita, aunque existen múltiples teorías que sitúan a los primeros ejemplares en lugares tan distantes como Norteamérica o Australia.

Al igual que el resto de razas híbridas fruto del cruce entre dos razas puras reconocidas, los yorkipoo no cuentan con un estándar oficial registrado por ninguna entidad cinológica internacional. Por esta razón, muchos se niegan a considerarlo más que un mestizo, ¡pero qué mestizo! Por sus bondades, el yorkie poo se ha vuelto realmente popular en apenas unos años, lo cual lleva a cuestionarse por qué los mestizos no se valoran como debería.

Un yorkipoo promedio, siendo todos de talla pequeña, presenta un peso comprendido entre los 1,3 y los 6,4 kilogramos. Su altura a la cruz varía desde 17 a 38 centímetros. Este rango tan variable se debe a que la raza puede ser fruto del cruce entre canes toy o pequeños. Así mismo, los expertos sospechan que su tamaño puede verse influenciado directamente por el tamaño del caniche que participó en el cruce. Debido a que es una raza muy reciente, no se sabe con exactitud cuál puede ser su esperanza de vida, aunque los investigadores estiman unos 15 años aproximadamente.

El cuerpo del yorkie poo es proporcionado, con una cabeza mediana y ligeramente ancha y un hocico alargado. Sus ojos son de color oscuro, habitualmente marrón, siendo muy brillantes y de mirada dulce y cautivadora. Las orejas del yorkipoo cuelgan a los lados de su cabeza, son medianas y de puntas redondeadas.

Siguiendo con las características del yorkie poo, el manto de este perro mestizo es corto, más que el de un yorkshire terrier. El pelo que lo conforma, que puede ser tanto liso como rizado, es suave y sedoso. No produce caspa, por ello no suele provocar problemas a los alérgicos al pelo de perro, pues, además, no realiza muda. Así pues, el yorkipoo podría formar parte de la lista de perros hipoalergénicos.

Colores del yorkie poo

Encontramos una inmensa variedad de colores en el manto de los yorkiepoo, ya que están aceptados tanto los patrones del yorkshire terrier como los del poodle. No obstante, los colores del yorkipoo más habituales suelen ser: gris, plateado, marrón, negro, chocolate, albaricoque, rojo, blanco o crema. De esta forma, es posible encontrar un yorkie poo negro, un yorkie poo plateado o marrón chocolate, con el manto de un solo color o bicolor.

Yorkipoo cachorro

El yorkipoo es, en general, un perro activo y juguetón, por lo que no es de extrañar que cuando es un cachorro sea sumamente enérgico y quiera jugar sin descanso. Por ello, hay que tener paciencia con él y proporcionarle juguetes y atenciones a este respecto, ya que de lo contrario puede que lamentemos más de un destrozo en el mobiliario de nuestra casa.

Además, como mencionaremos en el apartado de adiestramiento, es fundamental que se realice una socialización temprana, debido a que este can suele ser algo miedoso y desconfiado. Si no se socializa correctamente pueden aparecer problemas al relacionarse tanto con personas como con otros animales.

Sin duda alguna, el carácter de un yorkie poo es sumamente cautivador, pues se trata de un perro amable, cariñoso, dulce y amigable. Normalmente, se adapta sin problemas a la vida en cualquier tipo de hogar, siempre que reciba el cariño y la atención que necesita. Esto es fundamental, ya que pese a parecer un perro independiente, realmente necesita atención. De hecho, se trata de un can que no acostumbra a tolerar la soledad, por lo que es habitual que desarrolle ansiedad por separación. Para evitar que esto ocurra, es imprescindible enseñarle a estar solo y a gestionar sus emociones.

Por otro lado, otra de las características del temperamento del yorkie poo es que es algo obstinado, además de un tanto desconfiado. Por ello, puede que al cruzarse con gente nueva no se muestre muy receptivo, pero en cuanto gana algo de confianza no duda en demostrar todo su cariño.

A veces, puede resultar un perro excesivamente ladrador, algo que hereda del yorkshire terrier y que puede tratarse mediante técnicas de adiestramiento. Sin embargo, cabe decir que parece una característica inherente de su herencia genética, por lo que no suele ser fácil y, en ocasiones, ni siquiera viable erradicar por completo los ladridos. En cualquier caso, recomendamos consultar este artículo: "Consejos para evitar que mi perro ladre".

El yorkipoo no es una raza muy exigente en cuanto a los cuidados que demanda. Hemos de tener en consideración que, aunque su pelaje es corto, puede enredarse y acumular suciedad, por lo que es aconsejable cepillarlo a diario.

En cuanto a las necesidades de actividad física diaria, el yorkie poo no exige tanto como otras razas caninas, pues con paseos exhaustivos y algunos ratos de juego y ejercicio será suficiente para mantenerlo equilibrado. Eso sí, un paseo al día de 20 minutos no es suficiente, ya que aunque se trate de un can con una demanda de ejercicio más baja, igualmente necesita ejercitarse, correr y jugar.

El ejercicio debe combinarse con una alimentación basada en alimentos de calidad, controlando bien las cantidades, puesto que el yorkie poo es bastante glotón. Tanto es así, que hay ejemplares que si tienen comida a su disposición no son capaces de parar hasta dejar el cuenco completamente vacío. Por ello, es importante vigilar su peso, ya que la obesidad acarrea muchos problemas a su salud.

Cuando comencemos las sesiones de adiestramiento, tanto las de entrenamientos básicos como las lecciones más complejas, hemos de ser siempre pacientes, firmes y respetuosos. Las enseñanzas han de realizarse con cariño, no recurriendo a castigos ni agresividad en ningún momento. Como premisa básica, se recomienda entrenar a los perros recurriendo a técnicas como el refuerzo positivo o el adiestramiento en positivo, usando métodos como el adiestramiento por medio del clicker, altamente eficaz en perros mestizos como este.

Algunos de los aspectos que más atención requieren en el yorkie poo son su socialización, la cual ha de realizarse a una edad lo más temprana posible, y su tendencia a ladrar en exceso, que puede resultar molesta tanto para nosotros como para nuestros vecinos.

Por otro lado, recordemos que es fundamental acostumbrar al yorkipoo a estar solo en casa, realizando pequeñas salidas y dejando a su disposición juguetes que lo mantengan entretenido, como los juguetes dispensadores de comida o los juegos de inteligencia.

Los perros de la raza yorkie poo no suelen presentar anomalías congénitas graves con frecuencia. No obstante, es probable que algunos ejemplares hereden ciertas enfermedades típicas del poodle en miniatura o del yorkshire terrier. Algunas de estas patologías son:

• Displasia de cadera
• Epilepsia
• Luxación de la rótula
• Derivación portosistémica (que afecta al hígado)
• Hipotiroidismo
• Dermatitis atópica
• Enfermedad de Legg-Calve-Perthes

Para asegurarnos de que nuestro yorkipoo está sano y feliz, lo mejor es acudir con regularidad a nuestro veterinario, quien evaluará su estado de salud general y podrá aconsejarnos para mantenerla en las mejores condiciones. Además, en estas visitas hemos de vacunarle y desparasitarle cuando sea preciso, pues así lo mantendremos a salvo de diversas enfermedades.

Si nos hemos decidido por adoptar un yorkipoo, lo primero que aconsejamos es tener en cuenta todas sus necesidades y las atenciones que precisará. Además, siempre hemos de ser conscientes de que adoptar a un animal conlleva un compromiso fuerte y duradero. En el caso de buscar específicamente un perro de la raza yorkie poo, aconsejamos acudir a las asociaciones animalistas y protectoras de tu zona, te sorprenderá ver la cantidad de perros que buscan hogar. Seguro que más de uno y de dos se ganan tu corazón, sin importar su raza.

Tras la adopción del yorkipoo, lo mejor es acudir al veterinario, aunque lo haya visto uno en la protectora, para abrirle una ficha y realizar un primer chequeo, poniendo las vacunas si procede y realizando pruebas diagnósticas o exploratorias si es necesario.