Caniche o poodle toy

El caniche es un descendiente directo del barbet, una raza de origen africano que llegó a la Península Ibérica para cruzarse con perros de agua portugueses. Más adelante, ambas razas se separarían debido al empeño de criadores, querían desarrollar un perro para la caza de aves acuáticas. No obstante, en sus orígenes compartían muchas características. En cuanto a su nombre, se considera que la palabra francesa "caniche" proviene de "cane", la hembra del pato. Así, el término es en relación a la acción de estos animales en el agua, como si fuesen patos, chapoteando.

Gracias a su carácter sociable, extremadamente fiel y positivo, los caniches dejaron de ser perros cazadores para convertirse en animales domésticos y, ya en la Francia del siglo XV, se consideraría la raza de perro nacional de Francia. A partir de entonces, los criadores se esforzaron por lograr un manto de color uniforme en esta raza, evitando manchas y otros patrones indeseados.

Tal era la fama de estos animales que ya en 1922 se fundó en París el Club del Caniche. Pocos años después, en 1936 la FCI establecía el estándar oficial de la raza, pero para el caniche de tamaño toy este reconocimiento no llegaría hasta muchos años después. Hubo que esperar hasta 1984 para que el caniche toy fuese reconocido. Algunos de los nombres del caniche en otros países son el de poodle en EEUU o el de pudel en Alemania.

Los caniche toy son unos perros de pequeño tamaño, cuya altura no debe exceder los 28 centímetros a la cruz, y su peso debe encontrarse en torno a los 2 y los 2,5 kilogramos. Por ello, hemos de estar atentos a posibles signos de enanismo, pues sería patológico que estos aparecieran. Su cuerpo es simétrico, de patas fuertes y bien desarrolladas, acabadas en unos pies ovalados y de tamaño reducido. La cola es de inserción alta y tradicionalmente se ha mantenido intacta en los caniches de pelo encordelado pero no en los de pelo rizado, a los que antiguamente se les cortaba hasta que solo quedaba un tercio de la original.

La cabeza de un caniche toy es de líneas simétricas, forma alargada y estrecha, con unos pómulos marcados y unos expresivos y oscuros ojos almendrados. En cuanto al pelaje, existen dos tipos de poodle toy: los de pelo rizado o ensortijado, con pelo abundante, denso y uniforme, o bien los de pelo encordelado o en mechones, lo cuales tienen un pelo más fino, suave y lanoso, también muy abundante. Pueden ser caniche toy marrón, caniche toy negro, caniche toy gris, caniche toy anaranjado,caniche toy rojizo o caniche toy blanco, pero siempre monocolor y uniforme.

Los poodle toy son, al igual que el resto de caniches, activos, obedientes e inteligentes, lo que permite que sea una raza fácil de entrenar y educar. De hecho, es considerado uno de los perros más inteligentes del mundo según Stanley Coren. A diferencia de otras razas caninas, el caniche requiere pocas repeticiones para comprender una orden, ejercicio o situación y es capaz de desarrollar prácticamente a la perfección. Hablamos también de una raza especialmente sociable, por lo que no lleva bien la ausencia de sus cuidadores. De hecho, la soledad excesiva y reiterada puede provocar que este perro manifieste conductas indeseadas como la destructividad, o el estrés.

El caniche o poodle toy es ideal para familias con niños, pues dado su buen carácter y su energía, es el compañero ideal para los pequeños de la casa. También es capaz de socializar estupendamente con otras mascotas y personas de edad avanzada, siempre que se le relacione de forma positiva con todos en su período sensible de su etapa de cachorros. Bien cuidado, el caniche o poodle toy se adapta bien tanto a espacios reducidos como amplios.

Debido a las características de su pelaje, los poodle toy han de ser cepillados diariamente, de esta forma evitaremos la formación de enredos, la acumulación de suciedad y exceso de pelo por toda la casa. En cuanto al baño, se aconseja realizar un baño mensual. Recuerda que para un correcto cepillado es importante seguir unas pautas y elegir correctamente el cepillo más adecuado teniendo en cuenta el pelo de nuestro caniche o poodle toy. No olvidemos tampoco la higiene ocular, de las orejas, de los dientes o el corte de uñas como parte de los cuidados básicos del caniche o poodle toy.

Otro aspecto importante será la estimulación física y mental, pues hablamos de un perro muy activo físicamente y de mente despierta. El caniche o poodle toy requiere unos cuidadores que puedan proporcionarle un enriquecimiento superior al que requieren los demás perros. Le ofreceremos entre 3 y 4 paseos diarios, además de practicar con el ejercicio físico o algún deporte canino. También le enseñaremos obediencia, habilidades caninas o realizaremos juegos de inteligencia para que pueda desarrollar sus capacidades cognitivas. El enriquecimiento ambiental en casa también nos ayudará en este sentido.

Para terminar, no debemos olvidar la importancia de la alimentación, que repercutirá en la calidad del manto y en la salud del animal. Podemos informarnos acerca de los mejores piensos para perros del mercado o bien acudir a un veterinario para consultarle el más indicado para nuestro caniche toy. Así mismo, también podemos pedir al especialista que nos ayude a elaborar recetas caseras cocidas o recetas caseras crudas, como la dieta BARF.

La educación del poodle toy debe empezar de forma pronta, cuando aún es un cachorro. La etapa más importante será el período de socialización, que empieza a las 3 semanas y termina alrededor de los 3 meses de vida. El caniche o poodle toy deberá aprender a relacionarse con todo tipo de individuos (personas, perros, gatos...), así como conocer distintos entornos. Eso sí, siempre que haya recibido todas las vacunas. De no hacerlo, nuestro caniche o poodle toy podrá experimentar problemas de socialización en el futuro, como miedo o agresividad. En el caso de no poder socializarle con sus progenitores o hermanos, consultaremos con un educador canino para acudir a clases para cachorros.

También en su etapa de cachorro le enseñaremos a orinar en el periódico, a gestionar la mordida y empezaremos a realizar con él juegos y actividades para empezar a estimular su mente. Eso sí, siempre de forma positiva y como si se tratase de un juego.

Más adelante, una vez tenga todas las vacunas al día, le enseñaremos a pasear, a orinar en la calle y empezaremos con los ejercicios de educación y las órdenes de obediencia básica, que incluyen el sentado, el tumbado, el quieto y el venir aquí. Son imprescindibles para su seguridad y para una buena comunicación con el cuidador.

Los caniches tienen ciertas patologías asociadas a la genética de la raza, por lo que la mayoría de las que vamos a mencionar son de origen hereditario. Algunas de ellas afectan a la vista, como entropión, cataratas, glaucoma o atrofia progresiva de retina. También los caniches pueden presentar hipotiroidismo, que afecta a las hormonas tiroideas, epilepsia u otitis. Para evitar estas otitis se recomienda limpiar sus orejas siguiendo una serie de pautas, como hacerlo con limpiadores adecuados o que tras la limpieza las orejas queden completamente secas. Los caniches también pueden desarrollar enfermedades que afectan a la salud de la piel como hongos, alergias o pioderma. Por último, destacar en el ámbito articular la posible presencia de displasia de cadera, enfermedad de Legg-Calve-Perthes o luxación patelar.

Para prevenir y/o detectar algunos de los problemas de salud mencionados, será importante acudir al veterinario cada 6 o 12 meses, pues la supervisión regular del especialista nos ayudará a detectar de forma pronta cualquier anomalía. También seguiremos de forma estricta el calendario de vacunas para perros o el calendario de desparasitación.