¿Puedo bañar a mi conejo?

En general, no es necesario bañar a un conejo, a menos que se haya ensuciado mucho. Como decíamos, los conejos, al igual que los gatos, son animales que se limpian a sí mismos acicalándose continuamente. No obstante, podemos valorar la posibilidad de bañar a nuestro conejo en los siguientes casos:

• Si el conejo está muy sucio.
• Si está mudando el pelo.
• Si tiene mucho pelo y muy largo (se les cae con más facilidad).

Si no tienes claro si deberías lavar a tu conejo o no, lo mejor es que lo consultes con el veterinario. Ahora bien, ¿cómo bañar a un conejo? Te lo explicamos en más detalle a continuación.

El baño debe ser un momento relajante para tu conejo y no debe representar ningún estrés para el animal. Escoge un rato en el que puedas disponer de tiempo y paciencia. Prepara un fregadero o un lavamanos. Nunca lo fuerces, trátalo con mucho cariño y háblale con suavidad, ya de por sí, el baño no es su momento favorito del día, lo menos que querrás es traumatizar a tu conejo. El baño de un conejo no es una diversión, ten cuidado de no lanzarlo al agua, haz todo con cautela.

La temperatura del agua ni muy fría ni muy caliente, templada y agradable, como si fuera para un bebé. Es mejor darles un baño en la temporada de primavera-verano que en invierno, porque podría resfriarse. Olvídate de "relajarlo" con sales de baño, burbujas o sustancias que puedan resultar tóxicas. Los conejos tienen la piel extremadamente sensible.

Puedes usar un jabón de ph especial para conejos, jabón o champú para bebés (este ayudará a reducir el enrojecimiento o irritación en sus ojos en caso de que le caiga jabón), y después como en las instrucciones de siempre, aclarar bien. De hecho, tratar en lo posible no mojarle la cara directamente, con esto también evitarás que le entre jabón en nariz y boca. No uses tu propio jabón o champú, así sea natural o por muy brillante que te deje el pelo... ¡ni un poco!

No aproveches este tiempo para cortarle las garras, el pelaje o para desenredarlo, déjalo para otro momento, ya es suficiente con el estrés del baño.

Ten lista una toalla seca, coge a tu conejo, arrópalo y abrázalo durante unos minutos. Le darás seguridad y ayudarás a que no se resfríe. Después, deja que se seque de forma natural, trata de no usar secador, puede resultar invasivo, asustarlo y quemarlo. Si necesitas acelerar el proceso de secado coloca el secador en su nivel más suave pero no se lo pegues al pelaje. Antes de sacar a tu conejo de la habitación, este debe quedar totalmente seco.

Al hacer del baño una experiencia agradable y relajante, tu conejo se sentirá cada vez más cómodo. Los conejos nadan como perros y gatos ¿quién sabe?, tal vez un día te encuentras a tu conejo nadando en el fregadero.

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