¿Qué hacer si mi gato tiene miedo al secador?
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¿Tu gato casi sube por las paredes cada vez que intentas usar tu secador? Posiblemente tu felino se sienta estresado por no haber sido debidamente presentado a este ser tan extraño y curioso que, muchas veces, invade sin pedir permiso el ambiente sagrado de su hogar. O conecta este aparato aparentemente inofensivo a alguna mala experiencia vivida en su pasado.
Pero ello no significa que necesites deshacerte de tu aparato o desistir de bañar a tu gato con la llegada del invierno para proporcionarle bienestar. Con dedicación, habilidad y mucha paciencia para respetar el tiempo propio de nuestros felinos podemos ayudarles a vencer sus temores y acostumbrarse a los nuevos elementos de nuestro hogar. Y para saber qué hacer si tu gato tiene miedo al secador, te invitamos a seguir leyendo este artículo de ExpertoAnimal.
¿Por qué mi gato tiene miedo al secador?
Antes de saber qué hacer si tu gato tiene miedo al secador, es importante entender que el miedo es inherente a su naturaleza y que desempeña una función esencial en su vida. Es este sentimiento el que los mantiene alerta ante los posibles peligros a su alrededor y, también, el que les permites no exponerse a riesgos innecesarios. Y lo mismo sucede con nosotros, los seres humanos.
Imaginemos que los felinos que viven en estado silvestre se expusieran, ignoraran o estuvieran distraídos ante los diversos estímulos de su ambiente. Muy probablemente, esta actitud “confiada” pondría en riesgo la supervivencia de su especie frente a los desafíos propuestos por la propia naturaleza y por la presencia de otros animales en su territorio. Ahora, esta situación cambiaría radicalmente si el propio organismo tuviera un mecanismo para avisar al animal sobre los posibles peligros a su alrededor, entre los que se encontraría un objeto extraño y ruidoso como es el secador, que le permitiera prevenirse y prepararse para defenderse o escaparse. ¿Cierto?
Pues así es como el miedo actúa en el organismo de nuestros gatos (y también en el nuestro). Al reconocerse en un contexto de riesgo, en un ambiente desconocido o frente a un ser u objeto extraño, el cerebro del felino envía una orden para que su cuerpo esté alerta y se prepare para reaccionar si es necesario. Este comando cerebral genera diversos efectos fisiológicos, algunos visibles, como las alteraciones en su lenguaje corporal, pelaje y conducta, y otros internos, como la liberación de ciertas hormonas, como la adrenalina, en su sangre.
Esto explica la tendencia de los gatos a un comportamiento neofóbico, o sea, suelen tener miedo a lo desconocido. Generalmente el animal no teme específicamente a un determinado objeto, sino que se asusta al reconocer una presencia extraña y desconocida en su ambiente. En cualquier caso, cierta dosis de miedo es natural y saludable para nuestros felinos. Pero si tu gato se muestra muy miedoso o asustadizo, es fundamental consultar a tu veterinario de confianza.
¿Qué hacer si mi gato tiene miedo al secador?
Los felinos, al igual que las personas, deben sentirse cómodos y seguros para reconocer un ambiente como su hogar. Y para aferrarse a una rutina que garantice su bienestar, necesitan sentir que tienen bajo control sus alrededores. Si imponemos la presencia de un objeto nuevo (¡y encima ruidoso!) en su territorio, sin respetar su tiempo de adaptación, favorecemos los sentimientos de desconfianza, inseguridad y miedo.
Además, ya debes saber que no es nada positivo exponer a un gato a contextos de elevado estrés obligándolo a hacer algo que no es de su agrado. Su reacción puede ser peligrosa para su propio organismo y para los demás en su entorno. Entonces, lo primero que debes hacer si tu gato tiene miedo al secador es presentárselo correctamente y respetar su tiempo de reconocimiento.
En esta presentación no debemos olvidarnos de que los gatos poseen una audición mucho más desarrollada que la nuestra. Y cuando hablamos de aparatos como un secador o una aspiradora, lo que para nosotros puede parecer un ruido suave, para ellos puede resultar una verdadera molestia. Por ello es tan importante trabajar sobre la adaptación al objeto físico, pero, también, al ruido que emite. ¿Cómo? A continuación te explicamos, paso a paso, cómo secar a un gato con el secador.
¿Cómo secar a mi gato con secador?
El principal objetivo de este procedimiento es evitar que el animal asocie el secador a una experiencia traumática o romper la asociación entre el secador y una situación negativa que el animal haya vivido anteriormente. Los pasos a seguir son:
- Para empezar, recomendamos dejar el secador desenchufado al alcance de tu gato en un ambiente donde él se sienta cómodo y seguro. Es fundamental evitar hacer movimientos bruscos, principalmente con el cable del secador, pues tu gato puede asociarlos con una víbora p cualquier otro animal extraño. Poco a poco percibirás cómo la curiosidad natural del carácter felino llevará a tu gato a querer descubrir este nuevo elemento de su territorio.
- Una vez que tu gato se muestre cómodo en presencia del nuevo aparato, podrás avanzar al segundo paso, que consiste en presentarle el secador en acción para que se acostumbre al ruido. El objetivo es que tu gato observe cómo utilizas el secador de forma segura y tranquila, sin miedo o estrés. Para ello, debes usar el secador bien despacio, durante poco tiempo y varias veces al día y, después, dejarlo desenchufado al alcance de tu gato cuando termines.
- A continuación, pasamos a la fase más delicada del proceso: hacer que el gato permita y se acostumbre al uso del secador en su propio cuerpo. Primero, elige un ambiente tranquilo en el hogar, evitando las habitaciones con música alta, ruidos externos y luminosidad excesiva. Entonces, empieza a usar el secador en tu propio cuerpo y pelo, demostrando que el aparato es inofensivo.
- Cuando percibas que tu felino se muestra habituado al ruido, puedes empezar a proporcionarle suaves y cortos chorros de aire tibio en su dorso, mientras ofreces caricias en sus zonas favoritas y le hablas o le cantas con normalidad. No hagas movimientos bruscos o fuera de su campo visual y presta atención a la velocidad y a la temperatura del aire para no asustarlo o quemarlo.
- También puedes reconocer su buen comportamiento ofreciéndole un premio, una golosina o jugando un buen rato con él. Poco a poco verás que tu gato empieza a asociar positivamente las sesiones de secado con momentos de relajación y de cariño. Vale la pena recordar que cada animal tiene su propio tiempo de adaptación y es indispensable respetarlo.
¿Cómo secar a un gato sin secador?
Si a pesar de seguir paso a paso los consejos que hemos explicado nos resulta del todo imposible utilizar el secador con nuestro gato, seguro que te preguntas cómo secar a un gato sin secador. Tenemos, básicamente, un par de opciones:
- Secar con toallas: lo mejor es usar una para retirar bien el agua del cuerpo nada más sacar al gato de la bañera y, después, otra para eliminar la máxima humedad posible. Hay que tener en cuenta que con toallas no vamos a conseguir un secado completo. Una piel húmeda podría favorecer la aparición de problemas dermatológicos.
- Secar en transportín: si al gato le da miedo que dirijas hacia él el secador, pero tolera el ruido, tienes la opción de introducirlo en el transportín y apuntar el chorro de aire del secador hacia dentro por alguna de las aberturas que suelen tener los transportines en los laterales o la parte superior. Tú puedes distraerlo ofreciéndole premios a través de la puerta. Pon el aire tibio y apaga el secador en unos minutos. No será un secado tan completo, pero puede llegar.
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- Morris, Desmond. 1988. Observe a su gato. Barcelona. Plaza Janés.