¿Se puede morir un perro por una vacuna?
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La vacunación en los perros es una de las herramientas más importantes con las que contamos dentro de la medicina preventiva. Las vacunas permiten proteger al perro ante graves enfermedades que, sin ellas, es muy probable que resulten mortales. Por este motivo, se recomienda vacunar a los perros desde sus primeras semanas de vida, así como revacunar todos los años, siguiendo el calendario que implante el veterinario según las características y circunstancias de cada perro.
Pero hay que saber que vacunar es un acto clínico, que, como tal, solo puede hacer un veterinario. Además, aunque las vacunas son muy seguras, como cualquier otro fármaco, pueden desencadenar algunos efectos adversos, incluso graves. ¿Se puede morir un perro por una vacuna? Lo explicamos en este artículo de ExpertoAnimal.
¿Un perro muere por una vacuna?
Es posible que hayamos escuchado alguna vez la noticia de que un perro muere por una vacuna. Efectivamente, podría darse el caso de que algún ejemplar falleciese como consecuencia de la vacunación, pero sería muy muy raro. Es decir, todos los fármacos tienen la capacidad de provocar efectos adversos que los laboratorios fabricantes clasifican según su frecuencia y, en el caso de las vacunas, la muerte sería una reacción muy improbable.
En general, las vacunas son fármacos seguros, que se comercializan tras superar estrictos controles de calidad. Se presentan en viales que deben mantenerse en frío y que contienen la misma dosis para todos los perros. Se elaboran utilizando virus inactivados, modificados o fragmentos de virus que en ningún caso pueden desencadenar la enfermedad. Al inyectarse, el sistema inmune detecta estos potenciales patógenos y reacciona frente a ellos. De esta forma, si el perro se viese expuesto al patógeno de manera natural, su sistema inmune ya sabría cómo reaccionar, contando con las defensas adecuadas. Esta rapidez de acción es fundamental cuando hablamos de enfermedades tan graves como la parvovirosis o el moquillo. La vacuna puede ser la diferencia entre que el perro viva o muera.
Si vacunamos a un perro con el sistema inmune debilitado por algún motivo, por ejemplo, por la presencia de parásitos, la vacunación corre el riesgo de no ser tan efectiva como debería, es decir, no conferirá toda la protección que podría, pero en ningún caso va a provocar en el perro la enfermedad o enfermedades contra las que lo hemos vacunado.
Por lo tanto, al igual que con cualquier otro medicamento, el veterinario valora entre las ventajas y los inconvenientes para decidir si lo prescribe o no. En otras palabras, como los efectos secundarios de las vacunas no suelen ser graves y, además, son poco frecuentes, en vista de los beneficios que suponen para la protección de la salud de los perros, los veterinarios recomiendan la vacunación.
Signos de alerta después de vacunar a un perro
Hemos dicho que las vacunas pueden provocar algunos efectos secundarios, que no suelen revestir gravedad. Por este motivo, es muy raro que un perro pueda morir por la administración de una vacuna. Pero, como cuidadores, conviene conocer algunos de los trastornos que se pueden ocasionar las vacunas para estar alerta. Destacamos los siguientes:
- Molestias en el punto de la inyección: en la zona del pinchazo puede haber una reacción con hinchazón, enrojecimiento, picor, etc. En algunos casos, el líquido inyectado podría formar un pequeño bulto. Aunque suele desaparecer por sí solo en unas semanas, si no termina de pasar, se infecta o detectamos cualquier empeoramiento, debemos consultar con el veterinario.
- Fiebre y malestar: es posible que durante las primeras 24 horas tras la administración de la vacuna el perro esté algo apático, tenga un poco de fiebre, no quiera comer, etc. Es una situación que acostumbra a resolverse espontáneamente y solo si no lo hace tendremos que contactar con el veterinario para que valore la necesidad de tratamiento.
- Otros trastornos: algunos perros podrían presentar ronchas por el cuerpo, edemas, alteraciones gastrointestinales, como vómitos o diarreas, o problemas respiratorios, como un leve resfriado (en las vacunas intranasales). Estos efectos son leves y deberían remitir en cuestión de horas o, como mucho, días. En caso contrario, debemos llamar al veterinario que ha vacunado al perro.
- Reacciones de hipersensibilidad: en un número todavía más reducido de casos, las vacunas podrían provocar una reacción de hipersensibilidad en la piel, el aparato respiratorio o el digestivo. Cuando la reacción es generalizada, se habla de shock anafiláctico y es muy grave, de ahí la importancia de que las vacunas siempre las inyecten los veterinarios, que son los profesionales que sabrán reaccionar correctamente ante esta urgencia. El shock anafiláctico provoca al perro agitación, debilidad, vómitos, diarrea, hipersalivación, convulsiones y dificultades respiratorias, al punto de hacer peligrar su vida, por eso requiere tratamiento inmediato. Este tipo de reacción que, insistimos, es muy rara, sí podría provocar la muerte del perro. Puede aparecer nada más vacunar o hasta unas horas después.
Para más detalles, aquí encontrarás "Todas las reacciones postvacunales en perros" y qué hacer en cada caso.
Vacunaron a mi perro y se murió, ¿qué ha pasado?
Aunque sea una situación muy infrecuente, podríamos encontrarnos casos en los que vacunaron a un perro y se murió. Lo habitual sería que se debiese al shock anafiláctico. En esta situación, tras el pinchazo comenzaríamos a apreciar los signos clínicos alarmantes como agitación, hipersalivación o debilidad, por lo que sería fácil determinar la causa de la muerte.
En ocasiones, los perros pueden fallecer poco después de vacunarlos, lo que lleva a los cuidadores a atribuir su muerte a la vacuna, pero es muy poco probable que esta sea la causa. En cualquier caso, si desconocemos a qué se debe la muerte de nuestro perro, debemos pedirle al veterinario que realice una necropsia. Se trata del examen del cadáver, tanto externo como, sobre todo, interno. En él es posible detectar alteraciones macroscópicas o tomar muestras para enviar a un laboratorio. Todos estos datos más la historia clínica del animal pueden ayudar a determinar las causas de su muerte.
Por otra parte, siempre que el perro muestre señales de enfermedad, como decaimiento, inapetencia, etc., hay que acudir al veterinario, pues este tipo de signos clínicos inespecíficos, es decir, comunes a múltiples enfermedades, nos podrían indicar que alguna patología se encuentra latente o está mostrando sus primeros síntomas. Si no les prestamos atención y dejamos que pase el tiempo sin atención veterinaria, el estado del perro puede empeorar hasta su fallecimiento, que para nada será consecuencia de las vacunas que se le hayan puesto. Como conclusión, es muy raro ver que un perro muere por vacuna y, por ello, debemos prestar atención a su comportamiento antes y después de vacunarlo.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Carlson y Giffin (2002): Manual práctico de veterinaria canina. Madrid: Editorial el Drac.