Todo sobre el embarazo en conejos - Duración, síntomas y cuidados

Los conejos alcanzan la madurez sexual a temprana edad, entre los 4 y 6 meses para los de raza grande, y entre los 6 y los 9 meses para los de raza gigante. Las hembras, incluso, pueden quedar embarazadas a partir de las 12 semanas, pero es preferible evitar esto, pues aún no se encuentran suficientemente maduras. No se recomienda, además, aparear conejos que ya hayan cumplido 4 o 5 años, pues son demasiado mayores para ello.

A diferencia de otros mamíferos, el conejo no tiene períodos específicos de celo, sino que puede reproducirse en cualquier momento del año. Es cierto que prefieren los climas más templados, pero esto no implica que debas bajar la guardia si no quieres agrandar la familia de conejos.

La hembra es fértil durante todo el año, y le basta con acercarse al macho y que este intente montarla para que se inicie el proceso de ovulación. Iniciado este proceso, la hembra aceptará la monta durante los primeros 12 o 14 días (período estral), luego la rechazará durante 4 días (período diestral) y después tendrá otros 12 días de período estral. Si hubo fecundación, comienza la etapa del embarazo.

Evitar un embarazo no deseado es muy fácil, solo consulta con tu veterinario el mejor momento para castrar y esterilizar a tus mascotas.

Si te preguntas cuánto dura el embarazo de una coneja, debes saber que dura entre 28 y 31 días, máximo 33. Si pasa este tiempo y la coneja aún no ha parido, debes llevarla al veterinario urgentemente; después del día 34, es muy posible que los fetos mueran dentro de ella si todavía no han nacido.

Primera etapa

Los síntomas del embarazo en conejas se notarán a partir del día 10, manifestados en humor irascible y aumento del abdomen. Además, la coneja preferirá acostarse de lado y entre el día 11 y 13 los fetos podrán sentirse con los dedos a través de la panza.

Segunda etapa

Del día 14 en adelante evita manipular a la futura madre o cargarla, pues estará muy delicada y fácilmente podrías provocarle un aborto de manera accidental. De igual forma, no permitas que el macho se acerque a ella por la misma razón.

Tercera etapa

En esta última etapa del embarazo en conejas, tres días antes de parir, la coneja comenzará a formar el nido, normalmente utilizando su propio pelo, que se arrancará para crear un espacio confortable e impregnado de su olor para los gazapos.

El momento del parto

Las conejas suelen dar a luz rápido, usualmente en la noche o en horas tempranas de la mañana, aunque pueden hacerlo en cualquier momento en el que sientan que no serán interrumpidas ni molestadas.

Cuando la coneja dé a luz es imperativo que mantengas al macho lejos, tanto para proteger a los gazapos como para evitar que la fecunde nuevamente, pues la concepción es posible las primeras 72 horas inmediatas al parto. Esto no solo sería muy estresante para tu coneja, sino que además impediría que atienda a los recién nacidos durante el período de lactancia. Lo recomendable es esperar 42 días para la próxima monta.

El período de gestación de las conejas suele ser bastante tranquilo, y si son pocos los gazapos que espera puede, incluso, que prácticamente no se note mucha diferencia en su abdomen. Sin embargo, esto no quiere decir que debas descuidarla, y hay algunas cosas a las cuales prestar atención para que todo llegue a un feliz término:

• Alimentación. La producción de leche y la saludable formación de los gazapos dependen de que la madre se alimente bien y de forma variada. Cambia su dieta de heno de hierba por una de heno de alfalfa, y complementa con trozos de zanahoria, tomate, perejil y lechuga.
• Agua. Durante la gestación el consumo de agua de tu coneja aumentará, por lo que debe tener siempre a su alcance un recipiente con agua limpia y fresca.
• Nido. En la naturaleza las conejas buscan un espacio cálido y escondido para tener a sus crías, que acondicionan con mechones de su propio pelo. Para hacerle el proceso más fácil, adquiere una caja para conejos que sea más grande que la madre y deja que la use durante todo el proceso de gestación. Para ayudarla con el acondicionamiento del espacio, pon a su alcance paja y papel.
• Protección. Mantén a la coneja embarazada alejada del macho para evitar que esta lo ataque o que él trate de montarla nuevamente. De igual forma, no permitas que otros animales se acerquen a ella, ni siquiera las otras mascotas de la casa.

Siempre no nace la misma cantidad de gazapos en cada embarazo en conejas. Hay partos de entre 4 y 12 gazapos, mientras que otras conejas son capaces de parir hasta 22 crías. Nacerán en la mañana temprano o durante la noche, y será más rápido si la coneja está relajada y se siente segura.

La coneja se encargará de ellos de inmediato, así que a menos que veas algo anormal no necesitará mucha ayuda. Apenas nazcan asegúrate de que todos respiren y se alimenten de la leche de su madre, pero haz esto sin tocarlos, pues tu olor hará que la coneja los rechace o los devore. La madre los amamantará dos veces al día, en la mañana y en las horas cercanas a la noche. Durante el período de lactancia, la coneja seguirá necesitando grandes cantidades de agua para beber.

Si detectas alguna cría muerta, cosa que puede ocurrir si la camada es muy grande, pues habrá gazapos más débiles que los demás, retírala inmediatamente y siempre en presencia de la coneja. Del resto, nunca alces ni tomes a las crías a menos que corran peligro de caer del nido, ya que son sumamente frágiles y a la madre no le gustará tu olor. Si debes tocarlas, hazlo con guantes y luego frótalos con un poco de pelo de la madre.

No es sino hasta el décimo día que podrán abrir sus ojos. Antes de esto están completamente ciegos y requieren el calor del nido. A partir del día 17 comienzan a tener pelo, y del 20 en adelante están más activos, caminan y se animan a investigar lo que los rodea. Seguirán amamantándose de la madre hasta la quinta semana, a partir de la cual la coneja los alimentará menos, por lo que debes iniciar el proceso para alimentarlos con pellets para conejos.

En la octava semana la madre comenzará a rechazar y a agredir a las crías, de manera que es necesario separarlos y permitir a los pequeños explorar otros espacios. Para ofrecerles todo lo que necesitan en esta etapa, no te pierdas nuestro artículo sobre los cuidados básicos para conejos.

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