Cefalexina para gatos - Dosis, usos y efectos secundarios

La cefalexina es un antibiótico, lo que quiere decir que presenta actividad contra las bacterias. Pertenece al grupo de las cefalosporinas de primera generación y deriva del Cephalosporium acremonium. En concreto, actúa sobre la pared bacteriana. Altera su construcción, lo que la hace inestable hasta que acaba por romperse. Se absorbe rápidamente y se elimina a través del sistema renal, excretándose en la orina.

Encontramos la cefalexina para gatos en suspensión oral, para su administración a modo de jarabe, y, también, en formato comprimidos, que pueden ser masticables o con sabor. También existe presentación inyectable por vía intramuscular o subcutánea.

Imagen: holliday-scott.com

Al tratarse de un antibiótico, sus usos se dirigen a combatir las bacterias sensibles a su acción, como son Pasteurella multocida, Staphylococcus aureus, algunas cepas de Staphylococcus intermedius, Staphylococcus epidermidis, Escherichia coli, Klebsiella spp, Salmonella spp, Corynebacterium spp, Listeria monocytogenes, Clostridium spp, Actinomyces spp o Streptococcus spp.

Aunque la cefalexina actúa contra un montón de bacterias, no funciona contra todas. Por eso solo hay que usarla con receta veterinaria y nunca darla por nuestra cuenta solo porque nos parezca que el gato tiene una infección. De hecho, al ser un antibiótico activo frente a bacterias concretas, lo ideal sería realizar un cultivo para saber exactamente qué bacterias son las que están infectando al gato. Se utiliza principalmente para infecciones bacterianas producidas en la piel o en los tejidos blandos, como heridas o abscesos, y para infecciones respiratorias, como bronconeumonías, de oído o genitourinarias.

Las dosis de cefalexina para gatos, así como la frecuencia o la duración del tratamiento, solo las puede establecer el veterinario, ya que depende de varios factores, como el peso del gato, la enfermedad que se quiera curar o la presentación del fármaco escogida.

A modo de ejemplo, para una infección en la piel, si se usa una suspensión oral de cefalexina al 15 %, el profesional pautará entre 0,1-0,2 ml por cada kg de peso del gato dos veces al día. Hay que tener en cuenta que los tratamientos con cefalexina pueden ser largos. Hablamos de varias semanas. Por eso es importante seguir las indicaciones del veterinario y nunca dejar el tratamiento antes de tiempo, aunque nos parezca que los síntomas han remitido.

Por último, la cefalexina puede administrarse junto con la comida, lo que facilita que muchos gatos la ingieran con mayor facilidad, sin tener que estar forcejeando con ellos. Así mismo, algunos ejemplares toleran mejor la administración de comprimidos masticables o con sabor, que también pueden triturarse y añadirse al alimento, de ser necesario. No te pierdas nuestros Consejos para dar una pastilla a un gato.

Estas son las contraindicaciones a tener en cuenta antes de administrar cefalexina a un gato, tanto en formato jarabe como en comprimidos o inyectable:

• La cefalexina tiene efecto nefrotóxico, por eso no se recomienda su administración a gatos que padezcan problemas renales de gravedad o que hayan sufrido algún episodio de enfermedad renal. Al eliminarse por los riñones, en gatos con la función renal perjudicada podría acumularse en el organismo. Por eso debe evitarse la cefalexina, dar dosis reducidas o a mayores intervalos.
• Por precaución, no se aconseja dar cefalexina a gatas en estado de gestación, aunque no se han descrito malformaciones fetales, o durante el período de lactancia.
• Los gatitos de menos de 9-10 semanas de vida tampoco deben tratarse con cefalexina.
• Si el gato está consumiendo algún otro fármaco y el veterinario lo desconoce, hay que comunicárselo para evitar posibles reacciones indeseadas.
• Por supuesto, tampoco hay que darle cefalexina a un gato que haya manifestado antes alguna reacción de hipersensibilidad a esa sustancia.

En cualquier caso, las contraindicaciones no implican que el gato no pueda utilizar la cefalexina, sino que el veterinario tendrá que valorar los riesgos y los beneficios tanto de administrarla como de no hacerlo.

En ocasiones, tras la administración de cefalexina podrían presentarse algunos efectos adversos, normalmente transitorios, de poca gravedad, que se resuelven espontáneamente sin tener que interrumpir el tratamiento y que se pueden disminuir al dar el fármaco junto con la comida. Los más comunes, aunque no los únicos, afectan al aparato digestivo. Estos son los más habituales:

• Molestias a nivel gastrointestinal, como la gastritis.
• Diarrea.
• Vómitos. Junto a la diarrea, es el signo que se detecta con mayor frecuencia en los gatos.
• Náuseas.
• Pérdida del apetito.
• Letargo.
• Ictericia, que es una coloración amarillenta de las mucosas.
• Si se inyecta, puede haber reacción en el punto de inoculación. Suele desaparecer espontáneamente en un corto período de tiempo.

Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas debemos ponernos en contacto con el veterinario para que decida si es necesario modificar o cambiar el tratamiento. Por último, la cefalexina es un fármaco seguro, lo que quiere decir que, aunque se exceda la dosis, es difícil que se produzca una intoxicación. En cualquier caso, los síntomas serían los ya mencionados como efectos adversos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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