Otros problemas de salud

Colestasis en perros - Síntomas, causas y tratamiento

 
Cristina Pascual
Por Cristina Pascual, Veterinaria. 8 febrero 2022
Colestasis en perros - Síntomas, causas y tratamiento
Perros

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Una de las patologías que puede afectar al sistema biliar de los perros es la colestasis. Esta alteración consiste en el acúmulo anormal de bilis en el hígado, los conductos biliares o la vesícula biliar que se produce como consecuencia de un bloqueo o supresión del flujo biliar. Determinar la causa concreta que origina la colestasis permitirá clasificarla e instaurar el tratamiento más adecuado en cada caso.

Si quieres conocer más sobre la colestasis en perros, acompáñanos en el siguiente artículo de ExpertoAnimal en el que explicaremos sus síntomas, diagnóstico y tratamiento.

Índice
  1. ¿Qué es la colestasis en perros?
  2. Tipos de colestasis en perros
  3. Causas de la colestasis en perros
  4. Síntomas de la colestasis en perros
  5. Diagnóstico de la colestasis en perros
  6. Tratamiento para la colestasis en perros

¿Qué es la colestasis en perros?

La colestasis se define como el acúmulo anormal de bilis en el hígado, en los conductos biliares o en la vesícula biliar. Este acúmulo de bilis se produce por la existencia de un bloqueo o supresión del flujo biliar, que impide total o parcialmente la llegada de bilis al intestino.

Para comprender mejor cómo se produce la colestasis, explicaremos brevemente su patogénesis. Los hepatocitos son las células parenquimatosas del hígado que llevan a cabo la mayoría de funciones de este órgano. Entre otras cosas, los hepatocitos se encargan de producir los componentes de la bilis y secretarlos al canalículo biliar (el espacio que queda entre dos hepatocitos adyacentes). Una vez en el canalículo, la bilis pasa a los conductos biliares intrahepáticos (es decir, los que se encuentran dentro del propio hígado), después a los conductos biliares extrahepáticos y, finalmente, llega a la vesícula biliar donde se almacena. Cuando el perro ingiere una comida con proteínas y grasa, se produce la contracción de la vesícula biliar y la salida de bilis hacia el intestino delgado, lo que permite la correcta digestión y absorción de grasas. Cuando por una causa intra o extrahepática la bilis no fluye correctamente por las vías biliares, se produce la colestasis.

Cuando la colestasis se mantiene en el tiempo, los hepatocitos terminan lesionándose, ya que los ácidos biliares presentes en la bilis tienen acción detergente sobre la pared celular de los hepatocitos.

Tipos de colestasis en perros

En función de la causa que origina el acúmulo anormal de bilis en el hígado, la colestasis se clasifica en dos tipos:

  • Colestasis intrahepática: cuando la causa que origina la colestasis se encuentra en el propio hígado y afecta a los conductos biliares intrahepáticos.
  • Colestasis extrahepática: cuando la causa que produce la colestasis se encuentra fuera del hígado, afectando a los conductos biliares extrahepáticos.

En el siguiente apartado, explicamos las distintas causas que pueden originar la colestasis intra y extrahepática en perros.

Causas de la colestasis en perros

Como hemos explicado, las causas de colestasis varían en función de si se trata de una colestasis intra o extrahepática.

Colestasis intrahepática

Las principales causas de colestasis intrahepática en el perro son:

  • Obstrucción de los conductos biliares intrahepáticos: por parásitos, síndrome de la bilis espesa, inflamación de las vías biliares (colangitis) o tumores de las vías biliares (colangiocarcinoma).
  • Inflamación o fibrosis a nivel del espacio porta: los espacios porta son estructuras tubulares que atraviesan el hígado. A través de ellos trascurren vasos sanguíneos, vasos linfáticos y conductos biliares. Cuando estos espacios sufren una inflamación o fibrosis, comprimen las estructuras que hay en su interior, entre las que se encuentran los vasos linfáticos.

Colestasis extrahepática

La colestasis extrahepática se produce cuando hay una obstrucción a nivel de los conductos biliares extrahepáticos o a nivel de la vesícula. A su vez, esta obstrucción puede estar producida por:

  • Cálculos biliares, parásitos o coágulos que obstruyen la luz de las vías biliares extrahepáticas.
  • Síndrome de bilis espesa: cuando la bilis es tan densa que no fluye correctamente y obstruye las vías biliares.
  • Tumores (colangiocarcinoma) o procesos inflamatorios (colangitis) que afecten a la pared de las vías biliares.
  • Compresión externa de las vías biliares: por pancreatitis o linfadenitis de los ganglios portales o mesentéricos. Cuando estos órganos incrementan su tamaño, pueden comprimir las vías biliares desde fuera y obstruirlas.

Síntomas de la colestasis en perros

El principal signo de la colestasis es la ictericia, que consiste en una coloración amarillenta que se observa a nivel de la piel y las mucosas como consecuencia del depósito de bilirrubina. Habitualmente, la bilirrubina se excreta por medio de la bilis, sin embargo, en caso de colestasis, este pigmento se acumula en el hígado y pasa a la sangre, produciéndose una hiperbilirrubinemia (incremento de los niveles de bilirrubina en sangre). Cuando los niveles de bilirrubina en sangre son superiores a 2 mg/dl, esta se deposita en los tejidos dando lugar a la ictericia. En los perros, la ictericia se observa con mayor facilidad a nivel de la esclerótica, aunque también se puede apreciar en la mucosa oral, mucosa genital e incluso en la piel cuando los niveles de bilirrubina son muy elevados.

Además de la ictericia, cuando se produce una obstrucción total de las vías biliares, se pueden observar los siguientes signos clínicos:

  • Síndrome de maldigestión/malabsorción: las sales biliares presentes en la bilis resultan imprescindibles para la digestión y la absorción de las grasas. Cuando la bilis no es capaz de llegar al intestino, aparece un síndrome de maldigestión/malabsorción caracterizado por la aparición de una diarrea de tipo osmótico.
  • Esteatorrea: consiste en la presencia de grasa en las heces. Cuando las sales biliares no llegan al intestino, las grasas no se digieren ni se absorben, por lo que se eliminan con las heces.
  • Heces sin color (acólicas): el color de las heces se debe a la presencia de estercobilinógeno, un metabolito obtenido a partir de la bilirrubina. En casos de colestasis, la bilirrubina contenida en la bilis no llega al intestino, lo que hace que no se produzca estercobilinógeno y que las heces no tengan color.
  • Tendencia a los sangrados: durante la colestasis se produce una malabsorción de la vitamina K. El déficit de esta vitamina puede dar lugar a alteraciones en la hemostasia secundaria, aumentando la tendencia a los sangrados.
  • Colangitis bacteriana: cuando la obstrucción es completa, las bacterias del intestino pueden ascender por la vía biliar y colonizar los conductos biliares, produciendo una colangitis bacteriana.

Cuando existe una obstrucción extrahepática que se mantiene en el tiempo, los conductos biliares o la propia vesícula biliar se pueden llegar a romper. Cuando la bilis cae a la cavidad abdominal genera una peritonitis que puede ser séptica o aséptica, en función de si se produce o no contaminación bacteriana.

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Diagnóstico de la colestasis en perros

Una vez descritas las principales causas y los síntomas asociados a la colestasis, vamos a explicar su diagnóstico.

En concreto, el protocolo diagnóstico de la colestasis en perros se debe basar en los siguientes puntos:

  • Historia clínica y exploración física: como hemos detallado en el apartado anterior, los perros con colestasis suelen presentar ictericia, aunque también se pueden observar signos digestivos (diarrea, esteatorrea y heces sin color), así como dolor abdominal.
  • Analítica sanguínea con perfil hepático: lo más característico de la colestasis es el incremento de dos enzimas hepáticas, la fosfatasa alcalina y la GGT (gamma-glutamil transpeptidasa). El incremento de estas enzimas se produce con anterioridad a la aparición de ictericia. Además, se puede observar un aumento de los niveles de bilirrubina en sangre.
  • Ecografía abdominal: cuando existe una obstrucción de las vías biliares, la bilis no puede llegar hasta el intestino, por lo que se acumula en las vías biliares. Como consecuencia, se produce una dilatación de los conductos biliares y/o la vesícula biliar que se puede visualizar mediante ecografía. No obstante, la vesícula biliar puede estar dilatada simplemente por anorexia (ya que si el animal no come, no se produce el estímulo para su vaciado). Por ello, para diagnosticar una obstrucción de las vías biliares es necesario visualizar no solo la dilatación, sino también la causa obstructiva. En los casos de rotura de la vesícula biliar se puede observar la zona de la vesícula mal definida y presencia de líquido libre en el abdomen.
  • Resonancia magnética: esta prueba de imagen avanzada puede ayudar a detectar la presencia de una obstrucción a nivel del tracto biliar extrahepático.
  • Laparotomía exploratoria: cuando en la ecografía se detecta una dilatación de las vías biliares, pero no se observa la causa de la obstrucción, puede ser necesaria una cirugía exploratoria de la cavidad abdominal para realizar el diagnóstico causal.

 

Tratamiento para la colestasis en perros

El tratamiento de la colestasis en perros debe ir dirigido a la causa que la produce, pudiendo incluir el tratamiento médico, tratamiento quirúrgico o ambos.

Tratamiento médico

El tratamiento médico variará en función de la causa de la colestasis, pudiendo administrarse hepatoprotectores (como ácido ursodeoxicólico o silimarina), antibióticos, suplementos vitamínicos (incluyendo vitamina K, E o D), fluidoterapia cuando exista deshidratación, etc. Además, es importante restringir el contenido de grasa de la dieta hasta que se restablezca el flujo biliar normal al intestino. De esta forma, los alimentos prohibidos en perros con colestasis son aquellos ricos en grasa.

Tratamiento quirúrgico

El tratamiento quirúrgico suele ser necesario cuando la colestasis está causada por una obstrucción extrahepática. Las opciones quirúrgicas pueden incluir:

  • La extirpación de la vesícula biliar (colecistectomía), puesto que un perro sin vesícula biliar puede seguir teniendo una buena calidad de vida.
  • La apertura de la vesícula o de las vías biliares para extraer cálculos, coágulos u otros elementos que obstruyan las vías biliares.
  • Colocación de stents en las vías biliares para mantenerlas permeables al paso de bilis.
  • Extirpación de tumores que comprimen externamente las vías biliares.

Como vemos, no existe un tratamiento natural para la colestasis en perros, más allá de la modificación en la dieta, por lo que es necesario acudir a la clínica veterinaria para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Del Valle, S., Piñera, M., Medina, N., Sánchese, J. (2017). Colestasis: un enfoque actualizado. Medisan; 21/7):876
  • Suárez, M., Gonzáles, E., Seonane, A., Santamrina, G. (2017). Caso clínico de medicina interna. Revista oficial de AVEPA; 37(3)
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