Efectos secundarios de las vacunas para gatos
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Seguir el calendario de vacunación en los gatos salva muchas vidas cada año, tanto en la especie felina como en muchas otras, y mantiene bajo control enfermedades graves, sobretodo en gatos que salen al exterior o que están en colonias o colectividades. Es por ello que tienen una vital importancia.
Sin embargo, como ocurre con la mayoría de fármacos, pueden presentar una serie de efectos adversos o reacciones inesperadas que conviene conocer, sin olvidar que los efectos beneficiosos son mucho mayores que los posibles perjuicios en la mayoría de casos. Para minimizar posibles efectos adversos, siempre cumpliremos la pauta de vacunación acorde a la edad y el entorno de nuestro gato, según las indicaciones de nuestro veterinario y, por supuesto, siempre cumpliendo las medidas de seguridad apropiadas, por lo que sólo las podrá administrar un profesional cualificado, previa exploración del animal para poder detectar cualquier posible signo de enfermedad que pudiese desaconsejar la vacunación.
En este artículo de ExpertoAnimal te detallaremos los efectos secundarios de las vacunas para gatos, de forma que tengas la mayor información a tu alcance en el momento de vacunar a tu compañero felino. Hemos clasificado las reacciones vacunales según su gravedad en 2 grandes grupos:
1. Reacciones leves
Son las más frecuentes y se caracterizan por tener un pronóstico favorable. Es decir, son aquellas que suelen desaparecer por sí mismas y no suelen requerir ningún tipo de tratamiento. Suelen aparecer a las pocas horas o a los pocos días de la vacunación y suelen durar desde algunos días a varias semanas. Se relacionan con la activación de la respuesta inmune y los procesos inflamatorios.
Las principales reacciones leves son las que se describen a continuación:
Inflamación en el punto de inoculación
Suele tratarse de un pequeño nódulo doloroso en la zona donde se ha administrado la vacuna y suele desaparecer espontáneamente entre las 2 y las 5 semanas post-vacunación. Suelen estar asociados a los coadyuvantes, proteínas o estabilizantes que contienen las vacunas. Podemos aliviar la zona y ayudar a que la inflamación desaparezca más rápidamente aplicando calor húmedo en la misma y realizando masajes.
No tiene mayor importancia clínica que las leves molestias que ocasiona en el animal, excepto en los casos en que se complique con necrosis, fibrosis y/o la aparición de un absceso. En estos casos deberemos acudir al veterinario para que trate dichas complicaciones. Además, si observamos que el nódulo no disminuye pasado el tiempo esperado, o incluso que aumenta de tamaño o cambia su aspecto, es recomendable realizar una punción para descartar granulomas (por inflamación crónica), abscesos (infección secundaria) o incluso la aparición de un tumor maligno llamado fibrosarcoma, del que hablaremos con más detalle al final del artículo.
Fiebre
La fiebre en los gatos aparece, como hemos comentado anteriormente, por la activación de la respuesta inmune y, a no ser que comprometa la calidad de vida del gato, no es necesario tratarla. El día de la vacuna y un par de días posteriores, es aconsejable no ejercitar mucho al paciente ni agobiarlo, facilitándole un sitio cómodo y tranquilo en el que pueda reposar y recuperarse sin problema.
Letargia y anorexia
Suele ser una consecuencia de la fiebre y suele desaparecer cuando ésta desaparece. Una vez más, dejaremos reposar al gato y no le obligaremos a comer si no le apetece. Podemos ofrecerle alimento húmedo y templado para que le resulte más apetecible y consultar con nuestro veterinario si se muestra muy apático o no quiere comer nada en más de 24 horas.
Vómitos y/o diarreas
Es otro de los signos sistémicos relacionados con la respuesta del sistema inmune del animal y el proceso inflamatorio asociado. En general se trata de procesos leves, pero como veremos más adelante, puede darse de forma aguda previa a una reacción más grave, por lo que en caso de observar estos síntomas digestivos, lo más aconsejable es que el veterinario explore al animal para valorar su estado y tratarlo en caso necesario.
Linfadenopatía regional
Forma parte de la respuesta normal del sistema inmunitario y con el paso de los días, el tamaño de los ganglios linfáticos debería volver a su tamaño habitual.
Estornudos
Pueden darse en el caso de las vacunas que se inoculan por vía intranasal (vacuna contra el P.I.F) y suelen durar unos pocos minutos o a lo sumo varias horas tras la administración de la misma. Pueden ir acompañados de olfateos y frotamiento del hocico contra superficies.
2. Reacciones graves
En este caso son muy poco frecuentes y suelen tener un pronóstico de reservado a grave. Pueden aparecer desde los minutos siguientes a la vacunación a las siguientes semanas. Las principales reacciones graves son las siguientes:
Reacción de hipersensibilidad
Se trata de reacciones exageradas del sistema inmune frente a sustancias que en condiciones normales consideraría como inofensivas. La reacción de hipersesibilidad más usual tras la vacunación es la de tipo I o alérgica, cuyos efectos son inmediatos (entre 30 minutos y 2-3 horas tras la administración de la vacuna). El sistema inmunitario puede desencadenar esta reacción frente a cualquier componente de la vacuna.
Los síntomas asociados a este tipo de hipersensibilidad son causados por una liberación elevada de histamina, que es un mediador inflamatorio, que aumenta la permeabilidad vascular y provoca contracción en la musculatura lisa. Cuando se da este tipo de reacción, podemos observar desde prurito generalizado, con aparición de habones o enrojecimiento de la piel (eritema y urticaria) hasta inflamación de la cara y cuello por aparición de un edema facial y periorbital conocido como angiedema, y/o signos respiratorios por inflamación de las vías respiratorias (que pueden llegar a obstruirse), llegando en el peor de los casos a un shock anafiláctico, que puede dar a un fallo respiratorio y colapso vascular fulminante.
En el gato, además, puede verse previo a la anafilaxia, vómitos y diarrea agudos, en ocasiones hemorrágicos, seguidos de letargia extrema, hipovolemia y fallo respiratorio y vascular, pudiendo llegar a ser mortal. Si observamos cualquiera de estos síntomas, deberemos acudir con urgencia a nuestro veterinario para que inicie el tratamiento lo antes posible.
Fibrosarcoma en el punto de inoculación
Este tumor se ha relacionado con algunos componentes de las vacunas y otros fármacos inyectables, y suele aparecer al cabo de meses o incluso años de la vacunación, siendo más probables cuanto mayor es la edad del animal. Pese a ser muy poco frecuente y no tender a formar metástasis, es un tumor maligno muy agresivo localmente, que requiere una extirpación con amplios márgenes quirúrgicos y tiene una alta tendencia a recidivar, por lo que a largo plazo suele tener mal pronóstico.
Puesto que suele aparecer en el punto de inoculación, se recomienda ir rotando dicho punto y priorizar zonas como las extremidades o la cola, que permite amputación dado el caso y reduce el riesgo de recidiva. Hay casos en los que se combina el tratamiento quirúrgico con el quimioterápico, según su evolución y según cómo esté de avanzado o extendido.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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