Luxación de cadera en perros - Síntomas y tratamiento

El hueso de la cadera juega un papel muy importante en la deambulación de nuestro perro. En sus acetábulos se articula el fémur de cada pata, por lo tanto, dependiendo del lugar que se vea afectado por la luxación, el movimiento, es decir, la capacidad de andar del perro, se verá más o menos comprometida. Para luxar una cadera es necesario un golpe muy fuerte, como el que se puede provocar en una caída de altura considerable o en un atropello, ya que para conseguir desplazar esta estructura debe aplicarse una gran fuerza. También se puede producir por una mala caída. La luxación de cadera en perros suele venir acompañada de otras lesiones provocadas en el accidente. Sin pérdida de tiempo, debemos trasladar a nuestro perro al veterinario para que proceda a su valoración.

Dentro del cuadro clínico que puede provocar la luxación de cadera en perros, destacan los siguientes síntomas:

• Dolor de aparición repentina.
• Dificultad o imposibilidad para caminar.
• Dependiendo de la luxación, una o ambas patas en postura "anormal", por ejemplo, con la rodilla hacia fuera y el talón hacia dentro.

El veterinario es quien deberá valorar el alcance de la lesión. Debe tratarse de un veterinario con conocimientos actualizados de traumatología, ya que es importante realizar un buen diagnóstico, así como implantar un tratamiento adecuado. Hay que descartar la presencia de fracturas asociadas. La prueba escogida acostumbra a ser la radiografía. No es extraño que deba sedarse al perro, primero para evitarle el dolor que le supondría la manipulación, necesaria para el correcto diagnóstico, y, segundo, para conseguir la inmovilidad que se precisa para posicionar al perro de forma que las radiografías estén bien hechas, lo que es básico para tener seguridad en el diagnóstico. Además, para devolver a su posición los huexos luxados, es necesario anestesiar al animal.

Según el alcance de la lesión, el veterinario escogerá la inmovilización o la cirugía, acompañada, en cualquier caso, de tratamiento antiinflamatorio y analgésico para minimizar el dolor. En ocasiones, también se prescribe antibiótico, sobre todo si hay presencia de heridas (recordemos que es fácil que la luxación de cadera en perros se deba a un golpe) o hay que intervenir quirúrgicamente. Además, deberemos mantener al perro controlado, con una mínima movilidad e impidiéndole realizar actividades bruscas o saltos, sobre todo si se ha optado por la cirugía, que va a requerir un postoperatorio con el reposo suficiente para que la recuperación sea completa. Incluso puede ser necesario confinar al perro en una jaula si el especialista lo considera oportuno.

Los paseos deberán hacerse con correa corta. También está recomendada la fisioterapia, con ejercicios que muevan pasivamente la articulación. Destaca el papel beneficioso de la natación que va a ayudar a recuperar el tono muscular y la flexibilidad articular. Y, sobre la recuperación, aunque es posible que el perro recobre por completo las funciones de su pata o patas, en ocasiones, sobre todo en el caso de lesiones asociadas como fracturas, puede mantener una ligera cojera que en ningún caso le va a impedir desarrollar sus actividades habituales.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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