Mi gato no quiere comer pienso - Causas y qué hacer
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Muchos cuidadores optan por el pienso para alimentar a sus gatos, ya que es una alternativa económica y fácil de administrar y de almacenar. Además, existen marcas que ofrecen piensos de alta calidad, de forma que tenemos la seguridad de que estamos cubriendo las necesidades nutricionales de nuestro felino y, por lo tanto, contribuyendo a mantener su calidad de vida. Pero, por distintas causas, hay gatos, ya sean gatitos o adultos, que rechazan comer el pienso, lo que puede ser muy preocupante y desconcertante para sus cuidadores.
En el siguiente artículo de ExpertoAnimal, en colaboración con KOME, examinamos por qué tu gato no quiere comer pienso, las causas y qué hacer para conseguir que coma.
¿Por qué mi gatito no quiere comer pienso?
En primer lugar, hay que saber que los gatitos son animales mamíferos que, como tal, se van a alimentar de leche materna al menos durante sus primeras semanas de vida. Alrededor del mes podemos comenzar a presentarles el alimento sólido que queremos que consuman en el futuro, iniciando el periodo de destete. Durante esta etapa de transición no debe extrañarnos que los gatitos rechacen el pienso. En estos casos, es común ver que tu gato no come pienso, solo comida húmeda. Es normal, ya que el pienso es duro y más difícil de masticar y de tragar. Por eso es entendible que le resulte mucho más atractivo y sencillo optar por la comida húmeda o de lata, así como por alimentos caseros, dado que su textura, mucho más blanda, facilita estas primeras ingestas.
Para animar a un gatito a que coma pienso es buena idea que lo remojemos con agua tibia para que se ablande y su textura se asemeje más a la de la lata. Además, el alimento tibio desprende un olor que lo hará más atractivo para el pequeño. Por otra parte, hay que tener en cuenta que los gatitos pueden tardar un tiempo en dejar la leche y pasar a la alimentación sólida en exclusiva. Esto es normal y cada gato necesita su tiempo, pero deberemos contactar con el veterinario si deja de comer por completo o detectamos cualquier signo clínico como letargo, vómitos o adelgazamiento.
¿Por qué mi gato adulto no come pienso?
Cuando el gato ya es adulto también podemos vernos en la situación de que rechace el pienso. Lógicamente, ya no se deberá a un problema en el destete. En este caso, veamos a continuación las causas principales:
Está acostumbrado a otra comida
Los gatos son animales muy apegados a sus rutinas, lo que incluye la ingesta solo de los alimentos que conocen. Esto quiere decir que un gato acostumbrado a la comida casera o a las latas es probable que no acepte el pienso o que, por lo menos, tarde un tiempo adaptarse.
El nuevo pienso es de baja calidad
En otros casos puede suceder que le has cambiado el pienso a tu gato y no come. Como señalamos, le va a influir la novedad, pero también puede ser que el pienso no sea atractivo para él por su calidad o por resultarle menos sabroso. Esto acostumbra a pasar cuando un gato enferma y se le debe cambiar el pienso por otro de dieta.
Si consideras que el motivo que explica por qué tu gato no quiere comer pienso es que el nuevo no es de buena calidad, la solución reside en adquirir un alimento que sí cubra las necesidades nutricionales del animal. En este sentido, el pienso para gatos de KOME está elaborado con ingredientes 100 % naturales, sin transgénicos ni aditivos artificiales. En cuanto a su composición, destaca por contener un elevado porcentaje de proteína de origen animal. En concreto, cuenta con un 30 % de pollo hidrolizado. Este factor es muy importante debido a que los gatos son animales carnívoros, por lo que requieren que el ingrediente principal del pienso sea carne o pescado de calidad.
Está enfermo
Por otra parte, si tu gato no quiere pienso seco, también puede deberse a que padece alguna enfermedad. Son numerosas las patologías que se inician con una pérdida de apetito, además de signos clínicos que dependerán de cuál de ellas se trate. Por ejemplo, puede haber vómitos, diarrea, hipersalivación, tos, fiebre, etc. En los gatos más jóvenes, sobre todo si están sin vacunar, hay que tener siempre presente la posibilidad de que sufran enfermedades infecciosas como la panleucopenia o la rinotraqueítis. Los gatos mayores, al contrario, es más probable que se vean afectados por enfermedades crónicas o degenerativas como la insuficiencia renal o la artrosis.
Sufre un problema bucal o un trastorno digestivo
Además, cualquier problema bucal, como la gingivoestomatitis, puede provocar dolor y hacer que el gato deje de comer, no porque no quiera, sino porque no puede. Otra causa posible son los trastornos digestivos como las temidas bolas de pelo. Además, un gato estresado, por ejemplo cuando está en celo, o con mucho calor puede dejar de comer. Cualquier sospecha de problema físico o psicológico debe hacernos acudir al veterinario.
Hay demasiada cantidad en el cuenco
Por último, es importante que controlemos la cantidad de pienso que le damos a nuestro gato para saber si realmente no come, come menos de lo que debería o deja en el comedero porque estamos sobrepasando la cantidad recomendada para él. A los cuidadores suele costarles ver a sus gatos gordos, lo que lleva a que, en ocasiones, no es que el gato no quiera comer pienso, sino que no necesita las cantidades en las que se le suministra.
¿Cómo hacer que mi gato coma pienso?
Según todo lo que hemos explicado, lo primero que debemos determinar es si el gato no come porque está enfermo o porque, simplemente, rechaza el pienso que le ofrecemos. En el primer caso es obligada la visita al veterinario. En el segundo, podemos recurrir a las siguientes medidas:
- Escoge un pienso de calidad. Debe contener como ingrediente principal la carne o el pescado, ya que el gato es un animal carnívoro. En el caso de que nuestro gato tenga que comer, por enfermedad, algún pienso específico y lo rechace, deberemos consultar qué opciones tenemos con el veterinario.
- Ofrece un comedero amplio, que no roce los bigotes del gato y ubícalo en un lugar tranquilo, lejos del agua y del arenero.
- Introduce el nuevo pienso poco a poco. No todos los gatos se comen un plato de pienso nuevo entero directamente. Tampoco es aconsejable que lo hagan, ya que un cambio brusco en la alimentación podría desembocar en trastornos digestivos como las heces blandas o la diarrea.
- El cambio de pienso debe hacerse paulatinamente, a lo largo de varios días. A modo de guía, primero daremos el 75 % del alimento antiguo junto al 25 % del nuevo. En un par de días, pasaremos a un 50 % y, transcurridos otros dos, aproximadamente, ya estaremos dando el 75 % del alimento nuevo durante otros dos días hasta hacer el cambio completo. Para más detalles, no te pierdas este otro artículo: “¿Cómo cambiar la comida de un gato?”.
- En ocasiones el problema es la textura, lo que sucede en gatitos bebés, pero, también, en gatos adultos inapetentes o con problemas en la boca. En estos casos podemos añadir agua tibia o, si el veterinario nos lo permite, algún caldo para conseguir un alimento blando. Calentarlo también es buena opción para potenciar su aroma y que resulte más atractivo para el gato.
- Aunque es habitual mezclar el pienso con comida húmeda o alimentos caseros para que el gato lo acepte mejor, lo cierto es que tienen distintos tiempos de digestión, con lo que podrían surgir problemas gastrointestinales.
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