¿Cómo cambiar la comida de un gato?
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Muy probablemente has escuchado que los felinos domésticos son dueños de un paladar muy selectivo, haciendo que el proceso de cambiar de dieta sea un verdadero desafío. Es una verdad innegable que debemos tener mucho cuidado y ser prudentes al ofrecer un pienso diferente o incorporar un nuevo alimento a la dieta de nuestro minino. Además, es fundamental ser conscientes que los alimentos prohibidos para gatos pueden provocar cuadros severos de intoxicación o envenenamiento.
No obstante, también es importante tener en claro que, contando con dedicación, paciencia y la debida orientación especializada de un veterinario, es posible adaptar el paladar de un gato a nuevos sabores, aromas y texturas. Y para ayudarte en este proceso, ExpertoAnimal resume, en este nuevo artículo, el paso a paso para cambiar la comida de un gato sin perjudicar su salud. ¿Listo para comenzar?
Pasos a seguir:
Antes de realizar cualquier cambio en la alimentación de un gato o de cualquier mascota, es indispensable consultar a un veterinario de tu confianza. Antes de nada, debemos saber si nuestro felino está fuerte y saludable para encarar un cambio en su dieta. También es crucial contar con la orientación especializada de un veterinario para elegir un nuevo pienso que ofrezca los niveles de nutrientes adecuados y agrade el apetito de nuestro minino. Lo mismo es válido para aquellos propietarios que elijan ofrecer una dieta cruda o BARF a su felino doméstico.
Además, las visitas periódicas al veterinario y una adecuada medicina preventiva también son fundamentales para detectar cualquier alergia o posibles síntomas de patologías asociadas a desequilibrios alimentarios, como diabetes, obesidad o insuficiencia renal. En estos casos, tu gato necesitará adoptar una dieta específica para impedir la evolución de dichos síntomas y proporcionarle una mejora calidad de vida.
Cambiar la comida de un gato siempre debe ser un proceso lento y gradual, que respete el tiempo de adaptación de cada minino. Los felinos se aferran a su rutina alimentaria y a sus hábitos diarios para sentirse seguros en su hogar, y no exponerse a contextos desconocidos que pueden representar un riesgo a su bienestar. Si obligamos nuestro gato a experimentar un cambio brusco en su dieta, favorecemos la aparición de síntomas de estrés, y también de ciertos signos físicos, como vómitos y diarreas.
Los gatos ancianos requieren especial atención al cambio de su dieta, ya que necesitan los nutrientes adecuados, como un alto aporte de proteína y ciertas vitaminas, para compensar la natural pérdida de masa muscular y el descenso metabólico. Además, suelen ser más vulnerables a desarrollar trastornos digestivos frente a un cambio brusco de su dieta.
Por ello, jamás debemos sustituir integralmente o repentinamente su alimentación diaria por el nuevo pienso. Para cambiar la comida de un gato lenta y gradualmente, debes empezar por sustituir un porcentaje muy bajo de su tradicional alimento por el nuevo. Progresivamente, podrás ir aumentando gradualmente este porcentaje hasta que la nuevo pienso represente el 100% de su dieta diaria.
Paso a paso para el cambio de alimento en gatos:
- 1º y 2ª día: agregamos 10% del nuevo alimento, y completamos con 90% del pienso anterior.
- 3º y 4º día: elevamos a un 25% la cantidad del nuevo pienso, y sumamos un 75% del anterior.
- 5º, 6º y 7º día: mezclamos proporciones iguales, ofreciendo 50% de cada pienso a nuestro felino.
- 8º y 9º día: ya ofrecemos 75% del nuevo pienso, y dejamos solo un 25% del alimento anterior.
- A partir del 10º día: ya podemos ofrecer un 100% del nuevo pienso, y quedamos atentos a la reacción de nuestro minino.
¿Estás pensando en ofrecer una dieta BARF a tus mininos, para disfrutar de los beneficios de una alimentación cruda y más natural? Pues no dejes de conocer algunas de nuestras recetas exquisitas en el artículo "5 recetas BARF para gatos".
Agregar alimento húmedo o paté al nuevo pienso seco de tu minino es una buena alternativa para matizar sabores y estimular su apetito. Inclusive podes hacer tú mismo una sabrosa comida húmeda casera para tu gato, sin conservantes o productos industrializados.
No obstante, este es un método temporario, que debe ser utilizado solo durante los primeros días de su transición alimentaria. Caso contrario, tu gato podrá acostumbrarse no al sabor nuevo pienso, y sí al del alimento húmedo. Además, combinar pienso con comida casera o húmeda puede provocar problemas digestivos, ya que los alimentos tienen tiempos de digestión distintos.
A los felinos, como auténticos carnívoros, les agrada que su comida tenga una temperatura algo tibia. Recordemos que los animales que cazan para alimentarse suelen ingerir la carne de su presa recién abatida, cuando todavía conservan su temperatura corporal. Por ello, si observas que tu gato no demuestra interés por su nueva comida, podrás utilizar este viejo "truco" de templar su comida para estimularlo a probarla.
Para templar levemente la comida de tu gato, es añadir un poco de agua caliente (pero no hirviendo) a su pienso seco, y dejarlo reposar hasta que alcance una temperatura entre 35ºC y 37ºC (aproximadamente la temperatura corporal de un mamífero). Ello no solo incrementará el sabor y el aroma del alimento, como también le dará una textura más agradable al paladar de tu minino.
Antes de afirmar que nuestro minino tiene un paladar muy exclusivo, debemos tener en claro que, en general, los propios propietarios suelen facilitar o aumentar la selectividad o la limitación del paladar de sus felinos. Es que tenemos la tendencia a ofrecer un único pienso seco o un mismo sabor de alimento húmedo a nuestros mininos durante gran parte de su vida. Y si un gato experimenta un solo sabor, aroma o textura por un tiempo prolongado, será mucho más difícil que se adapte a una nueva propuesta de alimentación, pues se habrá aferrado a una rutina alimentaria muy estricta y poco variada.
Para mejorar la capacidad adaptativa y la flexibilidad del paladar de nuestros felinos, debemos invertir en una adaptación alimentaria temprana. Todos los felinos fijan los criterios de su paladar y sus gustos personales durante sus primeros 6 o 7 meses de vida. Durante este periodo, se muestran más predispuestos a probar diferentes aromas, sabores, texturas y formas de alimentos secos y húmedos. Y si le ofrecemos esta variedad en su dieta infantil, crearemos un felino adulto con gran tolerancia alimentaria y mejor predisposición para aceptar cambios en su rutina.
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