Dietas caseras

Patas de pollo para gatos, ¿son buenas?

 
María Besteiros
Por María Besteiros, Auxiliar técnico veterinario y peluquera canina y felina. 9 mayo 2024
Patas de pollo para gatos, ¿son buenas?
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Como saben buena parte de los cuidadores de gatos, estos son animales carnívoros, es decir, deben basar su dieta en la proteína procedente de tejido animal, como la carne o el pescado. De lo contrario, podrían presentar carencias nutricionales.

Hoy en día, está en aumento la preocupación por ofrecer dietas naturales y saludables, adecuadas a las necesidades de nuestros felinos domésticos. Dentro de esta ola, están en auge las dietas caseras o, al menos, la incorporación de alimentos naturales para complementar las dietas comerciales. En consecuencia, también se han incrementado las dudas sobre qué alimentos son aptos para los gatos y cuáles debemos evitar.

En este artículo de ExpertoAnimal nos centraremos en una parte del pollo que suele suscitar dudas: ¿las patas de pollo para gatos son buenas? Lo explicamos a continuación.

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Índice
  1. ¿Las patas de pollo son buenas para los gatos?
  2. Beneficios de las patas de pollo para los gatos
  3. Las patas de pollo para gatos, ¿crudas, cocidas o deshidratadas?
  4. ¿Cómo dar patas de pollo a un gato?
  5. Recetas con patas de pollo para gatos

¿Las patas de pollo son buenas para los gatos?

Como hemos dicho, los gatos son animales carnívoros, por lo que las patas de pollo podrían formar parte de su dieta y solo habría que ver de qué manera es mejor introducirlas. A algunos cuidadores puede generarles cierto rechazo porque es una parte del pollo que, en general, no se dedica a la alimentación humana y se considera un subproducto. Pero, si pensamos en un gato cazando en la naturaleza, nos daremos cuenta de que no tendrá impedimentos a la hora de ingerir presas con pelos, plumas o patas, por ejemplo.

Beneficios de las patas de pollo para los gatos

Las patas de pollo están compuestas, básicamente, por huesos, tendones, cartílago y piel. Son, por lo tanto, ricas en proteínas, entre las que destaca el colágeno, lo que las convierte en un buen ingrediente para añadir a la dieta de los felinos domésticos, que, como hemos dicho, debe basarse en proteínas de origen animal. Solo deberían ofrecerse con precaución a aquellos gatos que deben seguir una alimentación con proteínas controladas, por ejemplo, los que padecen enfermedad renal.

Además, las patas de pollo son ricas en glucosamina y condroitina, unas sustancias naturales que se encuentran en el cartílago y que, por lo tanto, ayudan al cuidado de las articulaciones, lo que puede ser especialmente recomendable para los gatos de edad avanzada, con problemas de articulaciones, como puede ser la artrosis, o en periodo de crecimiento. Seguro que has visto suplementos nutricionales a base de estos compuestos.

Por último, las patas de pollo también contienen minerales, como el calcio, el fósforo o el zinc, y vitaminas como las del grupo B. Por otra parte, son bajas en grasa, por lo que son aptas para gatos que deben cuidar su peso.

Patas de pollo para gatos, ¿son buenas? - Beneficios de las patas de pollo para los gatos

Las patas de pollo para gatos, ¿crudas, cocidas o deshidratadas?

Una vez que sabemos que podemos incluir las patas de pollo en la dieta de nuestros gatos, conviene decidir de qué manera ofrecerlas, es decir, si es mejor darlas directamente crudas o debemos cocinarlas o deshidratarlas, forma en la que ya se comercializan como snacks.

La dieta BARF, que ofrece alimentos crudos, se ha popularizado en los últimos tiempos, pero no sin controversia, ya que algunos profesionales señalan que es peligroso el consumo de carne cruda por la posibilidad de transmisión de enfermedades y parásitos. Aunque se afirme, no todos estos patógenos se eliminan con la congelación.

El cocinado, aunque puede disminuir la concentración de nutrientes, también facilita la asimilación de otros y, aunque los gatos cazan y consumen piezas crudas, también se han acostumbrado a su ingesta cocinada, gracias al proceso de domesticación. El problema en el cocinado está en que los huesos se pueden astillar y provocar daños en el aparato digestivo o atragantamientos. Esto puede evitarse si, en vez de dar las patas tal cual, las ofrecemos trituradas o incorporadas en distintas recetas (incluimos una receta de patas de pollo para gatos en el último apartado).

También, como hemos dicho, pueden darse las patas de pollo en snacks deshidratados. En este caso, las patas se secan mediante calor, que destruye potenciales patógenos y preserva los nutrientes, al no ser temperaturas demasiado altas.

Es un proceso que se puede hacer en el horno de casa, pero se tarda horas, por lo que los cuidadores suelen decantarse por comprar las patas ya deshidratadas. Eso sí, la textura crujiente puede no ser del agrado de todos los gatos.

¿Cómo dar patas de pollo a un gato?

Podemos dar patas de pollo a nuestro gato, básicamente, como parte de la dieta o a modo de recompensa. En el primer caso, es fundamental que contactemos con un experto en nutrición felina para que nos explique de qué manera debemos introducirlas en el menú, en qué cantidad, cuántas veces, etc.

Al contrario, si nuestro gato sigue una dieta comercial, como pienso o comida húmeda, podemos darle las patas de pollo como un premio, una o dos veces a la semana. Para esta situación podemos optar por las presentaciones deshidratada o cocinada. Si te preguntas cómo preparar patas de pollo para gatos, lee el siguiente apartado.

Patas de pollo para gatos, ¿son buenas? - ¿Cómo dar patas de pollo a un gato?

Recetas con patas de pollo para gatos

Si quieres ofrecerle este alimento cocinado a tu felino, puedes hacerlo preparando esta sencilla receta de gelatina de patas de pollo para gatos, sana, rica en proteínas y baja en grasas. Sigue este paso a paso:

  1. Lava bien las patas de pollo.
  2. Introdúcelas en una olla (puede ser a presión o tradicional) y cúbrelas de agua. No añadas sal.
  3. Cocínalas hasta que estén bien hechas (estarán tiernas).
  4. Tritura las patas con un poco de su caldo.
  5. Debido a la gran cantidad de colágeno que contienen, al ir enfriándose, quedará como una gelatina, que es lo que le puedes dar a tu gato.

Esta receta cuenta con la ventaja de que permite hacer una cantidad grande de gelatina, pues es posible introducir la mezcla triturada en el congelador. Si utilizas una cubitera, puedes congelarla en pequeñas porciones para dar a modo de recompensa, directamente fría o calentándola, caso en el que quedará más líquida.

Por cierto, también puedes aprovechar el caldo de patas de pollo para tus gatos. Si te ha sobrado, no lo tires, puedes ponerlo para beber, añadirlo al pienso, a la comida húmeda o a cualquier otra receta de comida casera. También puedes utilizarlo para hacer cubitos de hielo.

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