Piómetra en gatas - Síntomas y tratamiento



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A pesar de lo que se dice de las múltiples vidas de los gatos, la verdad es que los felinos son animales sumamente delicados, que aunque tienen resistencia a contraer enfermedades virales y bacterianas, puede llegar a sufrir ciertos padecimientos si no se pone atención a su salud como se debe.
Seguramente habrás escuchado que si tienes una gata y no la esterilizas esta puede llegar a desarrollar, a la larga, algunas enfermedades relacionadas con su útero y su sistema reproductivo, que en ocasiones llegan a tener consecuencias mortales.
Es por eso que en ExpertoAnimal queremos hablarte de la piómetra en gatas – síntomas y tratamiento, pues es una enfermedad que puede afectar a tu amiga felina sin que lo sepas, siendo potencialmente peligrosa para ella.
¿Qué es la piómetra?
Se trata de una infección que pueden desarrollar las hembras de algunas especies de mamíferos, como las gatas, las perras, las huronas y las cobayas. Consiste en la acumulación de pus en la matriz del útero.
En las gatas suele aparecer en edad avanzada, generalmente después de los 8 años, aunque también es posible que la desarrollen gatas jóvenes a las que se les ha administrado inyecciones o pastillas para detener el celo u otras terapias con estrógenos y progestágenos.
La enfermedad se manifiesta de forma repentina y puede resultar mortal, ya que las complicaciones implican la aparición de septicemia y peritonitis.

¿Cómo se contrae?
La gata puede contraer alguna bacteria durante la última parte del ciclo de celo, ya sea la Escherichia coli u otra. Durante esa etapa del celo los niveles de progesterona están más elevados, propiciando la infección.
Cuando la gata está preparada para recibir la monta del macho, las bacterias aprovechan la apertura de la vagina para atravesar el cuerpo del animal hasta el cuello del útero. Al darse un apareamiento en el que no se consigue la fecundación del óvulo, el útero se distiende y la mucosa que no ha sido fecundada se convierte en canal para el almacenamiento de las bacterias.
La enfermedad también puede desarrollarse a partir de otra bacteria que ya se encuentre en la sangre del animal, vulnerable ante el uso de hormonas administradas durante algún tratamiento. O cuando, producto de ciclos de celo irregulares, el útero se degenera y provoca una condición que se denomina Hiperplasia Endometrial Quística (HEQ), la cual hace propicio el desarrollo de bacterias, derivando en una piómetra.
De esta manera, las gatas que pueden desarrollar piómetra son aquellas que han tenido un celo durante el cual no se ha producido la fecundación, y las que han recibido terapias que impliquen el uso de progesteronas.
Síntomas de la piómetra
La piómetra en gatas tiene unos síntomas generales, y unos relacionados con el tipo de piómetra que haya desarrollado el felino. Entre los síntomas generales es posible mencionar:
- Vómito
- Letargo
- Fatiga
- Pérdida del apetito
- Polidipsia, aumento en la ingesta de agua
- Poliuria, orines frecuentes
- Deshidratación
Por otro lado, la piómetra puede ser abierta o cerrada:
- Piómetra abierta: el abdomen de la mascota se distiende debido a la acumulación de pus dentro del organismo. La gata expulsa a través de la vagina secreciones con mal olor, ya sea de pus o sangre.
- Piómetra cerrada: cuando la gata sufre esta variación de la enfermedad el malestar es todavía mayor, ya que el abdomen se distiende pero no se expulsa ninguna secreción por la vulva. A consecuencia de esto, la matriz puede llegar a reventar y producir una peritonitis, lo que resulta mortal.
Como lo que se llena de pus es la matriz, y este órgano está diseñado para acoger a la camada durante la gestación, su capacidad de almacenamiento es bastante amplia, provocando que la piómetra no pueda percibirse sino cuando ya han transcurrido varias semanas de iniciado el ciclo de la infección.
Si la enfermedad no es detectada a tiempo, como suele ocurrir en los casos de la piómetra cerrada, el pus que se encuentra en la matriz puede terminar transmitiendo las bacterias a la sangre del resto del cuerpo, ocasionando una septicemia debido a esta infección general, lo cual trae la muerte del animal.
También puede desatarse una peritonitis si el útero llega a distenderse más allá de sus capacidades, o si el animal sufre un golpe que, debido a la hinchazón, haga estallar el útero.

Diagnóstico
Ante la sospecha de piómetra en tu gata, deberás llevarla con su médico veterinario para que realice los exámenes necesarios que permitan comprobar o descartar la presencia de la enfermedad.
Para que el diagnóstico sea completo, será necesario realizar ecografías, radiografías, exámenes de sangre y química completa. Únicamente de esta forma se podrá determinar el tipo de piómetra, la gravedad del estado de la matriz y el útero y la extensión de la infección, determinando si se ha complicado con daño al hígado, los riñones u otros órganos.

Tratamiento de la piómetra
Lo más recomendable en caso de piómetra es recurrir a la intervención quirúrgica para extirpar el útero y los ovarios de la gata, lo cual recibe el nombre de ovarohisterectomía. Antes de la cirugía será necesario evaluar qué tan afectados se encuentra otros órganos, y estabilizar el cuerpo del animal con antibióticos y mucho líquido, para combatir la infección y la deshidratación.
Con la cirugía, la infección de piómetra es erradicada por completo, ya que se eliminan los órganos en los que se produce la enfermedad. Sin embargo, si la gata ha desarrollado problemas en los riñones a consecuencia de la infección, la recuperación puede ser complicada.
No obstante, también existe un tratamiento con fármacos, por el cual se opta cuando la salud general del animal no permite una operación, o cuando se quieren conservar las capacidades reproductivas de la felina. Este tratamiento busca expulsar el pus que se ha acumulado dentro del útero para luego atacar la infección. Tras limpiar el útero por completo, será necesario realizar ecografías durante varios meses seguidos para detectar una posible reinfección.
Será el médico veterinario quien nos pueda sugerir el método más adecuado y seguro para el animal, de acuerdo a las complicaciones del caso.

Prevención
Esterilizar a la gata evita este y cualquier otro problema relacionado con ciclos de celo tras los cuales no se inicia un período de gestación, por lo que es la opción más recomendable. Además existen un gran número de ventajas de la esterilización de un gato.
Así mismo, es recomendable evitar el uso de pastillas anticonceptivas para interrumpir el celo. Si no se desea que el animal tenga crías, simplemente recurrir a la esterilización. El uso de hormonas, tal y como hemos mencionado, puede provocar la piómetra.
Finalmetne recordamos que es importante llevar un control sobre el sistema reproductor de la gata, en caso de que se sospeche alguna enfermedad. Acudir al veterinario cada 6 meses aproximadamente es la mejor forma de prevenir y detectar cualquier enfermedad a tiempo.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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