Sabueso fino colombiano

El sabueso fino colombiano procede del cruce de distintos sabuesos originarios de Europa, Gran Bretaña y Norteamérica durante la época colonial. Hablamos de sabuesos españoles y franceses, el pointer, el foxhound o el pointer inglés. Este sabueso manifestó unas cualidades extraordinarias para la caza, por eso alcanzó una gran popularidad en todos los estratos de la sociedad, acompañando tanto a personas que se dedicaban a la caza como al deporte o a aquellas que necesitaban cazar para poder comer. Está muy vinculado al campesinado. En concreto, se dedicaba a seguir el rastro, gracias a su privilegiado olfato, de las presas de pelo.

Su desarrollo alcanzó todo el país, siendo perros perfectamente adaptados a las características geográficas y climatológicas del terreno. A esto ayudaron sus variedades, una estándar, otra grande y una tercera conocida como "barbilla". Se han encontrado fotografías y relatos sobre estos perros hasta 200 años atrás. En la actualidad, la raza está en el camino de cumplir los requisitos que se exigen para ser reconocida a nivel mundial por la Federación Cinológica Internacional (FCI). En cuanto lo logre, se incluirá en el grupo VI, el destinado a perros tipo sabuesos, perros de rastro y semejantes.

A primera vista, comparte características con los demás sabuesos. Así, se trata de un perro de tamaño medio a grande, orejas largas y pelo corto. Las variaciones en la talla se explican por su adaptación a distintas presas. Para recoger esta situación se habla de la existencia de dos variedades:

• Sabueso fino colombiano estándar: mide de 45 a 50 cm y pesa de 15 a 25 kg.
• Sabueso fino colombiano grande: está entre 51-58 cm, con un peso que oscila entre 25 y 35 kg.

En el año 2022, la Asociación Club Canino Colombiano reconoció una tercera variedad llamada barbilla. A excepción del tamaño, todas las variedades presentan las mismas características. Así, repasamos sus rasgos físicos con más detalle:

• Cabeza: proporcionada al cuerpo, el cráneo es ligeramente abombado, el stop está marcado y la trufa es grande, con los orificios nasales bien abiertos, y de color negro o marrón. Se encuentra en un hocico mediano, recto y algo más ancho en la base que en la punta. Los labios están desarrollados, pero no cuelgan. La mordida es en tijera. Los ojos son ovalados y destaca en ellos una expresión dulce. Se admiten en todos los colores, menos el azul, en combinación con el manto. Las orejas son largas y colgantes, pueden tener o no pliegues y están insertadas a la altura de los ojos o un poco más abajo. Su borde es redondeado y, en cuanto a la longitud, como mínimo deben llegar a la punta del hocico. El cuello es fuerte y es posible ver la piel suelta en la zona de la garganta.
• Cuerpo: es rectangular, más largo que alto y destaca en él su flexibilidad. Es robusto, pero no en exceso. La cruz está marcada y la espalda y el lomo son fuertes. La grupa está un poco más alta que la espalda. El pecho es amplio y de costillas bien arqueadas. El vientre está ligeramente recogido.
• Cola: es larga, más que el corvejón, y pierde grosor hacia la punta. Normalmente, la lleva en forma de sable.
• Patas: son medianas, sólidas, fuertes y musculosas. Los pies son medianos y cuentan con uñas y almohadillas fuertes.
• Manto: sobre una piel fina, el pelo es corto, liso, brillante y de textura suave.

Colores del sabueso fino colombiano

En el sabueso fino colombiano encontraremos una gran variedad de colores, que, además, pueden presentarse en diferentes tonalidades, patrones o combinaciones y con o sin blanco. La única excepción es el merlado, que no se admite. Destacamos los colores:

• Rojo.
• Negro.
• Marrón.
• Gris.

En estos perros convive un carácter obstinado para la caza y, en general, para la actividad física o mental y un temperamento afectuoso en el hogar, también con los niños, por eso hemos dicho que puede ser un buen perro de compañía. De hecho, llegan a ser muy dependientes de su familia y apegarse mucho, sobre todo a los más pequeños de la casa. Pero hay que tener en cuenta que para que en casa estén tranquilos debemos ofrecerles el suficiente ejercicio y toda la estimulación a nivel mental que requieren. De lo contrario, en casa, por aburrimiento, frustración o estrés, podrían desarrollar problemas de comportamiento que afecten a su bienestar y a la convivencia. Por ejemplo, ladridos excesivos. Aun así, se recomienda para casas con terreno antes que para apartamentos.

Acostumbrados a la caza con otros perros en sus orígenes, suelen llevarse bien con sus congéneres y convivir sin incidencias, aunque, debido a su fuerte instinto de caza, tendremos que tener cuidado con animales más pequeños, como gatos o conejos. Por otra parte, también aceptan a los desconocidos. Hay que saber que tienen un ladrido muy potente, de ahí algunos de los nombres que recibe en Colombia. Son, en general, tolerantes e inteligentes, pero, insistimos, deben poder quemar toda su energía.

En función de las características tanto físicas como comportamentales de las que hemos hablado, debemos adaptar los cuidados para el sabueso fino colombiano, de forma que garanticemos su bienestar físico y psicológico. Como veremos, sus cuidados básicos no difieren de los que necesitan la mayoría de los sabuesos. Destacamos:

• Alimentación: como cualquier perro, la alimentación debe estar basada en la proteína animal, que puede proceder de la carne o del pescado. Es importante respetar la cantidad diaria y no excederse con los premios comestibles, ya que estamos ante una raza con tendencia a engordar. Igualmente, si realiza una actividad intensa, podría necesitar un alimento de alta energía. En este post explicamos con detalle Qué comen los perros.
• Ejercicio: estos perros necesitan espacio para ejercitarse y oportunidades para practicar toda la actividad física que requieren para su bienestar y para mantenerse en su peso ideal. Varios paseos diarios son imprescindibles, como también lo es que corran, jueguen, interactúen con otros perros, etc. Podemos aprovechar su habilidad para el rastreo ofreciéndoles juegos de búsqueda de personas u objetos siguiendo su rastro. Juguetes de inteligencia o interactivos pueden ser también muy interesantes para ellos.
• Higiene: su manto es fácil de mantener. Solo hay que cepillarlo de vez en cuando y bañarlos cuando se ensucien, siempre utilizando productos específicos para perros y asegurándonos de que los dejamos completamente secos. Hay que vigilar las uñas por si fuese necesario cortarlas. Los dientes convendría limpiarlos a diario o, al menos, con la mayor frecuencia posible. Las orejas, al ser colgantes, son un punto de atención prioritario, pues el conducto auditivo va a estar peor ventilado, lo que favorece las infecciones. Hay que vigilarlas y limpiarlas con regularidad. En este artículo explicamos Cómo limpiar las orejas a un perro.

Su inteligencia puede ayudarnos mucho a la hora de educarlo, pero hay que recordar que puede ser muy obstinado, por lo que es necesario un adiestramiento firme y paciente, siempre recurriendo a los refuerzos positivos. Es fundamental que adquiera, al menos, las órdenes de obediencia básica. Esto nos permitirá soltarlo teniendo la seguridad de que obedecerá a nuestra llamada. De lo contrario, correríamos un gran riesgo en espacios públicos, pues no es extraño que se despiste si encuentran un rastro.

Además de la educación, es muy importante la socialización, que idealmente debe empezar desde sus primeras semanas de vida. Se trata de ir exponiéndolo a estímulos de todo tipo, como personas, escenarios, ruidos, vehículos, olores, etc., para que, en el futuro, no se asuste ante ellos. Recomendamos consultar estos artículos:

• ¿Cómo socializar a un cachorro?
• ¿Cómo socializar a un perro adulto?
• ¿Cómo educar a un cachorro?

Se trata de perros resistentes, sin patologías conocidas, aunque se recomienda realizar las pruebas para la detección de la displasia de cadera, ya que tienen cierta predisposición a sufrir esta enfermedad. Como hemos comentado, hay que controlar la alimentación para evitar el sobrepeso y vigilar las orejas, pues podrían verse afectadas con mayor frecuencia que las razas con orejas erguidas, por infecciones, cuerpos extraños, etc.

También debemos vigilar la presencia de lesiones o parásitos tras los paseos por zonas boscosas. Como para cualquier otro perro, es importante la medicina preventiva, esto es, seguir el calendario de desparasitaciones y vacunaciones establecido por el veterinario y acudir a revisión con regularidad, además de, por supuesto, siempre que muestre señales de enfermedad. En general, también se recomienda la castración. La esperanza de vida del sabueso fino colombiano se sitúa en los 14 años.

Fuera de Colombia, no es muy sencillo encontrar en adopción un sabueso fino colombiano. Podemos probar en asociaciones protectoras dedicadas específicamente a los sabuesos, por si acaso dispusiesen de algún ejemplar, que, habitualmente, será ya adulto. Otra opción es buscar en perreras y refugios un perro sabueso con características similares a las del fino colombiano. En la actualidad, miles de perros de estas razas o sus cruces están esperando una adopción. Todos merecen una oportunidad, con independencia de la raza o la edad, y todos cuentan con la potencialidad de ser excelentes compañeros.