¿Se puede morir un gato por estrés?
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Uno de los problemas, especialmente en los gatos que viven dentro de casa, es el estrés. Esta respuesta se produce cuando nuestros gatos perciben situaciones que consideran amenazantes, incómodas o desean salir al exterior y no pueden. Esta respuesta puede ser provocada por distintos factores, como cambios en su entorno, falta de atención o estimulación, enfrentamientos con otros animales o personas, cambios en su rutina... Reconocer las señales y saber gestionar el estrés en gatos es fundamental para favorecer su salud y bienestar, ya que un felino que se encuentra sometido a estrés prolongado puede desarrollar comportamientos problemáticos o enfermedades graves. Ahora bien, ¿se puede morir un gato por estrés? Sí y no. El estrés puede debilitar considerablemente al gato, lo que puede provocar que desarrolle enfermedades que acaben con su vida. Por tanto, el estrés no es la causa directa, pero sí indirecta. En este artículo de ExpertoAnimal hablamos de ello.
¿Un gato puede morir por estrés?
El estrés es un problema frecuente y grave en gatos, ya que estos necesitan estar en contacto con estímulos continuadamente y desgastar su energía. El estrés no suele ser la causa directa de la muerte en gatos, pero sí puede desencadenar ciertos problemas que podrían acabar con su vida. Esta afección debilita su sistema inmune, por lo que podría ser más susceptible a desarrollar enfermedades graves, como afecciones cardíacas, gastrointestinales, del sistema urinario y respiratorio. Además, puede producir que tu gato deje de comer, lo que tampoco ayudará mucho a su sistema inmune y puede favorecer el desarrollo de lipidosis hepática debido a ello.
Es fundamental intentar evitar que el gato esté constantemente estresado, por ello es necesario anticiparnos a las situaciones que pueden ponerle en ese estado, como por ejemplo:
- No salir al exterior. Si tu gato está encerrado todos los días en casa, el espacio del que dispone es pequeño y además desea salir, es posible que se encuentre muy estresado. Por ello, intenta poner a su alcance todo tipo de entretenimiento para que pueda distraerse. Los gatos que están en casa también necesitan mucha más atención que los que sí tienen acceso al exterior, por lo que es muy importante brindarles esa atención mediante juegos, ya que tú eres su distracción más cercana. Aquí te ayudamos a conseguirlo: "10 juegos para entretener a tu gato".
- Personas o situaciones desconocidas. Los gatos tienden a estresarse cuando entran a casa personas que no conocen o hay demasiado movimiento en su entorno, como por ejemplo en las mudanzas, ya que todo el ajetreo que se produce es una situación que altera su tranquilidad. Ante esto, intenta que tu gato tenga acceso a un sitio donde pueda esconderse y estar tranquilo. Para mudanzas, recomendamos este post: "¿Cómo mudarse con un gato?".
- Introducción de nuevos animales. Si estás pensando introducir otro gato en tu familia, debes saber que normalmente es otra situación que puede estresar mucho a tu gato. Con paciencia y trabajo, al poco tiempo podría acostumbrarse y ser una grata compañía para él, especialmente cuando se queda solo, pero es fundamental seguir los pasos correctos: "¿Cómo presentar a dos gatos?".
- Visitas al veterinario o viajes largos en coches. A veces no se puede evitar, pero es esencial saber cómo gestionarlo para intentar producir el menor estrés en tu amigo.
Signos de alerta por estrés en gatos
Cuando un gato se encuentra constantemente estresado, acaba manifestando comportamientos que pueden hacerte sospechar que en efecto necesita un cambio para intentar eliminar el estrés. Recuerda que el estrés puede ser el desencadenante de problemas de salud que acaben con su vida, de manera que no lo dejes pasar. Estas son algunas señales que pueden indicar que tu gato está estresado.
- Cambios en su apetito. Es posible que si tu gato se siente estresado, su apetito no sea el mismo y observes que deja de comer. Por otro lado, también es posible que tu gato coma en exceso debido a que se aburre o padece ansiedad, ya que no tiene opción de hacer nada más entretenido.
- Cambios en la micción. Otra respuesta a la incomodidad que produce el estrés en los gatos es que orinen fuera de su caja de arena. Esto también puede ser indicativo de algún problema en su sistema urinario, ya que el estrés puede ser la causa de su aparición.
- Cambios en el comportamiento. En ocasiones, los felinos pueden volverse más agresivos debido a la ansiedad que les crea querer salir y no poder, por ejemplo.
- Cambios en el aseo. Disminución de acicalamiento debido a la tristeza que les causa el estrés, o, por el contrario, acicalamiento excesivo con el fin de aliviarlo son también señales a tener en cuenta.
- Cambios en el sueño. Es posible que tu felino duerma más o que esté más inquieto y no duerma sus horas correspondientes.
- Gritos, maullidos excesivos, gruñidos o quejidos que indican que necesita descargar su energía y no puede. Así mismo, si tu gato necesita descargar su energía y le resulta difícil, puede ser que empiece a arañar muebles, cortinas o a destrozar lo que pueda con el fin de liberar su energía.
Mi gato ha muerto por estrés, ¿qué ha pasado?
Como hemos mencionado antes, se puede morir un gato por estrés pero no de forma directa, es decir, es poco probable que tu gato muera a causa del estrés en sí, pero sí puede haber propiciado el desarrollo de otros problemas de salud que hayan acabado con su vida. Si quieres saber qué ha pasado, lo más recomendable es acudir al centro veterinario para que realicen una necropsia. Las afecciones más habituales que suelen aparecer como consecuencia del estrés son las siguientes:
- Problemas del sistema cardiovascular. Frente a estas situaciones se aumenta la presión arterial, provocando cambios en el ritmo cardíaco, lo que pone más presión en el corazón y debido a ello se pueden desarrollar problemas cardíacos con más facilidad.
- Problemas del sistema urinario. Los gatos que están sometidos a estrés frecuentemente tienden a desarrollar problemas en las vías urinarias, como obstrucciones urinarias, cistitis o cristales. Esto se debe a que el estrés afecta al sistema nervioso, viéndose especialmente comprometida la vejiga.
- Problemas gastrointestinales. Es posible que también aparezcan problemas como vómitos o diarreas debido al estrés. Como las secreciones de ácido en el estómago pueden aumentar, se acelera el tránsito intestinal.
- Problemas del sistema inmune. El estrés puede reducir la capacidad del cuerpo para defenderse, por lo que tu felino será más susceptible a las infecciones o a desarrollar cualquier enfermedad.
Es importante recalcar que en ocasiones pueden existir problemas de salud preexistentes que se agravan con el estrés. En conclusión, el estrés prolongado puede afectar al organismo de tu gato y puede producir varias patologías que podrían agravarse y provocar enfermedades que podrían comprometer gravemente la salud de tu felino.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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