Trombosis en perros - Tratamiento y síntomas
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En condiciones normales, la sangre circula ordenada por el interior de los vasos sanguíneos y mantiene un equilibrio entre los factores que favorecen y los que impiden la coagulación. Sin embargo, cuando se produce una alteración en la circulación de la sangre, en la pared de los vasos o en la coagulación sanguínea, se pueden generar trombos en el interior de los vasos sanguíneos, los cuales ocasionarán una falta de riego en aquellos órganos o regiones corporales normalmente irrigados por esos vasos.
Si quieres saber más acerca de qué es la trombosis en perros, su tratamiento y síntomas, acompáñanos en el siguiente artículo de ExpertoAnimal en el que explicaremos los aspectos más importantes de esta patología, sus causas y diagnóstico.
¿Qué es trombosis en perros?
La trombosis es el proceso patológico que se caracteriza por la coagulación de la sangre dentro de los vasos sanguíneos o dentro del corazón de un animal vivo. La sangre pasa de un estado líquido a formar una masa sólida, denominada trombo, la cual ocluye total o parcialmente el vaso en el que se encuentra. Esto compromete la circulación en ese vaso y dificulta el riego sanguíneo a los órganos o las regiones corporales irrigadas por los vasos afectados.
La trombosis y la embolia son términos que habitualmente se confunden, sin embargo, no significan exactamente lo mismo. Los trombos se mantienen siempre unidos a la pared de un vaso, sin embargo, los émbolos son partes de un trombo que se desprenden y viajan por el torrente sanguíneo hasta llegar a un vaso lo suficientemente pequeño como para ocluirlo.
Aunque los trombos en perros pueden localizarse en cualquier vaso sanguíneo, es más frecuente encontrarlos en:
- La circulación pulmonar.
- La circulación renal.
- La circulación aorta.
- De forma generalizada en todo el sistema circulatorio (afectación multiorgánica).
Los tres mecanismos que pueden dar lugar a este proceso patológico se conocen como “triada de Virchow”, que comprende:
- Alteraciones en el flujo sanguíneo: las turbulencias, los remolinos o los fenómenos de enlentecimiento (estasis sanguíneo) desorganizan las columnas de flujo en el interior del vaso, lo que favorece la formación de trombos.
- Lesión de la pared de los vasos sanguíneos: la sangre circula de manera ordenada; las plaquetas con carga negativa circulan por la periferia, y las células endoteliales del vaso sanguíneo también tienen una carga negativa, lo que hace que se repelan. Sin embargo, cuando se lesiona el endotelio del vaso, se expone el subendotelio que tiene carga positiva, favoreciendo que las plaquetas se agreguen y se unan a la pared del vaso.
- Estados de hipercoagulabilidad: existen ciertas patologías que desencadenan un desequilibrio entre los factores pro-coagulantes y anticoagulantes, lo que favorece la formación de trombos.
Cualquiera de estas causas, solas o combinadas, pueden producir un la formación de un trombo de forma directa.
Causas de trombosis en perros
¿Qué puede causar la trombosis en perros? Como acabamos de explicar, la trombosis se produce como consecuencia de alguna de las alteraciones que conforman la triada de Virchow. En concreto, las causas que pueden dar lugar a cada una de estas alteraciones son:
- Alteraciones en el flujo sanguíneo: enfermedad cardiaca (fundamentalmente endocarditis y endocardiosis), malformaciones anatómicas, aumento de la viscosidad de la sangre y decúbito prolongado.
- Lesión de la pared de los vasos sanguíneos: Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SIRS), sepsis, parásitos cardiacos, neoplasias, traumatismos severos, lesiones por inyecciones o catéteres intravenosos, vasculitis, shock, ateroesclerosis
- Estados de hipercoagulabilidad: síndrome de Cushing, enfermedad renal, enfermedades gastrointestinales, pancreatitis, coagulación vascular diseminada (CID), neoplasias y enfermedades cardiacas.
En particular, los trombos en perros son especialmente frecuentes en casos de sepsis, enfermedad renal y enfermedad cardiaca.
Síntomas de trombosis en perros
Los síntomas de la trombosis se producen como consecuencia de la falta de riego (isquemia) de los órganos o regiones corporales normalmente irrigadas por el vaso afectado. Algunos de los síntomas que se observan con mayor frecuencia en los casos de trombosis en perros son:
- Debilidad o parálisis de las extremidades traseras (en caso de trombosis aórtica).
- Palidez de la piel.
- Falta de pulso.
- Dolor de la región corporal afectada.
- Hipotermia de la región corporal afectada.
- Signos de insuficiencia: en función del órgano afectado, podrán aparecer signos de insuficiencia renal, hepática, respiratoria, etc.
Diagnóstico de trombosis en perros
La sintomatología clínica del paciente puede hacer sospechar la trombosis, sin embargo, para alcanzar el diagnóstico de enfermedad trombótica es necesario realizar una serie de pruebas complementarias:
- Analítica sanguínea: se debe tomar una muestra de sangre del paciente para medir los tiempos de la coagulación, el recuento de plaquetas, la determinación de fibrinógeno, antitrombina y productos de degradación de la fibrina (PDFs y D-dímeros). No obstante, se debe tener en cuenta que estas pruebas laboratoriales no son específicas para el diagnóstico de la trombosis, por lo que unos resultados normales no deben hacer descartar la enfermedad.
- Ecografía Doppler color: se trata de un tipo de ecografía que permite evaluar la circulación de la sangre dentro de los vasos sanguíneos, al mostrar la velocidad y la dirección de la sangre en tiempo real.
- Angiografía: es un tipo de radiografía de contraste en la que el material de contraste se introduce en el interior de los vasos sanguíneos.
Aunque las pruebas de imagen permitan diagnosticar la enfermedad trombótica, de forma complementaria es necesario realizar una batería de pruebas diagnósticas para discernir la posible causa de la trombosis. Por ello, en estos animales es recomendable realizar:
- Analítica sanguínea: con hemograma y perfil bioquímico completo.
- Análisis de orina: con cociente proteína/creatinina.
- Ecocardiografía.
- Ecografía abdominal.
- Radiografía de tórax.
Solo de esta manera conseguiremos determinar la causa primaria de la trombosis e instaurar un tratamiento frente a la misma que evite formación de nuevos trombos.
Tratamiento de trombosis en perros
Cuando los trombos son recientes y pequeños, el organismo es capaz de destruirlos gracias a la acción de la trombolisina. Sin embargo, en casos crónicos o trombos de gran tamaño, es imprescindible instaurar un tratamiento basado en los siguientes puntos:
- Inducir un estado de hipocoagulabilidad: para reducir la formación de trombos. Esto se consigue mediante el uso de fármacos fibrinolíticos o antitrombóticos (como heparina y clopidogrel).
- Cirugía: cuando las condiciones del paciente lo permitan, será necesario extraer el trombo mediante una técnica de trombectomía (quirúrgica o percutánea por cateterismo), que permita restaura el flujo de sangre en el vaso afectado.
Además, siempre que sea posible, será necesario instaurar un tratamiento específico frente a la patología subyacente que ha dado lugar al fenómeno trombótico, para evitar así la formación de nuevos trombos.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Crespo, V., Mesa, I., Ruiz de Gopegui, R. (2015). Estudio retrospectivo de 19 casos de trombosis; etiología y localización de los trombos. Clínica Veterinaria de Pequeños Animales; 35(3)
- Serrano, B. Claretti, M., Bussadori, C. (2022). Manejo intervencionista del tromboembolismo aórtico abdominal en tres perros. Axon comunicación