A mi conejo le fallan las patas de atrás - Causas y qué hacer
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Los conejos son mamíferos lagomorfos, no roedores, que, cada vez más, se encuentran en los hogares como animales de compañía. El problema es que no siempre se dispone de la suficiente información sobre los cuidados que necesitan, lo que puede tener como resultado la aparición de algunos trastornos.
En este artículo de ExpertoAnimal en concreto explicaremos por qué a un conejo le fallan las patas de atrás. Los conejos tienen una musculatura potente, pero un esqueleto frágil, de ahí la importancia de controlar las patas traseras.
¿Por qué es importante cuidar las patas traseras de los conejos?
Las extremidades posteriores de los conejos pueden romperse con relativa facilidad. Por ejemplo, si están intentando escapar. Las caídas desde los brazos cuando los sostenemos o desde superficies en altura como las mesas o las sillas pueden provocar una fractura en estas extremidades. La zona de los tarsos, que sería equivalente a nuestros tobillos, es especialmente delicada, pues se trata de un área sobre la que se carga gran parte del peso del conejo, posee una menor cantidad de tejidos blandos, así como de recubrimiento de pelo. Por eso, no es extraño que en ella aparezcan inflamaciones, enrojecimiento o heridas.
Para el cuidado general de las patas traseras se recomienda no utilizar arena de gato como sustrato, pues les resulta abrasivo, y buscar uno suave y blando, mantener la higiene y propiciar que el conejo realice el ejercicio necesario para evitar el sobrepeso y la obesidad. Consulta todos los Cuidados del conejo en este otro artículo.
¿Por qué mi conejo no mueve o arrastra las patas de atrás?
Como hemos visto, las patas traseras de los conejos son extremadamente delicadas, por ello son varias las causas que pueden explicar por qué no las mueve. A continuación, repasaremos distintas patologías que pueden explicar por qué a nuestro conejo le fallan las patas de atrás, algunas de ellas presentes entre las enfermedades más comunes en conejos.
Úlceras tarsales y pododermatitis
Se trata de lesiones en los tarsos que pueden ser leves, apreciables como falta de pelo, o graves, al punto de que al conejo le fallan las patas de atrás, perdiendo funcionalidad. Conviene que revisemos regularmente esta zona para poder intervenir en cuanto detectemos el primer síntoma. En ese caso, con iniciar los cuidados generales que hemos enumerado puede ser suficiente para resolver el problema.
Sin embargo, cuando ya hay dificultades de movilidad estamos ante una pododermatitis de consideración que necesita tratamiento veterinario, además de los cuidados mencionados, y, aún así, la curación puede ser difícil. En estos casos habrá que administrar antibióticos y antiinflamatorios de forma local o sistémica. En ocasiones, la infección llega al hueso, lo que puede llevar a la amputación de la extremidad afectada, a la que los conejos suelen adaptarse muy bien, e incluso a la eutanasia cuando la infección se generaliza.
Encefalitozoonosis
Es una enfermedad causada por un parásito llamado Encephalitozoon cuniculi, que tiene predilección por el tejido cerebral y el renal. Es un parásito intracelular muy común en esta especie. Los conejos pueden contraerlo en cualquier momento de su vida, incluida la etapa fetal, ya que se transmite también por vía materna. Sus síntomas más típicos incluyen:
- Descoordinación y desequilibrio.
- Movimientos circulares.
- Paresia o parálisis.
- Temblores.
- Convulsiones.
- Tortícolis.
- Nistagmo o movimientos involuntarios de los ojos.
- Sordera.
- Incontinencia.
- Muerte súbita.
Otras veces hay síntomas oculares y renales, como aumento en el consumo de agua y en la eliminación de orina. No siempre es fácil el diagnóstico porque el parásito puede esconderse en tejidos de difícil acceso. A veces se detecta en una prueba de sangre.
El tratamiento que se administra es de soporte e incluye un antiparasitario que hay que dar durante varias semanas. También se valora con regularidad la función renal. El conejo puede curarse, aunque es habitual que le quede alguna secuela.
Daño medular
Las lesiones a nivel de la médula son otra causa que puede explicar por qué a un conejo le fallan las patas traseras, ya que van a afectar a la movilidad. Podemos notar que hay una debilidad en estas extremidades, el conejo arrastra una pata trasera o las dos porque no consigue moverlas o existe una parálisis total. Por desgracia, es relativamente fácil provocar este tipo de daños en los conejos. Un forcejeo puede ser suficiente.
Para comprobar el estado de la médula se hace necesario hacer pruebas de imagen, como una radiografía o un TAC. Por lo tanto, es imprescindible acudir al veterinario. Puede tratarse con medicación y reposo absoluto, pero el pronóstico va a depender de los daños existentes. Este será mejor si el conejo conserva la sensibilidad en las extremidades afectadas y el control de esfínteres.
Fracturas
La musculatura potente y los huesos ligeros, más el carácter asustadizo que caracteriza a los conejos, tienen como resultado una combinación que propicia las fracturas. Saltos desde alturas o incluso una incorrecta manipulación en la exploración veterinaria pueden acabar por romper extremidades, cadera y hasta la columna vertebral. Cuando se asustan, los conejos se impulsan con tanta potencia con las patas traseras que, sin una buena sujeción o una superficie antideslizante, es relativamente fácil que se fracturen.
La resolución va a depender del tipo de fractura. A veces basta con guardar reposo, en otras ocasiones hay que inmovilizar y en los casos más graves será necesario operar. Cabe destacar la importancia de buscar un buen veterinario, experto en animales exóticos, tanto para prevenir un mal manejo como para resolver patologías de esta envergadura con garantías.
¿Qué hacer si a mi conejo le fallan las patas de atrás?
Tal y como hemos visto, es fundamental acudir al veterinario para detectar la causa que provoca que tu conejo no mueva las patas de atrás, las arrastre o le fallen. Es necesario realizar pruebas de imagen en muchos casos, así como analíticas de sangre y otras pruebas. Sin un buen diagnóstico, no es posible iniciar el tratamiento. Así mismo, debido precisamente a la fragilidad de estos animales es fundamental no automedicarlos ni practicar tratamientos por nuestra cuenta, puesto que podríamos empeorar el cuadro clínico.
Una vez obtenido el diagnóstico, tendremos que seguir las pautas del veterinario y propiciar a nuestro conejo un lugar cómodo para descansar, un ambiente tranquilo y totalmente libre de estrés. Igualmente, es importante controlar la alimentación y garantizar que dispone de agua fría siempre.
En este vídeo te hablamos de la mejor dieta para conejos adultos.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Bengoa, Alfredo. (2015). Manual Práctico de Medicina de Mamíferos Exóticos. Madrid. Axón Comunicación.
- Soler, Vicente Gonzalo. (2017). Encephalitozoon cuniculi en un conejo doméstico. Portal Veterinaria.