¿A qué edad los perros pueden aparearse?

Lo primero que debemos saber con respecto a la cuestión de a qué edad los perros pueden aparearse es que la monta no siempre implica reproducción y, cuando sí se relacionan, esta solo tendrá lugar en los días fértiles. Así, es posible que, sobre todo si tenemos la oportunidad de observar a una camada completa, podamos ver que, desde muy temprana edad, los perros intentan montarse unos a otros. Este comportamiento no tiene que ver con la sexualidad en perros cachorros y son comportamientos de juego habituales.

Por lo tanto, la acción de montar, por sí sola, no nos da información sobre a qué edad los perros pueden procrear. El criterio que debemos tener en cuenta es la fertilidad, ya que es a partir de ese momento cuando el perro va a poder reproducirse.

Un perro es fértil cuando alcanza la madurez sexual. En el caso de los machos, comenzará a producirse esperma. Las hembras manifestarán lo que se conoce como celo. No hay una edad de madurez fija que sirva para todos los perros y hay diferencias en función del tamaño. Así, los perros pequeños alcanzan antes la madurez, mientras que, en los grandes, esta se va a demorar. Para un perro mediano podemos establecer como media los nueve meses de edad. Las oscilaciones se cifran entre los seis y los doce meses.

Aunque no podemos fijar una edad, sí podemos decir que hay señales que nos pueden indicar que la madurez sexual se acerca. Los perros machos comenzarán a levantar la pata y en ellos y en las hembras empezaremos a notar signos de celo.

Los perros solo van a querer reproducirse cuando pueden físicamente y esto se limita a un período concreto que denominamos celo. Si queremos saber a qué edad los perros pueden tener cachorros, que se presente el celo no deja lugar a dudas. A partir de su aparición, el animal va a ser fértil, por lo que podrá reproducirse.

Una perra en celo va a presentar, como signos más destacados, una hinchazón en la vulva y una secreción vaginal sanguinolenta. Pero, además, notaremos cambios en su comportamiento, orinará un mayor número de veces, estará alterada, mostrará la vulva si se le acerca un perro y los atraerá. Las perras sufren este período de celo unas dos veces al año.

Por su parte, los machos no tienen un período de fertilidad marcado. En cuanto alcanzan la madurez pueden aparearse siempre que detecten la presencia de una perra en celo. En ellos esta etapa se muestra más con signos comportamentales, es decir, el perro está en celo y llora, se muestra nervioso, intenta fugarse tras la perra, etc. Además, podría pelearse con otros machos para conseguir acercarse a ella. Para conocer más detalles acerca de este periodo en los machos, recomendamos consultar este artículo: "Celo en perros machos - Síntomas y duración".

Esta pregunta, en realidad, deberíamos reformularla como a qué edad los perros machos pueden aparearse. Y esto es así porque la reproducción se debe a un instinto de perpetuación de la especie. El perro no busca reproducirse por placer y por eso es un error extrapolar la sexualidad humana a la canina. Los perros van a intentar aparearse a partir del inicio de su madurez sexual solo cuando detecten una perra en celo.

Por su parte, las hembras tan solo se aparean en sus días de celo receptivo. La edad media en la que es posible el apareamiento, por lo tanto, se corresponde con la mencionada para el celo, es decir, unos nueve meses, siendo antes en las razas pequeñas y después en las más grandes.

Hemos visto a qué edad los perros pueden aparearse y esa cifra va a coincidir con la edad a la que pueden tener descendencia. Una vez se produce el apareamiento es muy probable que haya fecundación, con la consiguiente gestación. Pero que un perro ya tenga edad para tener crías no quiere decir que sea recomendable que las tengan tan pronto. De hecho, los criadores profesionales no cruzan a los perros antes de que hayan completado, por completo, su desarrollo físico. Las perras no antes del segundo o tercer celo. Los machos hacia los 18-24 meses.

Saber cuándo un perro es fértil debe hacernos pensar en la importancia de controlar la reproducción. Comenzando a tan temprana edad, con dos celos al año y camadas de unos cinco cachorros se explica la dimensión del problema de la sobrepoblación canina. No podemos contribuir a una situación que lleva a abandonos, maltratos y muertes. La tenencia responsable pasa por la esterilización temprana tanto de machos como de hembras. Esto, además, permitirá mantener a los perros alejados de una perra en celo.

Tal y como hemos explicado en el apartado anterior, no es algo que el perro necesite para mantenerse sano o ser feliz. De esta forma, debemos tener presente que el mito que justifica que toda perra debe tener al menos una camada en la vida es totalmente falso. De hecho, esterilizar o castrar a perros y perras de forma pronta aporta múltiples beneficios para su salud, tales como prevenir la aparición de tumores de mama o de testículos, piómetra, mastitis, embarazo psicológico, etc.

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