Alimentación para perros con leishmania

Como hemos avanzado, la leishmaniosis es una enfermedad provocada por unos protozoos denominados leishmanias que puede afectar de distintas maneras a los perros, es decir, podemos encontrar un cuadro de signos clínicos diversos, además expresado con menor o mayor gravedad. Por ejemplo, puede haber ejemplares con problemas cutáneos (heridas, alopecia, seborrea, etc.), lesiones oculares, fiebre, anemia, crecimiento anómalo de las uñas (onicogrifosis), dolor en las articulaciones o mal funcionamiento de los sistemas renal y/o hepático.

En función de los daños que presente el perro, es posible que necesite un alimento específico que tendrá que prescribir el veterinario. Pero, en general, todos los perros enfermos de leishmaniasis se beneficiarán de seguir una dieta que cuide la piel, potencie el sistema inmune para luchar contra la enfermedad, no sobrecargue los riñones ni el hígado y ofrezca nutrientes de calidad fácilmente asimilables, ya que es posible que, al menos en determinadas fases, a los perros afectados les cueste comer. Así, la dieta debe estar basada en:

• Carnes o pescados como el pollo, el pavo, la caballa, el salmón, etc.
• Antioxidantes. Las proteínas anteriores pueden acompañarse de alimentos ricos en antioxidantes, como las vitaminas A y C, que se encuentran en frutas, verduras y cereales integrales como el arroz.
• Ácidos grasos omega 3 y 6. El alimento también debe aportar ácidos grasos omega 3 y 6, presentes, sobre todo, en aceites de pescado.
• Probióticos, que contribuyen al buen funcionamiento digestivo y que podemos encontrar en alimentos como el yogur natural.

Estos nutrientes pueden darse a modo de suplementos, pero también podemos optar por escoger un alimento de calidad que cubra las necesidades del perro enfermo sin tener que suplementar. Un ejemplo de alimento recomendado en estos casos es Lenda Vet Nature Leishmaniasis, ya que es un pienso para perros con leishmania de todas las edades y razas que cumple con los requisitos mencionados y funciona como el mejor apoyo nutricional al tratamiento veterinario correspondiente. Está elaborado con un contenido reducido de proteínas de alta digestibilidad y palatabilidad e ingredientes seleccionados para dar soporte al sistema inmune y controlar los signos clínicos que manifieste el perro.

Como cualquier otro perro, los enfermos de leishmaniosis pueden alimentarse con opciones comerciales (dietas específicas o no según el criterio del veterinario), que pueden ser pienso, comida húmeda, deshidratada, etc., o recurrir a las dietas caseras, siempre y cuando el menú esté elaborado por un profesional del ramo. Es importante tener este aspecto en cuenta porque una dieta inadecuada no solo no va a favorecer la recuperación del animal, sino que puede dificultar esta recuperación e incluso agravar el cuadro.

En primer lugar, el mejor pienso para un perro con leishmaniosis será el que nos recomiende el veterinario en función de sus circunstancias particulares, es decir, de los daños y la sintomatología que haya provocado la enfermedad. Teniendo en cuenta las características generales de la leishmaniosis y las necesidades nutricionales que hemos repasado, si optamos por alimentar a nuestro ejemplar con pienso, este debe respetar los siguientes aspectos:

• Proteínas: deben ser de calidad, fácilmente digeribles y en su justa proporción para no sobrecargar el sistema renal. Es tan perjudicial su exceso como su defecto. Las proteínas hidrolizadas están sometidas a un proceso de “rotura” que ayuda a prevenir reacciones alérgicas y facilita su asimilación. Por supuesto, su procedencia será la carne o el pescado de calidad.
• Omega 3 y omega 6: son ácidos grasos muy importantes para distintas funciones del organismo y que ayudan a la recuperación y el cuidado de la piel y a la disminución de la inflamación, de ahí su relevancia en perros con lesiones dermatológicas y/o dolor en las articulaciones. Para el cuidado articular es positiva también la presencia de glucosamina y condroitina.
• Antioxidantes: son nutrientes, como las vitaminas, que se requieren en pequeñas cantidades, pero igualmente resultan imprescindibles para las distintas funciones del organismo. El fortalecimiento del sistema inmune, que es quien va a luchar contra las leishmanias, está entre ellas.
• Fósforo: este mineral debe administrarse en cantidades equilibradas cuando hay problemas en los riñones.
• Probióticos: son microorganismos vivos, como bacterias y levaduras, beneficiosos para la salud, especialmente renal, inmune y digestiva.

Por último, hay que saber que el tratamiento contra la leishmaniosis puede provocar la formación de cálculos de urato y de cistina. Desde la alimentación pueden prevenirse, de ahí también su importancia.

Como hemos comentado, Lenda Vet Nature Leishmaniasis es un pienso para perros con leishmania altamente recomendado debido a que ofrece una composición totalmente adaptada a lo mencionado.

Los mismos ingredientes y nutrientes básicos que hemos señalado en apartados anteriores deben ser la base de una alimentación casera para perros con leishmaniosis. Es decir, partiendo de un plato cuyo ingrediente principal sea la carne o el pescado, podemos añadir otros ingredientes (verduras, legumbres, frutas, etc.) que aporten nutrientes como los que hemos mencionado. Descubre en este otro artículo las Frutas y verduras buenas para perros.

Pero si se opta por una dieta casera, es fundamental que se busque el asesoramiento de un veterinario especializado en nutrición canina. Es la única manera de garantizar que nuestro perro está recibiendo la nutrición que necesita. De lo contrario, menús descompensados o basados en las sobras de la alimentación humana pueden provocar desequilibrios en la dieta con los consiguientes problemas para el perro, que puede sufrir carencias que empeoren su situación o retrasen la recuperación.

En conclusión, es importante tener presente que la mejor alimentación en casos de leishmaniosis canina depende de las circunstancias de cada perro. Con circunstancias nos referimos tanto a su estado de salud como a sus preferencias. Por otra parte, la dieta por sí sola no lo va a curar, sino que es un complemento al tratamiento que considere su veterinario.

Además de escoger un alimento adecuado para nuestro perro con leishmaniosis siguiendo las pautas que hemos comentado y cumplir el tratamiento prescrito por el veterinario, es recomendable que tengamos en cuenta los siguientes consejos:

• Repartir la ración diaria en varias tomas y ofrecerlas, aproximadamente, a las mismas horas. Las rutinas ayudan a los perros a aumentar su bienestar y reducir el estrés, que puede repercutir en su sistema inmune.
• Recurrir a alimentos palatables, es decir, aquellos que el perro coma con gusto, ya que muchos de estos ejemplares enfermos van a presentar inapetencia y anorexia. Hay que incitarlos a comer para no agravar su estado. De esta forma, si tu perro con leishmania no quiere comer, te animamos a probar otro alimento.
• No hay que olvidar una correcta hidratación, sobre todo en perros con problemas renales. Si come pienso y no bebe lo suficiente, ofréceselo remojado en agua tibia o caldo casero.

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