¿Cómo cambiar de lugar el arenero de un gato?

Los gatos son animales de costumbres, por lo que todo cambio tiene que hacerse de manera controlada y, sobre todo, cuando verdaderamente haya necesidad de introducir una modificación. Esto quiere decir que si nuestro gato usa sin inconvenientes el arenero en el lugar en el que se lo hemos dispuesto, no hay ninguna necesidad de cambiarlo de sitio. Si por una razón de peso debemos moverlo, cómo cambiar de lugar el arenero del gato puede ser tan fácil como disponerlo en la nueva ubicación que hayamos decidido y mostrárselo. Generalmente, dentro del mismo hogar y si no concurren más cambios, el gato acepta bien el traslado, siempre y cuando se respeten las medidas adecuadas. Por supuesto, si el gato no está usando el arenero, es motivo más que suficiente para cambiarlo, ya que puede estar sintiéndose incómodo con él o con la ubicación, siendo esto la causa del problema.

Si tenemos que cambiar de lugar el arenero del gato, el nuevo sitio y la caja de arena deben cumplir las características siguientes:

• Recogimiento, el arenero debe disponerse en un lugar tranquilo e íntimo, alejado de zonas de tránsito y de ruidos. Con las actuales dimensiones de las viviendas, en especial de los pisos, el lugar favorito suele ser el cuarto de baño, que es la estancia que pasa más tiempo vacía, lo que propicia la tranquilidad que requiere el gato.
• Nuestro gato en su arenero debe sentirse escondido y protegido, no olvidemos que la eliminación es un momento de vulnerabilidad, pero, a la vez, tiene que tener fácil "escapatoria" para que no se vea atrapado. Aunque en nuestra casa no le vayan a acechar sus enemigos (o sí, en sentido figurado, si convivimos con más gatos), el gato conserva sus instintos de forma que necesita que el arenero y su ubicación cumplan con estos requisitos.
• Si hay más de un gato en casa, debe haber el mismo número de areneros que de gatos + 1, para evitar problemas entre ellos.
• Algunos gatos prefieren areneros cerrados mientras que otros rechazarán lo que no sea una bandeja abierta. Tendremos que probar y descubrir cuál es la caja de arena que prefiere nuestro minino.
• El arenero debe tener el tamaño adecuado para que el gato pueda darse la vuelta sin tener que salir de él.
• Además, debe contener la cantidad de arena suficiente para que el gato pueda enterrar sus deposiciones. Para él es muy importante poder ocultar su rastro.
• En cuanto al tipo de arena, hay variedad donde escoger en el mercado. Podemos probar varias y dejar que el gato decida o, si las usa indistintamente, nos quedaremos con la que más nos guste a nosotros según su relación calidad/precio y su funcionalidad. Las podemos encontrar absorbe olores y perfumadas, aunque estas últimas algunos gatos no las aceptan.
• La altura del arenero debe adecuarse a las condiciones del gato. Así, unas paredes demasiado altas no van a ser recomendadas para gatitos o gatos ancianos y/o con problemas de movilidad.
• Además de las costumbres, a los gatos les gusta la limpieza. Hay que mantener el arenero muy limpio.

Una vez establecido dónde colocar el arenero del gato, llega el momento de realizar el cambio. A la hora de cambiar de lugar el arenero de un gato, podemos apoyarnos en las siguientes medidas:

• Mostrarle dónde está el arenero en su nueva ubicación. Que nos vea cambiarlo de sitio.
• Para animarlo a usarlo, puede ponerse algún olor que lo atraiga.
• Si vemos que al gato le está afectando el cambio o queremos anticiparnos a un posible rechazo, podemos recurrir a tratamientos con feromonas tranquilizadoras o Flores de Bach.

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