¿Cómo interpretar un análisis de sangre en perros?

La extracción de sangre para su análisis constituye una técnica muy habitual e importante en todas las clínicas veterinarias. Lo normal es que la muestra se tome de la pata delantera pero, en determinados casos, puede sacarse sangre de las patas traseras o incluso del cuello.

Muchas clínicas ya cuentan con los aparatos necesarios para analizar la sangre en la propia clínica, pudiendo así obtener los resultados de los parámetros básicos en pocos minutos. Esto va a permitir iniciar el tratamiento con rapidez. En los siguientes apartados veremos los elementos más importantes que se analizan.

Cuando se necesita más información o valorar parámetros más concretos, como pueden ser, por ejemplo, vitaminas u hormonas tiroideas, el veterinario enviará la muestra a un laboratorio externo. Además, en el mercado contamos con kits que permiten, a partir de una gota de sangre, detectar la presencia de enfermedades como la parvovirosis canina. La analítica de sangre también se realiza antes de una operación, por si hubiese algún riesgo añadido a tener en cuenta, especialmente en lo relativo a la anestesia, que se va a eliminar por hígado y riñones.

En un análisis de sangre en perros, ¿cuáles son los valores normales?

Por último, para valorar los resultados hay que tener en cuenta los valores de referencia que ofrece el laboratorio, ya que puede haber ciertas variaciones entre ellos. En los siguientes apartados desgranamos cómo interpretar un análisis de sangre en perros.

Si accedemos al papel con los resultados de la analítica de nuestro perro veremos que el análisis se va a dividir en diferentes secciones. La primera será el hemograma, donde podremos encontrar los glóbulos rojos, blancos y las plaquetas:

Los glóbulos rojos o eritrocitos son los encargados de transportar el oxígeno por la sangre. Su carencia es indicativo de anemia en los perros, que puede ser regenerativa o arregenerativa. En el primer caso la médula ósea va a producir reticulocitos, que son glóbulos rojos inmaduros, intentando compensar la carencia, pues se pierden más eritrocitos de los que se regeneran. Este tipo de anemia va a tener mejor pronóstico que la arregenerativa, donde la carencia se produce porque, directamente, no hay producción. La cantidad de estos glóbulos se mide rápidamente en el hematocrito y, cuanto más bajo sea este, más riesgo habrá para la vida del animal.

Los glóbulos blancos o leucocitos se relacionan con la defensa del organismo frente a las enfermedades. Una elevación de sus valores suele indicar, precisamente, que el perro está sufriendo una infección. En cambio, si sus valores están disminuidos, el animal podría encontrarse inmunosuprimido.

En el hemograma también se incluye el recuento de plaquetas que, en bajo número, podrían significar problemas de coagulación y hemorragias. En cambio, un número elevado favorece la aparición de trombos. En el siguiente apartado daremos más información sobre cómo interpretar un análisis de sangre en perros según los glóbulos blancos.

En la sangre encontramos diferentes tipos de leucocitos que también proporcionarán información sobre cómo interpretar un análisis de sangre en perros. Destacan los siguientes:

• Neutrófilos: son los que van a actuar en primera línea de la defensa del organismo. Suelen dispararse ante infecciones bacterianas pero, al contrario, su número disminuye cuando el patógeno es un virus.
• Eosinófilos: su número aumenta en los casos de alergias o infestaciones parasitarias.
• Linfocitos: los hay de varios tipos, como los linfocitos B o los T. En algunas ocasiones pueden aparecer en número elevado, como en casos de leucemia, pero es más habitual que sus valores disminuyan, como sucede en las fases iniciales de enfermedades víricas.

Esta sección de la analítica engloba el recuento de diversas sustancias como la glucosa, la urea o, muy importante, las proteínas. Para explicar cómo interpretar un análisis de sangre en perros nos fijaremos ahora en los parámetros bioquímicos más importantes que nos van a dar información sobre el funcionamiento de los distintos órganos:

• Proteínas: el ratio de proteínas en sangre nos da una información muy valiosa. Se miden las inmunoglobulinas y la albúmina. Las proteínas elevadas pueden significar deshidratación. Su descenso es indicativo de distintas afecciones que se diagnosticarán teniendo en cuenta el cuadro clínico y el resto de la analítica.
• Glucosa: es el azúcar que circula por la sangre. Los valores elevados nos pueden indicar que el perro tiene diabetes. La glucosa también puede aumentar si el animal está muy estresado, aunque esta alteración es más frecuente en gatos. Al contrario, un descenso en este elemento se relaciona con debilidad, convulsiones o, menos frecuentemente, insulinoma.
• Creatinina: unos valores elevados se relacionan con insuficiencia renal, tanto de aparición aguda como crónica.
• Urea: es un producto de desecho de la descomposición de las proteínas y se elimina a través de los riñones. Es otro de los valores que aumentan cuando el organismo sufre de alteraciones renales, que pueden tener distintas causas.
• ALT y AST: son transaminasas, parámetros que nos van a dar información sobre el funcionamiento del hígado. Su elevación nos indica que se está produciendo un problema hepático.
• Bilirrubina: es otro de los parámetros que se relaciona con el hígado. Es el producto de desecho resultado de la rotura de los glóbulos rojos. Si no se elimina adecuadamente, tarea que corresponde al hígado, se acumula en el organismo, por eso su elevación implica problemas hepáticos pero, también, puede deberse a una anemia hemolítica en la que se destruyen los glóbulos rojos a mayor velocidad de la normal.

A pesar de toda la información que nos proporciona una analítica, para saber cómo interpretar un análisis de sangre en perros hay que atender, también, al cuadro clínico, es decir, a la sintomatología que presenta el animal. Además, la alteración de un único parámetro no tiene por qué indicar una patología en todos los casos.

El análisis, por tanto, debe interpretarse en su conjunto y teniendo en cuenta las condiciones particulares de ese perro, como su edad o su historial clínico. También hay que saber que hemos explicado los parámetros básicos pero nuestro veterinario, con el objetivo de llegar al diagnóstico más preciso, puede solicitar al laboratorio el análisis de elementos como el calcio, que puede aparecer elevado por la presencia de tumores, el fósforo, que se altera en la insuficiencia renal, la fructosamina, que nos sirve para confirmar un diagnóstico de hiperglucemia (diabetes) o las hormonas tiroideas, que van a informarnos de si existe o no hipo o hipertiroidismo.

Observar la sangre al microscopio también puede aportar información interesante, pudiendo interpretar el tamaño, la forma o el número de las células. Por último, aunque la cantidad en la que aparezcan elevados o disminuidos los valores normales nos informa sobre la gravedad del daño, no implica un mejor o peor pronóstico. Por lo tanto, siempre será el veterinario, valorando toda la información disponible, quien llegará a un diagnóstico y tratamiento. Una vez establecido este las analíticas se repetirán periódicamente para llevar un seguimiento.

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