¿Cómo nacen los perros?

Antes de detenernos en explicar cómo nacen los perros, es importante hablar sobre el sistema reproductivo de estos animales. Así pues, la reproducción de los perros es sexual, mediante cópula. Para ello, las perras presentan dos períodos fértiles al año, lo que se conoce como celo. En estos días, en los que va a presentar una secreción sanguinolenta, emite también unas feromonas que atraen a los machos, propiciando la monta o la cópula. Si esta se produce, con mucha probabilidad, la perra se quedará preñada.

Durante la monta, podemos observar que los perros se quedan pegados unos minutos. Esto ocurre como parte de la fecundación y en este otro artículo lo explicamos en detalle: "¿Por qué los perros se quedan pegados cuando se aparean?".

No es responsable que, como cuidadores de perros, dejemos que estos se reproduzcan sin control. La sobrepoblación canina lleva a que haya muchos más animales que hogares dispuestos a acogerlos, lo que conlleva altas cifras de abandonos, maltratos y muertes. Por eso, recomendamos, como medio más seguro y adecuado de control de la reproducción, la esterilización tanto de machos como de hembras.

Es difícil percibir que una perra está gestando hasta que su estado no está ya muy avanzado. Por eso, si sabemos que ha habido monta, podemos dar por hecho que ha habido fecundación. El veterinario puede interrumpirla o, si queremos continuarla, este profesional nos pautará el seguimiento más adecuado, así como los cuidados necesarios. También puede resolvernos todas las dudas y explicarnos cómo nacen los perros.

Hacia el final de la gestación sí podremos notar un aumento del tamaño de las mamas y del abdomen, debido al crecimiento de los cachorros. Poco antes de parir es normal que la perra deje de comer, se muestre inquieta y rasque el suelo con actitud ansiosa. Este comportamiento nos marca cuándo pare un perro, que suele ser hacia los dos meses tras la monta. De esta forma, si te preguntas cuánto dura el embarazo de una perra debes saber que la gestación tiene una duración aproximada de 63 días. Alcanzada esta cifra, es el momento de presentarle la caja de parto.

La caja de parto, paritorio o nido es el espacio más adecuado para ver cómo nacen los perros. Es recomendable que le ofrezcamos a nuestra perra un espacio en una ubicación tranquila, alejada no solo del tránsito del hogar, sino de corrientes de aire o curiosos que puedan molestarla. Es importante tener en cuenta que para que el parto discurra la perra no puede estar estresada. El estrés produce unas hormonas que interfieren con las implicadas en el parto, dificultándolo.

Podemos prepararle una caja o cama cómoda con toallas o mantas, no muy mullidas para que los cachorros no corran riesgo de asfixia. Es importante cubrirlas con un empapador para que recoja los fluidos que se van a eliminar. Aconsejamos utilizar materiales viejos porque es probable que, tras el parto, tengamos que tirarlos.

A pesar de que ofrezcamos un nido estupendo debemos saber que hay perras que prefieren parir en un espacio de su elección. Si es el caso de la nuestra debemos respetarlo, ya que, como hemos dicho, es crucial que para que el parto evolucione favorablemente la perra no esté estresada.

Hacia los 62 días de gestación, además de falta de apetito podemos apreciar que la perra jadea y respira de una manera agitada. Algunas incluso llegan a vomitar. Estos signos nos indican que está experimentando contracciones uterinas, imprescindibles para el nacimiento de los perros, ya que ayudan a dilatar el cuello del útero y a la salida de los cachorros al exterior. Estas contracciones, suaves en una primera fase, se intensificarán en la segunda, en la que notaremos que la perra, además, empuja de forma activa. Los partos de las perras suelen tener lugar por la noche y discurren, por lo general, sin que tengamos que intervenir.

Respecto a cómo nacen los perros, estos irán saliendo con las contracciones a intervalos que oscilan entre los 15 minutos y las dos horas. Suelen hacerlo en el interior de su bolsa de líquido amniótico, que rasgará con los dientes la perra. También los lamerá para limpiarles secreciones que pudieran obstruirles nariz y boca. Es normal que la perra ingiera esta bolsa, así como la placenta, que saldrá unida al cachorro por el cordón umbilical, que también cortará y comerá la madre. De esta forma, y aunque nos parezca una situación inusual, no debemos evitar que la perra coma todo lo mencionado, ya que forma parte del proceso natural del nacimiento de los perros.

¿Qué pasa si el cachorro no sale?

Aunque lo habitual es que los nacimientos se sucedan sin ninguna dificultad, es normal que nos preguntemos qué pasa si el cachorro no sale. Estos casos pueden deberse a algún problema de posición del pequeño, de forma que se queda obstruido en el canal del parto. Unas contracciones ineficaces tampoco van a permitir la salida de los cachorros. Si vemos que alguno asoma por la vulva pero no acaba de salir o pasan unas dos horas sin que se produzca otro nacimiento a pesar de los esfuerzos que realiza la perra, es imprescindible que llamemos al veterinario.

En el siguiente artículo explicamos qué hacer en estos casos: "¿Cómo ayudar a una perra a parir?".

Una vez hemos visto cómo nacen los perros, concluido el parto, la perra permanecerá tumbada junto a sus crías, tranquila y relajada. Como hemos indicado, el intervalo de tiempo entre nacimiento y nacimiento es de 15 minutos a dos horas, por lo que, si pasa este tiempo y la perra no muestra síntomas de parto ni está nerviosa, podemos concluir que el parto ha finalizado. Por supuesto, es fundamental hacer un buen seguimiento del embarazo de la perra para conocer el número de fetos y comprobar, una vez nacidos, si coincide.

Cuando el nacimiento de los cachorros haya finalizado, lo que comen estos perros recién nacidos es el líquido conocido como calostro, una secreción de gran valor inmunológico que antecede a la leche materna. Este será el alimento de los cachorros durante sus primeras semanas de vida.

Por su parte, la madre debe recibir una dieta adecuada para perros en crecimiento, ya que es la que mejor se adapta a las necesidades nutricionales que va a presentar durante esta etapa. También debemos asegurarle una correcta hidratación suministrándole abundante agua fresca. Para conocer exactamente cómo alimentar a una perra después de parir, no te pierdas este artículo: "Alimentación de una perra después del parto".

Si algún cachorro no mama adecuadamente, está frío o, en el caso de la perra, presenta fiebre, secreción vaginal maloliente o deja de comer, son motivos más que suficientes para acudir al veterinario. Tanto los recién nacidos como sus madres son especialmente vulnerables, de ahí la importancia de no demorarnos en ofrecerles asistencia.

Si en la familia tenemos algún niño es lógico que nos plantee preguntas con respecto a cómo nacen los perros. Para contestarlas debemos adaptar la información que hemos dado anteriormente a su edad y su capacidad de entendimiento. Podemos apoyarnos en vídeos y libros para que visualicen los conceptos con mayor facilidad. Es muy importante, también, que les insistamos en que no deben molestar a la perra ni mucho menos manipular a sus cachorros, ya que no son juguetes.

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