Cristales en la orina en perros - Tipos, síntomas y tratamiento

Los cristales se alojan sobre todo en la vejiga o, en un menor porcentaje, en la uretra. Independientemente del tipo que sean, pueden provocar hematuria, que es la presencia de sangre en la orina, ya que los cristales producen daños en la zona del tracto urinario en la que se alojen.

Además, si los cristales llegan a formar cálculos pueden provocar una obstrucción, lo que va a dificultar o incluso impedir por completo la micción. Es una complicación más frecuente en machos. Son síntomas preocupantes la dificultad para orinar, hacerlo en pequeñas cantidades y con mucha frecuencia, adoptar la posición de miccionar pero no hacerlo, el dolor a nivel abdominal o las pérdidas de orina. Los riñones también pueden verse afectados. En esos casos, además, el perro vomitará, estará apático y no comerá. Estos síntomas requieren inmediata atención veterinaria.

Diagnóstico

El veterinario puede detectar cristales en la orina en perros tomando una muestra y examinándola al microscopio. Esta muestra de orina nos la puede pedir a nosotros, por lo que utilizaremos para su recogida un vaso estéril de venta en farmacias. Pero también es posible que el profesional extraiga la orina directamente de la vejiga. Su análisis puede detectar sangrado o infección. Así mismo, durante el análisis determinar el pH ayuda a saber de qué cristal se trata, ya que hay diferentes tipos de cristales que se van a distinguir por su forma, su tamaño y su coloración. Si se encuentran cristales, es probable que el veterinario realice una revisión más completa por si se han formado también cálculos. Pueden necesitarse entonces radiografías, ecografías o ambas.

La mayoría de los cristales en la orina en perros son de estruvita, que contiene fosfato, amoníaco y magnesio. Se asocian con una orina alcalina y poseen una característica forma de rectángulo o ataúd. Otro tipo de cristales que se detectan con relativa frecuencia son los de oxalato cálcico. Un tercer tipo son los cristales de urato amónico, que derivan del ácido úrico y aparecen en orinas ácidas o neutras. También se encuentran cistinas, de forma hexagonal y transparentes y asociadas a orina ácida o neutra. En un menor porcentaje de casos se pueden detectar cristales de silicio o fosfato cálcico. Se forma un tipo u otro dependiendo de las condiciones de la orina, su temperatura, su pH y el grado de solubilidad de cada cristal.

El tratamiento va a depender del tipo de cristal que esté provocando las molestias, de ahí que sea tan importante un buen diagnóstico. En el caso de los cristales de estruvita se recomienda utilizar fármacos para disolverlos, así como instaurar una dieta específica. Pero, cuando los cristales son, por ejemplo, de oxalato cálcico, no pueden disolverse. Por eso, si están causando problemas se recurre a una intervención quirúrgica para eliminarlos. Esta operación también se realiza cuando hay cálculos que no pueden ser expulsados, por ejemplo cuando se quedan en la vejiga. La técnica dependerá de la localización. A la vez, también se pauta una dieta preventiva y se aumenta el consumo de agua.

Por otra parte, hay que ofrecerle al perro suficientes oportunidades para orinar. Cuanto más tiempo pasa la orina en la vejiga, mayores probabilidades hay de que precipiten cristales. Además, se tratarán otros síntomas. Por ejemplo, si el perro tiene infección, el veterinario recetará antibióticos. A modo de seguimiento conviene revisar de vez en cuando la orina del perro para detectar precozmente la presencia de cristales.

Algunos cristales, como los de estruvita, urato amónico o cistina, pueden disolverse cambiando la dieta del perro. En estos casos el alimento es como un fármaco. Existen dietas veterinarias especialmente formuladas para tratar este problema. Por ejemplo, si el perro tiene cristales de estruvita, esta dieta acidifica la orina, de forma que los cristales se disuelven y, a la vez, se previene su formación. Normalmente, alimentar durante unas semanas al perro con la dieta que nos paute el veterinario ya resuelve el problema. Además, cuando se diagnostican cristales de urato amónico o cistina hay que evitar que el perro ingiera vísceras. Al contrario, y en caso de querer establecer una dieta casera para perros con cristales en la orina, son recomendables las proteínas del huevo y los vegetales. Eso sí, siempre aconsejamos buscar el apoyo de un veterinario especializado en nutrición para fijar una dieta casera adecuada y que cubra todas las necesidades nutricionales del animal.

Por otro lado, una buena hidratación puede ayudar a reducir la formación de cristales en la orina en perros. Debemos asegurarnos de que nuestro perro siempre tiene agua limpia y fresca a su disposición, las 24 horas del día. Si por cualquier circunstancia bebe poco y se alimenta solo de pienso, es buena idea que se lo remojemos o le ofrezcamos también alimentación húmeda. De todas formas, el cuidado de la alimentación de nuestro perro no solo tiene que circunscribirse al tratamiento de los cristales. Ofrecerle durante toda su vida una dieta de calidad, equilibrada en el aporte de minerales, es la mejor prevención.

Una vez sano y sin presencia de cristales, puedes consultar estos artículos en función del tipo de dieta que siga tu perro:

• Piensos naturales para perros
• Dieta BARF para perros

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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