¿Es bueno quedarse con un cachorro de la camada?

Llega un momento en la vida de todo animal en el que las crías ganan autonomía y se van alejando poco a poco de sus madres. Esto también ocurre en el caso de los humanos, pero como nuestro ritmo de desarrollo es muchísimo más lento que el de cualquier otra especie, dependemos totalmente de nuestras madres durante muchos años y la relación de apego que establecemos con ellas es más íntima y duradera.

Los perros también son animales altamente sociales y establecen unos vínculos muy fuertes con sus familiares, tanto con su madre como con sus hermanos de camada. De hecho, existen estudios^[1] que han demostrado que las perras reconocen a sus hijos (y estos a sus madres) a pesar de llevar años sin verse y muestran una clara preferencia por estar con ellos que con otros canes. Sin embargo, llegado el momento, son las propias perras las que animan a sus cachorros a ser más independientes y a "buscarse la vida" por sus propios medios, ya que no siempre pueden depender de ella.

La mayoría de las veces, las personas mediamos en esta separación entre la madre y los cachorros, lo cual puede suscitarnos la duda de si estamos haciendo sufrir a la perra al alejarla de sus crías. Lo cierto es que, si dicha separación se hace en el momento y de la forma adecuados, la madre no tiene por qué manifestar ningún problema a nivel emocional o conductual. Dicho de otro modo, si la separación se lleva a cabo correctamente, la perra no sufre al quitarle a los cachorros. Por ello, si sospechas que tu perra echa de menos a tus cachorros, quizá los separaste antes de tiempo.

Para evitar que la separación resulte traumática tanto para la perra como para los cachorros, estos deben permanecer juntos, al menos, durante los dos primeros meses de vida. Durante este periodo los perritos aprenden a comunicarse correctamente con otros miembros de su especie y su madre les enseña ciertos límites y comportamientos que resultarán esenciales en su vida adulta. Además, a los dos meses de edad la perra ya no les permite lactar durante más tiempo, por lo que las crías pasan a alimentarse exclusivamente de alimento sólido, lo que les convierte en animales independientes desde un punto de vista nutricional.

Por otro lado, los perritos de dos meses están en pleno periodo sensible de socialización, lo que significa que su sistema nervioso está especialmente predispuesto para establecer y modificar conexiones neuronales y aprender sobre todo aquello que rodea al cachorro. En la práctica, esto significa que el perro se encuentra en una edad ideal para irse a vivir con su nueva familia y poder adaptarse con éxito a un nuevo entorno. Si un cachorro se separa demasiado pronto de su madre desarrollará, con mucha probabilidad, problemas emocionales y de comportamiento como por ejemplo reactividad, ansiedad o fobias.

Además de esperar como mínimo hasta los dos meses de edad de los cachorros, lo ideal es realizar una separación gradual para que tanto madre como cachorros se vayan acostumbrando a estar alejados. Algunas ideas para lograrlo son:

• Preparar espacios diferentes para el descanso de madre y cachorros durante los días previos a la separación.
• Fomentar la independencia de los perritos a través de juguetes y exploración segura del entorno a partir del mes de edad aproximadamente.
• Realizar diariamente actividades estimulantes y positivas a solas con la perra (juegos, paseos, caricias, etc.).
• Separar a los cachorros de uno en uno, en días distintos, en lugar de alejarlos a todos a la vez

Utilizar feromonas apaciguantes durante los días previos y posteriores a la separación también puede ayudar a los cachorros a adaptarse más fácilmente a su nuevo hogar.

Una vez resueltas las dudas sobre la separación, muchas personas se preguntan si es bueno quedarse con un cachorro de la camada o no. La decisión de mantener a uno de los cachorros junto a su madre de manera permanente e introducirlo como un miembro más de la familia es una elección personal que debe basarse en la capacidad del tutor o tutores para cubrir correctamente las necesidades de otro perro. Si la separación de los cachorros se hace correctamente, el hecho de quedarse o no a uno de los cachorros de la camada no tendrá un efecto significativo sobre la madre. Es decir, no por permanecer junto a uno de sus hijos la perra será más o menos feliz a largo plazo.

Si finalmente decides quedarte a un cachorro debes tener en cuenta que este será un miembro más de la familia durante toda su vida, lo que supone un gasto y unas necesidades que irán variando en función de la etapa vital en la que se encuentre el animal.

Desde ExpertoAnimal te animamos a valorar con responsabilidad esta decisión y a considerar la opción de adoptar y de esterilizar a los animales en caso de que exista riesgo de camadas indeseadas y de que no haya ningún tipo de contraindicación veterinaria para ello. A continuación, hablamos de las ventajas de esterilizar a un perro:

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