Estomatitis en gatos: causas, síntomas y tratamiento

La estomatitis oral en gatos es una enfermedad inflamatoria y crónica que afecta a la boca de nuestros felinos, especialmente las encías, el paladar, la lengua y las mejillas, pudiendo llegar incluso a la garganta. Se caracteriza por ser persistente y muy dolorosa, con lesiones como gingivitis, enrojecimiento, sangrado e hinchazón de las encías, además de úlceras bucales. Por lo tanto, es una enfermedad que repercute de forma negativa en la calidad de vida de nuestros pequeños felinos.

La estomatitis felina puede presentarse en varios tipos, dependiendo de su localización y del tipo de inflamación. En concreto, se puede clasificar de la siguiente manera:

• Gingivoestomatitis crónica felina: se caracteriza por el desarrollo de una estomatitis caudal en gatos y una inflamación bucal que afecta a las encías y la mucosa oral, llegando incluso al paladar blando y la lengua. Esto ocurre como consecuencia de una reacción inmune crónica frente a la placa bacteriana. Es la forma más frecuente y grave, y suele requerir la extracción dental completa.
• Estomatitis proliferativa o granulomatosa: se caracteriza por el crecimiento de masas inflamatorias que pueden confundirse con tumores.
• Estomatitis eosinofílica: relacionada con el complejo eosinofílico felino, esta forma se debe a una reacción del sistema inmunológico del gato, que produce un exceso de eosinófilos.
• Estomatitis ulcerativa: consiste en la aparición de úlceras dolorosas en la cavidad bucal, asociadas frecuentemente a infecciones virales, especialmente al calicivirus felino.

Aunque no se conoce una única causa que provoque estomatitis en los gatos, se cree que ocurre como consecuencia de una respuesta inmune exagerada frente a la placa bacteriana y a otros factores, como los siguientes:

• Virus como el herpesvirus felino, el calicivirus felino o el virus de la inmunodeficiencia felina.
• Dientes en mal estado.
• Respuesta autoinmune.
• Inmunosupresión o estrés crónico.
• Presencia de placa dental o sarro.

Si te preguntas cómo saber si tu gato tiene estomatitis, debes saber que para diagnosticar la estomatitis felina se requiere una combinación de pruebas. Lo primero es realizar un examen clínico del gato y una anamnesis al cuidador, con el fin de detectar lesiones y síntomas que puedan indicar la presencia de estomatitis, así como observar bien los dientes para evaluar si es necesaria alguna extracción.

En algunos casos, cuando el gato siente mucho dolor o no se deja examinar, la exploración debe realizarse bajo anestesia. El siguiente paso es realizar un hemograma y una bioquímica sanguínea para valorar el estado general de salud del animal, además de un test de leucemia/inmunodeficiencia felina y una PCR de calicivirus si se sospecha su implicación por la presencia de úlceras u otras lesiones.

En casos dudosos o muy graves, se recurre a una biopsia, especialmente para hacer un diagnóstico diferencial entre una neoplasia oral y una estomatitis linfoplasmocitaria o eosinofílica.

La estomatitis felina es una condición crónica, y el tratamiento se enfoca en controlar la inflamación y aliviar el dolor, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de nuestros pequeños felinos. Para ello, se siguen las siguientes pautas de tratamiento:

• Terapia médica, que incluye analgésicos como la buprenorfina para controlar el dolor, inmunosupresores como la ciclosporina, o el uso de interferón omega recombinante felino. También se emplean antibióticos en caso de infecciones secundarias.
• Extracción parcial o total de los dientes del gato, con el fin de reducir el estímulo inflamatorio causado por la placa bacteriana. En la mayoría de los casos, los gatos presentan una notable mejoría tras la extracción.
• Alimentación húmeda o blanda, para reducir el dolor al comer y fomentar la ingesta de alimento, ya que muchos gatos rechazan los alimentos, especialmente los más duros, debido al dolor. En algunos casos, también puede ser necesario el uso de suplementos inmunoestimulantes.

La estomatitis felina no se puede prevenir por completo, ya que son muchas las causas que pueden provocarla y tiene una fuerte base inmunológica. Sin embargo, hay medidas que pueden mejorar la salud oral de tu pequeño felino y, por lo tanto, reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad:

• Higiene dental regular, para reducir la acumulación de sarro y placa bacteriana.
• Limpiezas bucodentales profesionales realizadas por el veterinario, que también pueden estar indicadas según cada caso.
• Mantener un ambiente tranquilo y con poco estrés, lo que ayuda a evitar la inmunodepresión y fortalece el sistema inmune del gato.
• Revisiones periódicas de la boca en el veterinario, para detectar cualquier problema de forma temprana.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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