Gingivoestomatitis crónica felina - Causas, síntomas y tratamiento

La gingivoestomatitis crónica felina es una patología que tiene cierta frecuencia en los gatos y consiste en una inflamación difusa en la boca del gato con una duración superior a seis meses. En concreto afecta a las encías y la mucosa oral, en ocasiones puede afectar a la lengua o paladar blando. Es más frecuente en los ejemplares adultos y no hay predisposición racial, aunque parece que los siameses, persas, burmeses e himalayos parecen estar más predispuestos.

Esta enfermedad puede ser leve, moderada o grave y suele presentar ulceraciones. Una de las afecciones que caracterizan esta patología es la estomatitis caudal, una inflamación de la parte más profunda de la boca, en ocasiones proliferativa, que también puede afectar a la lengua.

Se le ha denominado con otros términos como ginvigoestomatitis úlcero-proliferativa felina, gingivitis-estomatitis-faucitis crónica, estomatitis caudal, estomatitis faringitis plasmocítica, gingivitis-faringitis crónica, gingivitis estomatitis linfocítica plasmocítica y estomatitis crónica.

Se ha relacionado esta enfermedad como resultado de una infección crónica por el calicivirus felino, aunque a día de hoy se sabe que en torno al un 70 % de los gatos con gingivoestomatitis crónica son positivos a este virus, pero no todos y la reducción de la inflamación responde a terapias que no reducen la carga viral. Se piensa que puede favorecer la entrada de otros agentes patógenos dañando las membranas celulares, de ahí que más que causa sea agravante. También los retrovirus felinos (virus de la leucemia felina o el de la inmunodeficiencia felina) pueden aumentar la respuesta proinflamatoria, predisponiendo a esta enfermedad.

El estrés al reducir la inmunidad y en las casas con varios gatos o en colonias de muchos gatos que favorecen el contacto estrecho entre los ejemplares aumenta el riesgo del desarrollo de la gingivoestomatitis crónica, por un mayor contagio de los virus felinos predisponentes o agravantes.

Ahora bien, la causa más aceptada a día de hoy es de origen inmunomediado, con reacción exagerada del sistema inmune y una alteración en la inmunidad local de la saliva felina. Pese a que los gatos con gingivoestomatitis crónica presentan un aumento de las inmunoglobulinas en suero, en la saliva la IgA presenta niveles bajos. La IgA se encarga de interferir con la adherencia bacteriana y neutraliza los agentes patógenos y toxinas liberadas por las bacterias de la cavidad oral.

Los antígenos bucales relacionados con la reacción exagerada del sistema inmune son:

• Bacterias de la placa bacteriana (Pasteurella multocida es la que más frecuentemente se aísla).
• Enfermedad periodontal.
• Resorción dental felina por acción de los odontoclastos.
• Alérgenos alimentarios.

Los signos clínicos que presenta un gato con gingivoestomatitis crónica no solo se limitan a la cavidad bucal, sino que el dolor que les produce el proceso hace que no coman aunque tengan apetito, con la consecuente pérdida de peso; o si lo intentan presentan problemas para tragar (disfagia). El dolor bucal hace que no se acicalen causando un mal aspecto del pelo.

La gingivoestomatitis crónica felina se caracteriza por poder presentar también los siguientes síntomas:

• Ptialismo.
• Halitosis.
• Sangrado bucal.
• Úlceras en la mucosa oral.
• Estomatitis labial o bucal, en los alveolos dentales hasta la mucosa de las encías (gingivitis).
• Estomatitis caudal en ocasiones con glosofaringitis y tejido de granulación en la orofaringe caudal.

Lo primero que hay que hacer ante la presencia de signos de gingivitis, estomatitis ulcerativa o proliferativa, anorexia, dolor bucal o sangrado es descartar cualquier causa que pueda producir esta sintomatología. En concreto, se deben descartar las siguientes patologías que pueden afectar a los felinos:

• Complejo granuloma eosinofílico felino.
• Tumores orales.
• Traumatismos.
• Irritación por ingestión de sustancias corrosivas.
• Enfermedad periodontal.
• Pénfigo.
• Lupus eritematoso sistémico.
• Úlceras bucales urémicas por insuficiencia renal.
• Diabetes mellitus.
• Hipervitaminosis A.
• Infección por inmunodeficiencia felina o leucemia felina grave.

Para ello, se deben aplicar una serie de pruebas diagnósticas para identificar los estímulos antigénicos responsables de la respuesta inmunomediada, así como descartar las enfermedades anteriormente mencionadas. De manera que se debe realizar:

• PCR de calicivirus y test para descartar leucemia e inmunodeficiencia felina.
• Radiografía dental para valorar el estado de los dientes y detectar enfermedad periodontal o resorción dental.
• Biopsias de tejido afectado para su análisis histopatológico, que determinarán un tejido mucoso ulcerado con un infiltrado de tipo inflamatorio denso en la submucosa con predominio de células plasmáticas, linfocitos, histiocitos y neutrófilos. Sirven principalmente para descartar tumores como el carcinoma de células escamosas oral.
• Cultivo bacteriano para determinar la flora bacteriana predominante y antibiograma.

En caso de ser gingivoestomatitis felina, en el análisis de sangre y bioquímica se verá un aumento de las inmunoglobulinas, anemia leve, aumento de los glóbulos blancos con neutrofilia (aumento de los neutrófilos) o eosinofilia (aumento de los eosinófilos), mientras que en otros se ve linfopenia (disminución del recuento de linfocitos). En torno a un 10 % de los gatos con gingivoestomatitis crónica tienen enfermedad renal concurrente, viéndose parámetros renales alterados.

Se debe tener en cuenta que la gingivoestomatitis crónica felina es difícil de tratar y las terapias están encaminadas a reducir la acumulación de placa bacteriana, tratar la enfermedad dental y controlar la inflamación.

El tratamiento a aplicar consistirá en:

• Analgesia mediante opiáceos como la buprenorfina y AINES como meloxicam.
• Retirar la placa diariamente mediante cepillado y clorhexidina, pero inicialmente no es viable debido al dolor que presenta el gato.
• Clindamicina como antibiótico para la gingivoestomatitis en gatos suele ser efectivo, no obstante, lo que diga el cultivo y antibiograma será lo ideal.
• Limpieza de boca.
• Enjuagues en agua con clorhexidina o aplicar geles adhesivos con este principio activo.
• El pienso para gatos con gingivoestomatitis debe ser hipoalergénico o dieta novel.

Los corticoides, a pesar de ser útiles para reducir la inflamación, no son efectivos porque aumentan la carga vírica al causar inmunosupresión y son necesarios cada vez en dosis más superiores.

En los casos leves o moderados se puede realizar una extracción de los dientes afectados por enfermedad periodontal o resorción dental felina, pero en los casos más graves de ginivoestomatitis crónica o en los que pasado unos meses de lo anterior no hay mejoría, se debe hacer una exodoncia de todos los dientes molares y premolares. Esta extracción se considera la mejor terapia para esta enfermedad, curando a un 50-60 % de los gatos, algunos gatos no se curan del todo pero sí se reduce su dolor, la inflamación y comen. En un porcentaje muy bajo seguirán igual, pero se pueden usar células madre mesenquimales o interferón omega, sean positivos o negativos al calicivirus felino, dando por lo general buenos resultados.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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