Gastritis en perros - Síntomas y tratamiento
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La gastritis es una de las afecciones gastrointestinales más frecuentes en los perros. Consiste en la irritación de la pared del estómago y puede ser aguda, si aparece de forma repentina y dura solo unos días, o crónica, cuando se mantiene a lo largo del tiempo. Aunque esta enfermedad no suele ser grave, sí requiere seguir un tratamiento adecuado. Para detectarla a tiempo y evitar que el cuadro clínico empeore, en este artículo de ExpertoAnimal te explicamos en qué consiste la gastritis en perros, cuáles son sus causas, síntomas, tratamiento y cómo puedes prevenir esta afección.
¿Qué es la gastritis en perros?
Como avanzamos, la gastritis es el nombre que se le da a la irritación de la pared del estómago que puede presentarse de forma aguda o crónica. En el primer caso, los signos clínicos surgen de repente y son intensos y continuos, pero suelen resolverse en 24-48 horas. El signo principal de la gastritis son los vómitos. Como estos también aparecen en enfermedades graves, como la peritonitis, conviene consultar con el veterinario, salvo que tengamos clara la causa de su aparición.
En la gastritis crónica lo que veremos es que el perro manifiesta vómitos intermitentes a lo largo de días o semanas. Estos casos necesitan exámenes veterinarios para llegar a un diagnóstico y pueden ser el resultado de la evolución de una gastritis aguda no resuelta. Hay que tener en cuenta que tanto en la gastritis aguda como en la crónica son numerosas las causas capaces de desencadenarlas. Repasamos las principales en el siguiente apartado.
Causas de gastritis en perros
La gastritis puede afectar a cualquier perro, independientemente de su raza o sexo, pero podemos destacar un factor de riesgo, que es la ingesta de sustancias irritantes o potencialmente tóxicas. Esto será más frecuente en aquellos ejemplares que acostumbran a comer de la basura, vagabundean sin ningún control o ingieren heces o hierba. Los cachorros o perros más jóvenes, debido a su afán explorador, también corren un mayor riesgo de realizar este tipo de ingestas inadecuadas. Pero todavía hay más causas de gastritis en perros. Enumeramos las más comunes según se trate de una gastritis aguda o crónica. Si no tienes claro por qué tu perro vomita, acude al veterinario.
Causas de la gastritis aguda en perros
La gastritis aguda casi siempre está asociada a la ingesta de sustancias irritantes para el estómago del perro. Por ejemplo, alimentos en mal estado, basura, heces, plásticos, pelos o huesos. Comer en exceso también puede desencadenar gastritis aguda. Pero hay más causas, como son:
- Algunos medicamentos, como antibióticos. Si es el caso de tu perro, comunícaselo a su veterinario.
- Sustancias tóxicas o venenosas como anticongelantes, fertilizantes o herbicidas.
- Algunas enfermedades graves, como la parvovirosis, aunque normalmente se acompañan de otros signos clínicos.
- Parásitos intestinales, a tener en cuenta sobre todo si tu perro no sigue una desparasitación interna regular.
- Estrés.
Causas de la gastritis crónica en perros
Por su parte, la gastritis crónica, más habitual en perros de mediana edad,también puede aparecer cuando el perro ingiere sustancias que irritan su estómago, pero no de forma puntual, sino persistente. Por ejemplo, pueden padecer gastritis crónica perros que comen habitualmente hierba, papel, plástico, etc., siguen un tratamiento farmacológico o están expuestos a toxinas. Otras causas son:
- Bolas de pelo, sobre todo durante la época de muda. No es tan frecuente como en los gatos, pero también hay ejemplares que se lamen y pueden llegar a tragar una cantidad considerable de pelo. Si este se compacta junto a cuerpos extraños y los fluidos gástricos, acaba por originar los llamados bezoares o tricobezoares. Si alcanzan un tamaño lo suficientemente grande, no podrán ser expulsados del estómago.
- Alergias alimentarias.
- Enfermedades graves, como la insuficiencia renal o hepática.
- Enfermedad inflamatoria intestinal.
- Por último, hay que saber que no siempre es posible encontrar una causa.
Síntomas de gastritis en perros
El síntoma principal de la gastritis son los vómitos, que, como explicamos, pueden ser graves y continuados, en la gastritis aguda, o intermitentes en los casos de gastritis crónica. El perro también puede sentir dolor abdominal, aunque no siempre nos será fácil valorarlo. Además, en función de la presentación de la enfermedad, podemos detectar otros signos clínicos:
- Gastritis aguda: estos perros suelen vomitar después de comer, se notan aletargados y podemos encontrarlos sentados con la cabeza colgando sobre el bebedero. Si los vómitos son muy intensos y no remiten, el perro podría deshidratarse. Algunos ejemplares intentan compensar esta situación aumentando la ingesta de agua. Los vómitos suelen ser transparentes o de color amarillo. Otros signos apreciables son las náuseas, la hipersalivación y la anorexia.
- Gastritis crónica: además de letargo, los perros afectados pierden peso, tienen menos apetito, por lo que no es raro que los cuidadores declaren «mi perro tiene gastritis y no quiere comer», su pelaje no brilla y es habitual que en los vómitos aparezcan cuerpos extraños o comida sin digerir. También que intenten comer hierba. Los vómitos no tienen relación con la comida. Las gastritis crónicas pueden provocar úlceras gastroduodenales. De ser el caso, en los vómitos puede apreciarse sangre digerida, que se ve similar a granos de café, o fresca. Se trata de una complicación que requiere atención veterinaria urgente.
Diagnóstico de gastritis en perros
El diagnóstico se basa en el examen físico del perro, los signos clínicos que presenta y la anamnesis, es decir, toda la información que recopila el veterinario sobre sus hábitos. El profesional nos preguntará si ha podido comer basura, si ha tenido acceso a algún tóxico, si está desparasitado y vacunado, si sigue algún tratamiento farmacológico, etc. El veterinario puede diagnosticar una gastritis aguda y pautar un tratamiento, pero si el perro no mejora, será necesario hacer más pruebas para buscar su causa. Análisis de sangre y de orina, coprológico, radiografías o ecografías son las pruebas más comunes en estos casos. Cuando la sospecha es de gastritis crónica, la forma más rápida de confirmar el diagnóstico es realizar una gastroscopia con biopsia de la pared gástrica.
¿Cómo curar la gastritis en perros? - Tratamiento
El tratamiento va a depender de si estamos ante una presentación aguda o crónica, de las características de nuestro perro y, por supuesto, de la causa. Los casos más leves, que son la mayoría, incluso pueden tratarse en casa, siempre que el perro sea un adulto sano. Los cachorros, los ancianos o aquellos ejemplares a los que se les ha diagnosticado ya alguna otra enfermedad tienen que ser valorados por el veterinario.
En casos menos leves o cuando el perro es más vulnerable, el veterinario puede optar por recetarnos medicación para controlar los vómitos y la causa de la que sospeche. Como ejemplos destacan los antieméticos o los protectores gástricos y también pueden recomendarse probióticos. Nunca le des ningún fármaco a tu perro por tu cuenta sin la prescripción del profesional. Los ejemplares con vómitos que no remiten tendrán que recibir el medicamento para gastritis en perros por vía parenteral, es decir, pinchado o intravenoso.
Cuando la gastritis es crónica, el tratamiento se decidirá en función de la causa que determine el veterinario y puede incluir corticoides, antibióticos y protectores gástricos. También es importante seguir una dieta específica que facilite la digestión y repartir la comida en varias veces al día. En este caso se recomienda un menú fácil de digerir y bajo en grasas y en fibra.
Manejo de la gastritis de los perros en casa
En casa, recordamos, solo pueden tratarse los casos leves de perros adultos sanos. Lo primero es retirar la comida y la bebida por un periodo de unas 12 horas. Si los vómitos remiten, podemos comenzar a ofrecer al perro pequeñas cantidades de agua para ver si la tolera, es decir, si no la vomita. Dependiendo de su tamaño le daremos un cuarto o medio vaso de agua. Podemos repetir la misma cantidad cada 2-3 horas, siempre que se mantenga sin vomitar. Es posible darla con jeringa, sin aguja, colocándola por el lateral de la boca, en el hueco detrás del colmillo, y administrándola poco a poco para evitar atragantamientos. En vez de agua, puedes darle alguna solución de rehidratación para perros, que se adquiere en clínicas veterinarias.
Tras 12 horas sin vomitar, podemos reintroducir la comida, pero no la de costumbre. Es mejor optar por una dieta blanda a base de arroz y carne cocidos, sin sal ni ninguna grasa. También hay a la venta dietas especiales para perros con trastornos digestivos. En cualquier caso, daremos pequeñas cantidades, como 1-2 cucharadas soperas cada 2-3 horas. Al día siguiente podemos aumentar las cantidades si el perro sigue sin vomitar. Gradualmente volveremos a la alimentación de siempre. Si el perro vomita sin parar tras unas horas en ayuno, no mejora, vomita cualquier líquido o sólido que se le da o presenta más signos clínicos, es imprescindible acudir al veterinario.
¿Qué puede comer un perro con gastritis?
Como señalamos en el apartado anterior, la recomendación es que le ofrezcamos al perro con gastritis, cuando los vómitos remitan y ya acepte el agua sin problema, alimentos fáciles de digerir y, en principio, que contengan pocas grasas para no forzar su sistema digestivo. Así, si no queremos complicarnos podemos comprar algún alimento húmedo o sólido formulado específicamente para perros convalecientes o con problemas digestivos. Los encontraremos en clínicas veterinarias o establecimientos especializados. Si nos decantamos por una dieta casera, están recomendados alimentos como los siguientes, siempre sin sal ni grasas:
- Arroz blanco cocido.
- Carne blanca cocida como conejo, pollo o pavo sin piel.
- Pescado blanco como la merluza.
- Requesón. Otros lácteos no están recomendados.
- Caldo de pollo.
- Pasta o patata cocida.
- Huevo pasado por agua.
- Jamón cocido o de York.
- Zanahoria cocida.
- Plátano.
¿Cómo prevenir la gastritis en perros?
Para todas aquellas causas en las que sea posible, el mejor tratamiento siempre es la prevención. Para prevenir la gastritis canina te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos cuyo objetivo es impedir el acceso del perro a sustancias peligrosas y evitar que el estrés lo lleve a realizar ingestas inadecuadas:
- Enseña a tu perro a no robar comida de la basura o del suelo.
- No permitas que vagabundee solo.
- Crea un entorno seguro, impidiendo su acceso a sustancias potencialmente tóxicas.
- Dale una alimentación de calidad.
- Proporciónale la estimulación física y mental que necesita.
- Cuida su atención veterinaria y mantén al día desparasitaciones y vacunas.
- Cepíllalo con regularidad.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Baciero, Gemma. «Gastritis y otras patologías del estómago». Axón Veterinaria nº 26. pp. 20-25.
- Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.