Pododermatitis en conejos - Síntomas y tratamiento

La pododermatitis en conejos es una patología progresiva y crónica que afecta a la zona plantar de los pies de los conejos.

Como consecuencia de una serie de factores predisponentes, se produce un exceso de presión en la zona plantar del metatarso que termina ocasionando inflamación, isquemia (falta de riego sanguíneo) y necrosis (muerte celular) de los tejidos blandos de la zona. En consecuencia, aparecen una serie de lesiones dermatológicas de manera secuencial. Primero se produce una hiperqueratosis (engrosamiento de la piel), seguida de erosiones y finalmente úlceras (es decir, heridas abiertas).

Generalmente, estas úlceras suelen contaminarse por microorganismos patógenos como Staphylococcus aureus, Streptococcus o Pasteurella, los cuales complican el cuadro. La infección puede ir profundizando en los tejidos circundantes, llegando a producir problemas en articulaciones (artritis y sinovitis), tendones (tendinitis) y huesos (osteomielitis). En casos graves, la infección puede incluso llegar a la sangre, ocasionando una septicemia.

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Como hemos visto, los signos clínicos de la pododermatitis aparecen de manera secuencial. Es por ello que esta enfermedad suele clasificarse en diferentes grados en función de la severidad de las lesiones:

• GRADO 0: ausencia de lesiones en la zona plantar del metatarso.
• GRADO 1: pequeña área circular en la zona plantar del metatarso con mínima alopecia, mínimo enrojecimiento y mínima hiperqueratosis (engrosamiento de la piel), pero sin evidencia de infección o sangrado.
• GRADO 2: área de tamaño variable en la zona plantar del metatarso con alopecia, enrojecimiento y descamación de los tejidos circundantes.
• GRADO 3: área de tamaño variable ulcerada (es decir, con una herida abierta) y con infección del tejido subcutáneo.
• GRADO 4: pérdida de todo el espesor de la piel, con restos necróticos (piel muerta) e infección del tejido subcutáneo. Pueden encontrarse exudados purulentos adheridos a las lesiones.
• GRADO 5: infección severa que involucra estructuras profundas (huesos, articulaciones y/o tendones)
• GRADO 6: estadio final con pérdida de la funcionalidad de la extremidad.

Es decir, la sintomatología comienza siendo muy leve (en la mayoría de ocasiones, imperceptible para los cuidadores) pero puede terminar ocasionando cuadros sistémicos graves, que incluso pueden llegar a poner en peligro la vida del animal.

Imagen: Conejos Colombia

La pododermatitis es una enfermedad de etiología multifactorial, lo que significa que existen múltiples factores que contribuyen a su aparición. Algunos de estos factores son:

• Alojamiento inadecuado: con camas o sustratos muy abrasivos que erosionan la piel de las extremidades.
• Falta de higiene y exceso de humedad del sustrato: que favorece la proliferación de microorganismos patógenos.
• Condición corporal elevada (conejos obesos).
• Inactividad: por la existencia de otras enfermedades o por el confinamiento prolongado en la jaula.
• Predisposición racial: las razas de conejos gigantes tienen mayor riesgo.

El diagnóstico de la pododermatitis en conejos suele ser sencillo. Generalmente se basa en dos puntos:

• La anamnesis (preguntas al cuidador): para valorar posibles factores predisponentes que hayan favorecido la aparición de dermatitis.
• La exploración física del animal: valorando la presencia del lesiones en las patas, y realizando un examen ortopédico y neurológico que indique el grado de funcionalidad de la extremidad o extremidades afectadas.

No obstante, en algunas ocasiones es necesario realizar pruebas complementarias para obtener un diagnóstico más preciso, como por ejemplo:

• Citología: para observar el proceso inflamatorio e identificar la posible presencia de bacterias.
• Cultivo y antibiograma: para identificar los agentes patógenos implicados y su sensibilidad al efecto de los antibióticos.
• Radiografía: para valorar la posible afectación de los huesos de la extremidad.
• Analítica sanguínea: en casos severos, para valorar la afectación sistémica del paciente.

El tratamiento de la pododermatitis en conejos dependerá del grado de afectación de la extremidad, pudiendo variar desde la simple corrección del manejo hasta la necesidad de realizar intervenciones quirúrgicas:

• Corrección del manejo: se deben mejorar las condiciones ambientales (proporcionando un sustrato blando) y mejorar el nivel de higiene. Se trata de un remedio casero para la pododermatitis en conejos y, además, se debe mejorar el manejo dietético y fomentar la actividad física del animal para corregir la obesidad. Te hablamos de cuál es "El mejor heno para conejos: tipos y marcas" en el siguiente artículo de ExpertoAnimal.
• Antibioterapia: vía tópica o sistémica, para tratar la infección.
• Analgesia: para el control del dolor.
• Desinfección y tratamiento de las lesiones plantares: se debe rasurar el pelo de la zona, desinfectar las lesiones con antisépticos y eliminar el tejido necrótico. En los primeros grados se pueden emplear pomadas o crema para la pododermatitis en conejos (con productos como mupirocina, ácido fusídico y blastoestimulina) para mantener la piel hidratada y conservar su integridad.
• Terapia láser: para favorecer la cicatrización y producir analgesia en la zona.
• Cirugía: en casos severos, es necesario realizar una limpieza quirúrgica y desbridamiento de la herida. Después, deben colocarse apósitos y vendajes acolchados para proteger la extremidad.

Como hemos visto a lo largo del artículo, la pododermatitis es una enfermedad de etiología multifactorial que está relacionada con multitud de factores asociados al manejo y la alimentación de los conejos. Por tanto, podemos afirmar que, en la mayoría de los casos, es una enfermedad prevenible.

Pero ¿cómo podemos prevenir la pododermatitis en conejos? Sencillamente, evitando sus factores predisponentes. Los pilares fundamentales para la prevención de esta enfermedad son:

• Prevenir obesidad: para ello, se debe proporcionar una dieta equilibrada (que incluya un 80% de heno, 15% de alimento fresco y 5% de pienso de calidad), evitar el confinamiento prolongado en la jaula y permitir el ejercicio físico diario.
• Proporcionar un ambiente adecuado: evitando camas y sustratos abrasivos y garantizando un nivel elevado de higiene del entorno.
• Realizar visitas regulares al veterinario: de esta manera, se podrán detectar las lesiones de manera incipiente. Instaurar un tratamiento precoz mejorará el pronóstico y evitará la aparición de complicaciones graves.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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