¿Por qué mi gato no juega?
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Sin duda, uno de los motivos principales que nos motivan a adoptar gatos es su carácter juguetón y divertido, además de por lo cariñosos que son. No es extraño, por lo tanto, que si tu felino no muestra interés por el juego te estés preguntado por qué tu gato no juega, ya que este comportamiento es un buen indicador para saber que el peludo se encuentra feliz y sano. Sin embargo, como verás en este artículo de ExpertoAnimal, en colaboración con Catit, la verdad es que la falta de juego en gatos puede tener diversas causas y en muchos de estos casos es completamente natural.
Sigue leyendo para descubrir con nosotros por qué tu gato no juega con nada, qué hacer en cada caso y cuándo debes llevarlo al veterinario.
¿Por qué mi gato ya no juega como antes?
Es un hecho que la gran mayoría de personas que conviven con un gato saben lo cariñosos y juguetones que son estos animales. Ahora bien, del mismo modo que nosotros, los gatos con el paso del tiempo, van cambiando de carácter a medida que se hacen adultos, durante el transcurso de esta etapa y hasta que se hacen mayores. Por este motivo, si tu gatito era muy juguetón de cachorro y ahora que es adulto ha dejado de jugar (o juega con menor frecuencia), no debes asustarte, pues es debido a que tu gato ya es adulto y tiene un carácter más maduro.
Este cambio no solo puede suceder con el desarrollo de tu cachorro a adulto, sino también en caso de que tu gato sea mayor, pues los gatos ancianos suelen ser más calmados y menos movidos debido a que no tiene tanta energía como cuando era joven y sus articulaciones ya no son como antes. Sin embargo, que tu gato haya dejado de jugar no solo puede ser consecuencia de la edad.
Así pues, hay otras causas que pueden explicar por qué tu gato ya no juega como antes y a las cuales debes prestar atención.
Se frustra o se aburre al jugar
Muchas veces, al jugar con un gato sucede que no lo hacemos de la forma más adecuada, originando frustración en el animal. ¿Cómo sucede esto? Lo cierto es que el juego, como muchas otras acciones, tiene un inicio y un fin. Esto puede parecer obvio, pero algunas veces las personas al jugar con sus gatos pasan este hecho por alto y evitan por ejemplo que sus gatos alcancen el juguete al perseguirlo constantemente. Esto puede parecer aparentemente divertido, pero, ¿cómo te sentirías si constantemente te esforzases para lograr algo y no lo consiguieras? Esta situación te originaría frustración al dirigir tus esfuerzos constantemente en algo inútil o aburrimiento, pues te cansarías de hacer exactamente lo mismo todo el rato para nada.
Cuando juegas con tu gato y no le dejas alcanzar ni cazar nunca su juguete, le sucede exactamente lo que acabamos de describir. Así pues, lo que originariamente estaba pensado para pasar un rato gratificante con tu animal, le está generando un estado de ánimo negativo hasta que acaba finalmente hartándose. Esto también sucede con un juguete que se ha popularizado recientemente, los punteros láser. Estos despiertan el instinto de persecución en el gato y producen un gran sentimiento de frustración, puesto que no pueden llegar a capturar nunca a su presa, generando un estrés innecesario en el animal.
Además, el hecho de tener siempre los mismos juguetes a su alcance también tiende a causarle aburrimiento. Este hecho se debe a que los felinos se suelen cansar con facilidad de las cosas. De este modo, probablemente tu gato dejará de divertirse con el juguete que tanto le gustaba porque ha dejado de parecerle novedoso e interesante, ya que los gatos son curiosos por naturaleza y necesitan hallar y experimentar nuevos olores, sensaciones, etc. En Catit se pueden encontrar una gran variedad de juguetes para gatos de todo tipo, incluso circuitos y túneles especiales para ellos.
No siempre está predispuesto a jugar
Los gatos son animales bastante sensibles, a los cuales generalmente no les gustan los excesos. Por este motivo, debes ser comprensivo y evitar ser especialmente pesado, sobre todo cuando veas que el gato no está especialmente receptivo al juego. Tal vez en ese momento prefiera descansar o estar solo. Contrariamente, si sigues molestando a tu gato, podría hartarse de ti, evitarte e incluso llegar a llevarte alguna sorpresa si este se enfada.
No se encuentra bien
Si has observado un cambio repentino en el carácter de tu gato sin explicación aparente, deberías sospechar que esto se debe a que tu felino no se encuentra bien, es decir, que esté sufriendo alguna patología o dolor debido a una lesión. En este caso, deberías llevar a tu gato al veterinario.
Ha vivido una mala experiencia
A veces, el rechazo a jugar contigo puede deberse a que ha asociado una vivencia negativa con el hecho de estar contigo. Para descartar esta posibilidad, deberías preguntarte: ¿ha dejado de jugar en general o solo evita jugar contigo? Podrían ser múltiples las situaciones por las cuales ha sucedido esto, como por ejemplo si al jugar con él te enfadaste y le has castigado, cosa que nunca debes hacer porque no lo entiende y solo logras intimidarle perjudicando vuestra relación. También puede ser que haya experimentado dolor cuando te hayas relacionado con él, que se haya asustado por algún ruido fuerte o que se haya hecho daño con un juguete.
Mi gato está triste y no juega
Los gatos son animales especialmente susceptibles a los cambios que suceden a su alrededor y a su familia. Esto es debido a que, por naturaleza, necesitan mantener su entorno vigilado y conocer sus rutinas para sentirse seguros. No es extraño, entonces, que cualquier cambio significativo que suceda en su entorno, como por ejemplo un cambio de domicilio, la llegada de otro miembro al hogar e incluso cambios sutiles e imperceptibles, como ruidos extraños en casa o un cambio repentino de comida, le generen incomodidad y estrés. Este hecho claramente suele repercutir en su carácter, mostrándose triste y desconcertado, cosa que implica que no esté interesado en jugar, entre otras muchas cosas.
Por último, si tu gato hace poco que ha sido adoptado por ti, es natural que aún no se encuentre del todo confiado contigo y con su entorno por todo lo que hemos comentado, ya que supone un cambio repentino de todo aquello que ha conocido. Por esta razón, tu compañero aún necesita un tiempo para adaptarse a su nuevo entorno, el cual aún percibe como un lugar hostil y lleno de desconocidos. Este tiempo de adaptación, además, varía mucho en función de cada individuo, puesto que hay gatos más tímidos que otros en función de su biología y experiencias pasadas. Descubre cuánto tarda un gato en adaptarse a una nueva casa en este otro artículo.
Mi gato duerme mucho y no juega
¿Por qué mi gato no juega y duerme mucho? Los gatos son animales especialmente dormilones, pues, habitualmente, estos suelen dormir entre 12 y 15 horas al día para preservar sus energías. Por esta razón, no debes preocuparte si tu gato duerme plácidamente y prefiere no jugar. Además, como hemos comentado con anterioridad, deberás estar especialmente atento a cuando tu gato está receptivo y con ganas de jugar y respetarle cuando prefiera descansar.
Este hábito de sueño también suele variar en función de factores como la edad, pues los gatos ancianos duermen más. La temperatura también influye, ya que en verano es más frecuente que el gato se encuentre más cansado, etc. Sin embargo, si has notado a tu felino últimamente más decaído y con falta de energías, deberás estar pendiente de otros signos que puedan hacerte sospechar que tu felino no se encuentra bien, como si ha cambiado su hábito de comida, si se aleja de ti y muestra un carácter arisco… Que tu gato duerma más de lo habitual, también podría significar que no se encuentra bien y sería motivo para llevarle al veterinario.
¿Qué hacer para que mi gato juegue?
Si tu gato ha dejado de jugar o evita hacerlo contigo, es importante que trates de entender el motivo por el cual sucede esto. Como habrás visto, son diversas las causas que pueden provocar este cambio en su carácter. Por ende, veamos qué hacer si tu gato no quiere jugar en cada situación:
Identifica cómo le gusta jugar a tu gato
Aunque pueda parecer curioso, no a todos los gatos les gusta jugar del mismo modo. Saber qué clase de juego y juguetes le gustan a tu gato será determinante para asegurarte de que se lo pasa realmente bien y pasáis un tiempo de calidad los dos juntos, por ejemplo, en la hora de la comida. Este espacio de tiempo puede convertirse en un juego muy divertido si lo hacemos con los comederos interactivos como es el Food Tree de Catit, comederos antivoracidad de varios niveles.
Existen en el mercado toda clase de juguetes para gatos que puedes escoger, algunos rebotan, hacen ruidos, tienen plumas, pelaje, colas, se iluminan, etc. Además, puedes buscar opciones más económicas y hacer tus propios juguetes caseros (con cuerdas, cajas, etc.). Seguramente tu gato tiene alguna clase de preferencia, por lo tanto, fíjate con qué elementos suele entretenerse en casa habitualmente.
Para que tu gato esté entretenido constantemente y cada día le parezca que vive una experiencia de juego novedosa, te aconsejamos disponer de un recipiente donde puedas depositar varios juguetes y juegos. De esta manera, podrás ofrecerle a tu gato distintos juegos y juguetes de manera alternada: esconderle por un tiempo unos, sacarle otros, cambiarlos de sitio, etc. Así pues, ese juguete que a tu gato le parecía aburrido, le volverá a parecer novedoso e interesante.
Como hemos comentado anteriormente, es bueno que tu gato se entretenga de forma autónoma con distintos juegos y juguetes, pero que juguemos con nuestro felino también les hace bien. De esta manera, le ayudamos a ser más confiado y evitamos el estrés o el aburrimiento. Jugar a algunos juegos clásicos con tu gato como el escondite o el “pilla-pilla”, le ayuda a entretenerse y a moverse, pues son ideales para evitar el sobrepeso. Aprende a jugar con tu gato de forma positiva, pues el juego es un modo divertido y gratificante de pasar tiempo juntos y que tu felino haga ejercicio.
Respétalo como es
Es frecuente que los cuidadores tengan expectativas y creencias de cómo debería ser su gato, y estas pueden ser especialmente dañinas, pues no se puede pretender cambiar el carácter del animal forzándolo a ser lo que no es. Tu gato no tiene por qué ser igual de juguetón que los demás, debes saber aceptarlo como es y, a ser posible, invitarlo a jugar si se muestra proclive a ello. En caso contrario, solo lograrás perjudicar su bienestar y tu relación con él.
Ahora que sabes los diferentes motivos que explican por qué tu gato no juega contigo, ha dejado de jugar de repente o no siente motivación por jugar con nada, te enseñamos a elaborar juguetes caseros para que puedas encontrar sus favoritos.
Déjale tiempo para adaptarse
Ya sea el caso de que tu gato haya llegado al hogar hace poco o si ha sucedido un cambio significativo, lo mejor será que le dejes un tiempo para que se familiarice con el entorno y los integrantes de la familia. Déjale que sea él quien se acerque a aquello que tiene miedo o le genera incomodidad y prémialo con comida o un juego suave si se muestra receptivo.
Si tu gato no juega y se muestra desconfiado debido a una vivencia negativa asociada al juego, la pauta de actuación será la misma: transforma esa situación que le generó miedo en algo positivo, con tiempo y paciencia. Contrariamente, forzarlo a situaciones en las cuales se sienta incomodo será contraproducente, pues le estarás haciendo vivir miedo y estrés y, por lo tanto, solo lograrás que asocié dicha situación con una experiencia negativa.
Por último, en estos casos, también es recomendable el uso de un difusor de feromonas durante el período de adaptación, pues este ayudará a que se encuentre más calmado en el entorno, favoreciendo especialmente la adaptación en caso de que tu gato sea tímido.
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