Mi gato no me quiere - Por qué y qué hacer
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Si acabas de acoger un gato y has observado que te rechaza o si, por el contrario, hace tiempo que convives armoniosamente con tu peludo pero se ha distanciado de ti y ya no te quiere como antes, es posible que te sientas confuso y sin muchas esperanzas de que tu felino pueda cogerte cariño. No es de extrañar, puesto que cuando acogemos un nuevo miembro en nuestra familia, queremos poder manifestarle nuestro afecto mediante mimos y juegos y puede resultarnos contraproducente que nuestro gato se distancie de nosotros.
Por esta razón, si crees que tu gato no te quiere y quieres saber por qué y cómo solucionarlo, estas en el lugar indicado, ya que en este artículo de ExpertoAnimal podemos ayudarte a solventar esta situación.
Mi gato no quiere estar conmigo
Los gatos son animales de lo más sociales y cariñosos, contrario a lo que mucha gente pueda creer. Ahora bien, no siempre están igual de receptivos a nuestros mimos y palabras de afecto. Cada uno de nosotros tenemos nuestras propias peculiaridades y necesidades, pero todos necesitamos nuestro espacio de vez en cuando, y este hecho no es distinto en los gatos.
Por este motivo, si tu gato te rechaza algunas veces, alejándose de ti cuando te sientas a su lado, saltando de tus brazos cuando lo coges e incluso llegándote a arañar o morder cuando le acaricias, no te lo tomes como algo personal.
Seguramente, mediante el lenguaje corporal el felino te haya pedido que le dejes tranquilo, puesto que en ese momento prefiera estar solo y más tarde sea él quien vaya a ti a pedirte mimos o para que juegues con él.
Sin embargo, la situación suele ser ligeramente diferente si has notado que tu gato no te quiere como antes. Y es que si disfrutabas de una buena relación con tu felino y de repente ha empezado a ignorarte, e incluso a rechazarte, deberás tratar de averiguar qué ha sucedido que justifique este cambio tan abrupto.
¿Por qué mi gato no me quiere?
Si crees que realmente tu gato no te quiere o ha dejado de quererte como antes, es posible que se deba a alguno de los siguientes motivos. A continuación, te explicamos cómo saber si tu gato no te quiere encontrando la causa que puede estar provocando este rechazo:
Eres excesivamente cariñoso/a
En ocasiones, los felinos suelen rehuir de nosotros debido a que nuestras muestras de afecto son desmesuradas. No es extraño, ¡puesto que a veces cuesta evitar el impulso de querer acariciar a nuestro peludo! Aun así, debemos respetar siempre los límites que nos ponga para no agobiarlo, contrariamente, este podría empezar a desconfiar de nosotros, enfadarse y hacernos daño.
Además, debemos entender que hay contextos en los cuales no podemos molestarlo. Por ejemplo, ¿te gustaría que mientras duermes plácidamente alguien te levantara sin previo aviso? Seguramente no te haría ninguna gracia, y a tu gato tampoco.
Ha tenido una vivencia negativa
A veces, nuestro felino podría rechazarnos debido a que ha asociado una experiencia negativa con nosotros. Si hemos castigado a nuestro gato, cosa que nunca debemos hacer porque no lo entiende y, por lo tanto, solo conseguimos intimidarle sin motivo, y a raíz de esto hemos notado un cambio en su carácter, es posible que este sea el motivo de su rechazo. O, por ejemplo, si sin querer le hemos hecho daño al cogerle, acariciarle…, también podría asociar este hecho tan negativo con nuestra presencia. Por todo ello, el gato ha asociado el dolor con que nos hayamos relacionado con él.
Aun os tenéis que conocer
Si hace poco que has acogido a tu gato en tu familia, es natural que aun no se encuentre del todo confiado contigo. Muchos gatos necesitan un tiempo para adaptarse a su nuevo hogar y a sus integrantes y, por esta razón, hasta que no aprendan que no se encuentran en un lugar hostil, se mostrarán inseguros con su entorno y con el contacto con otros. Cada individuo es único y, por ende, hay individuos más tímidos que otros.
Aparte, muchas veces no conocemos del todo el pasado del animal que hemos adoptado, podemos desconocer si ha sufrido experiencias negativas como malos tratos y que, debido a ello, pueda haber desarrollado un carácter más desconfiado.
No recibe los cuidados necesarios
Podría ser que tu gato se muestre arisco debido a que su bienestar no está del todo cubierto. Entendemos que como tutores debemos garantizarle a nuestro animal alimento, seguridad y entretenimiento (social y ambiental), para que se encuentre a gusto. Si, en cambio, nuestro animal no realizase suficiente ejercicio al ser un gato de piso y nunca jugamos con él, podría sentirse estresado y comportarse de forma hostil, por ejemplo.
Ha sucedido un cambio significativo en su entorno
Los gatos tienen la necesidad de mantener su entorno bajo control para sentirse protegidos. Debido a esto, son animales muy susceptibles a los cambios. Por esta razón, si recientemente se ha producido algún cambio significativo en el hogar y el gato aún no ha tenido tiempo suficiente para adaptarse, o no lo ha hecho adecuadamente, es posible que repercuta en un carácter más temperamental o asustadizo, puesto que se siente inseguro.
No es extraño escuchar decir "estoy embarazada y mi gato ha dejado de quererme" o "mi gato se esconde desde que acogimos otro en casa", por ejemplo. Esto ocurre, como decimos, porque el animal se encuentra estresado debido a ese cambio en su rutina y necesita adaptarse a su nueva situación.
Otra situación en la que es totalmente habitual sentir que el gato ha dejado de querernos es tras un periodo vacacional. "Me fui de vacaciones y mi gato no me quiere" es una situación totalmente normal y el motivo es el mismo. El animal ha experimentado un cambio muy grande, la ausencia de su guía, y ha podido sentirse solo e incluso abandonado.
No se encuentra bien
En situaciones en las cuales observamos un cambio brusco en el comportamiento de nuestro animal, debemos sospechar que puede deberse a que este esté sufriendo algún dolor o patología clínica. En estos casos, siempre deberemos llevar a nuestra mascota al veterinario.
¿Qué hago si mi gato no me quiere?
Si tu gato evita estar contigo o si directamente te rechaza, es importante que trates de entender a qué es debido. Como hemos comentado anteriormente, hay diversas causas para que esto suceda. Por ello, mostramos qué hacer si tu gato no te quiere en cada situación:
Dale tiempo
En caso de que tu felino haya llegado al hogar hace poco, dale tiempo para que se familiarice con el entorno y los demás integrantes del hogar. Es necesario que no lo fuerces a vivir situaciones que podrían resultarle amenazantes, ya que aún no confía en ti y podría volverse una experiencia negativa, tornándose contraproducente con su relación contigo. También recomendamos el uso de un difusor de feromonas durante este período, el cual ayudará a tu gato a encontrarse más cómodo facilitando el proceso de adaptación. Para más información sobre cómo es el proceso de adaptación de tu gato al hogar, te recomendamos leer: "Consejos para los primeros días de un gato en casa".
Relaciónate con él de forma positiva
Ahora bien, si tu gato y tú hace tiempo que convivís juntos, pero este nunca ha mostrado especial interés en relacionarse contigo o te ha perdido confianza como consecuencia de una mala experiencia, deberás aprender a relacionarte con él de manera agradable y evitando los excesos, como acariciarlo cuando no quiere o querer jugar con él a todas horas.
Deberás entonces fijarte en cómo se siente tu gato antes de relacionarte con él, tratar de entenderlo y, además, evitar que todas las veces seas solo tú quien empiece la interacción. Es decir, presta atención en los momentos en los que tu gato se acerca a ti (por ejemplo si se tumba tu lado) y trata de acariciarlo en estos momentos si se encuentra receptivo o dale algún obsequio para que aprenda que eres alguien interesante. Poco a poco, verás como se encontrará más a gusto contigo y te aceptará mejor. Si quieres conocer más acerca de cómo mejorar tu relación con tu peludo, te invitamos a leer 5 consejos para ganarse la confianza de un gato.
Respeta su personalidad
Un error muy común es creer que el gato no quiere a sus tutores porque no es tan cariñoso como otros gatos con sus humanos. Por ello, debemos entender que, del mismo modo que nosotros, cada gato tiene sus propias características y personalidad. Por lo tanto, tu gato no tiene por qué ser igual de cariñoso o juguetón como los demás. Así pues, que tu gato no sea cariñoso contigo no tiene que significar que no te quiere, porque probablemente te adora a su modo.
Enriquece su ambiente y garantiza su bienestar
Si crees que el comportamiento de tu animal se debe a que no tiene su bienestar cubierto, deberás localizar cuál es el foco y remediarlo. Podría encontrarse frustrado por una falta de entretenimiento en su día a día y, por lo tanto, tendrás que garantizarle un enriquecimiento ambiental y pasar más tiempo jugando con él. O podría también sentirse inseguro debido a que ha sucedido un cambio significativo en vuestra rutina o en el hogar, lo que requerirá respetar el tiempo de adaptación del animal, sin forzarlo nunca. En estos casos, también puedes tratar de ayudarle mediante el uso de un difusor de feromonas.
En ambos casos, es posible que observes otros síntomas de estrés en tu gato que puedan corroborar que el bienestar de tu gato flaquea por alguna parte. Ahora bien, si no ves una mejora o si observas otros síntomas graves, como que el gato deja de comer, deberás llevar al animal al veterinario para que descarte cualquier patología clínica que pueda haber alterado su comportamiento.
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