¿Por qué mi perro cambia de lugar para dormir?
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La búsqueda de confort y protección, el frío, el calor y el estrés son las principales razones por las que un perro cambia de lugar para dormir. Si bien el sueño es indispensable para el óptimo funcionamiento del organismo canino, dormir también supone un momento de alta vulnerabilidad para los perros. Por ello, es natural que busquen las condiciones más propicias en su entorno antes de acostarse.
Si te haces preguntas como “¿por qué mi perro cambia de lugar para dormir?” o “¿por qué mi perro no quiere dormir en su cama?”, llegaste al sitio perfecto. En ExpertoAnimal, hablaremos de causas más comunes de este comportamiento perruno. ¡Sigue leyendo y descubre!”
Búsqueda de confort y protección
Si la cama o la zona de descanso de tu perro no le ofrecen las condiciones más propicias a la conciliación del sueño, lo más probable es que lo veas cambiar de lugar o de posición antes de acostarse. Esta conducta está motivada por la necesidad del perro de garantizar que puede estar seguro y a gusto en determinado entorno antes de echarse a dormir.
¿Qué hacer?
La zona de descanso de tu perro debe cumplir unas mínimas condiciones para resultarle segura y agradable. Son ellas:
- Contar con una cama cómoda, compatible con su tamaño y de fácil acceso. Te invitamos a conocer nuestra selección de las “mejores camas para perros”.
- Estar situada en un ambiente tranquilo, donde no haya un exceso de estímulos que mantengan a tu perro en un estado de alerta constante o que puedan asustarlo durante la noche.
- Mantenerse limpia y libre de olores desagradables para los perros. En este sentido, recomendamos que utilices limpiadores enzimáticos a la hora de higienizar la zona de descanso de tu peludo, evitando emplear productos irritantes como la lejía o lavandina, la creolina o desodorantes/desinfectantes con fragancias muy intensas.
Regulación térmica
Otra posible explicación de por qué tu perro cambia de lugar para dormir es, simplemente, porque tiene frío o calor en su zona de descanso. Temperaturas muy altas o muy bajas pueden generar incomodidad e incluso algunos síntomas en los perros, impidiendo que concilien el sueño de la mejor manera.
Además, si la cama de tu perro no es apropiada para el clima de tu región, o resulta incompatible con las temperaturas de ciertas estaciones del año, ello puede generar un rechazo. Por ejemplo, si su cama tiene muy poco relleno y está apoyada directamente sobre el suelo, tu perro puede tener frío durante el invierno. Esto puede hacer que busque acostarse en otra superficie más calentita o que quiera dormir contigo, porque, además de transmitirle seguridad, también eres una fuente natural de calor.
Por otro lado, si su cama está recubierta por un tejido muy grueso, o si sueles cubrirla con una manta en los días más calurosos, es posible que veas cómo tu perro rasca su cama y da miles de vueltas antes de acostarse, buscando una superficie más fresca. Esta también es una respuesta a “¿por qué mi perro duerme en el suelo y no en su cama?”, ya que acostarse directamente sobre el suelo puede ayudar a tu perro a regular su temperatura corporal y aliviar la sensación de calor.
¿Qué hacer?
Mantener las temperaturas estables en la zona de descanso de tu perro es la mejor manera de evitar que tenga frío o calor. Si vives en una región muy fría, un buen sistema de calefacción hogareña será de gran ayuda con este propósito. Y si en tu región hace mucho calor, asegurarte de que la cama de tu peludo no quede directamente expuesta al sol y esté ubicada en un ambiente con buena ventilación, son algunas pautas esenciales.
Además, puedes recurrir a las mantas térmicas para perros durante el invierno, y a las mantas refrescantes en verano. Estos recursos pueden aportar un confort extra al descanso de tu peludo y prevenir los efectos nocivos de exponerse al frío o al calor.
Estrés o aburrimiento
La intensificación de comportamientos naturales o instintivos es uno de los síntomas más comunes de aburrimiento o estrés en perros. En esto casos, la repetición de ciertas conductas se manifiesta como una vía de liberación de un exceso energético. Así pues, si tu perro se muestra muy inquieto a la hora de dormir, da vueltas sin parar o rasca incesantemente su cama, esta puede ser una señal de que está aburrido o estresado.
Muchas veces, este exceso energético es el resultado de una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido. Básicamente, cuando un perro vive en un ambiente poco estimulante, no encuentra recursos o estímulos que lo motiven a ejercitar su cuerpo y su mente. Esto suele tener dos consecuencias inmediatas:
- El perro no encuentra nada interesante para hacer durante el día, principalmente si se queda solo en casa, y termina durmiendo en este periodo. Luego, cuando llega la noche, este perro está super enérgico y quiere jugar, correr, salir a pasear, o sea, cualquier cosa menos echarse a dormir.
- Además, tarde o temprano, este perro se aburrirá de pasar tantas horas sin nada que hacer y recurrirá a lo que esté a su alcance para entretenerse. Es ahí cuando suelen manifestarse ciertas conductas destructivas o desagradables, como escarbar en puertas y paredes, revisar la basura, romper objetos del hogar, etc.
Sin embargo, el punto más alarmante es que un perro aburrido es muy propenso a acabar desarrollando síntomas de estrés, pues va acumulando tensión día tras día. Más allá de ser el disparador de numerosos trastornos de conducta, el estrés también debilita el sistema inmune de los perros, dejándolos más vulnerables a todo tipo de problemas de salud.
¿Qué hacer?
Brindar a tu perro una buena estimulación física y mental es la mejor estrategia preventiva contra todas las alteraciones de conducta relacionadas con el aburrimiento y el estrés. Y para lograrlo, debes tener en mente las siguientes pautas esenciales:
- Establecer una buena rutina de paseos diarios. Realiza al menos 3 paseos diarios, de 30 a 40 minutos cada uno, e intenta variar los entornos para que tu perro pueda interactuar con una mayor variedad de estímulos e individuos. Si tu perro es muy enérgico, también puedes evaluar los beneficios de iniciarlo en un deporte canino, como el Agility, el mushing o el canicross.
- Enriquecer el ambiente de tu perro. Deja a su disposición una buena variedad de juguetes y estímulos que lo mantengan motivado y entretenido, incluso cuando deba quedarse solo. Si necesitas algo de inspiración, echa un vistazo a: “Enriquecimiento ambiental para perros - Ideas y juegos”.
- Dedícale tiempo. Reserva algo de tiempo de cada día para compartir con tu perro, darle las caricias que tanto le gustan y aprovecha para presentarle algunos juegos de inteligencia para reforzar su estimulación mental.
- Adiestra a tu perro. Más allá de fomentar una conducta más confiable, el adiestramiento es el ejercicio más completo para el cuerpo y la mente de un can. Por ello, es muy recomendable que empieces a enseñar algunas órdenes básicas de obediencia a tu peludo desde su llegada al hogar, y preferiblemente a partir de una temprana edad. Si no sabes cómo comenzar, te invitamos a conocer la siguiente guía: “¿Cómo adiestrar a un perro?”.
Así mismo, el estrés en perros tiene muchas otras causas, que van desde cambios repentinos en su entorno y rutina, hasta enfermedades y trastornos metabólicos. Por lo tanto, si percibes que tu perro está demasiado inquieto o que su carácter ha cambiado, no dudes en consultar con un veterinario (mejor aún si es un veterinario etólogo).
Una vez descartada cualquier causa patológica, si esta es la causa que da respuesta a por qué tu perro cambia de lugar para dormir, también puedes poner en práctica las siguientes pautas básicas para el manejo del estrés en perros: “¿Qué hacer si mi perro está estresado?”.
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