¿Qué significa cuando un gato se pone panza arriba?

Para entender qué significa cuando un gato se pone panza arriba, necesitamos entender mejor las posturas del gato y sus significados en la comunicación que establece con otros individuos y con su entorno. Al contrario de nosotros, nuestros felinos emplean principalmente su cuerpo para transmitir sus estados de ánimo, emociones y percepciones sobre el mundo que los rodea. Aunque revelen una sorprendente capacidad de vocalización, los gatos utilizan mayormente su lenguaje corporal para expresarse y comunicarse con sus tutores, con otros gatos y con su propio entorno.

Por lo general, cuando un gato deja su barriga expuesta o duerme boca arriba, ello significa que experimenta un momento de relajación y bienestar. Por supuesto, un felino solo adopta esta postura en un ambiente seguro y en la compañía de aquellas personas con las que tiene afecto y confianza. Entonces, si tu gato duerme panza arriba a tu lado o cerca de ti, esta es una señal que se siente muy a gusto con tu presencia y que vive en un hogar que le transmite la sensación de seguridad y bienestar.

Por otro lado, si tu gato te ve o te recibe tumbándose y mostrando su vientre, se trata de una postura amigable para llamar tu atención e invitarte a interactuar o pedirte algo. Tu felino tiene ganas de jugar y compartir buenos momentos contigo, pero no debes interpretar que un gato panza arriba nos está invitando a acariciarlo en esta región. De hecho, a la mayoría de los gatos no les gusta que le toquen la barriga, ya que se trata de una región muy sensible que abriga algunos de sus órganos vitales.

Eventualmente, tu gato también podrá ponerse panza arriba y girar sobre sí mismo para estirarse y restregar su cuerpo. Se trata de un comportamiento natural que les genera placer y relajación. Esta conducta también puede aparecer si le ofreces algo de hierba de gatera (o "catnip") a tu minino, ya que actúa como un poderoso estímulo para sus sentidos.

No obstante, si observas que tu gato se pone panza arriba y frota su cuerpo con mucha frecuencia o intensidad, como si sintiera una comezón, es importante estar atento. Los picores pueden aparecer como un síntoma de alergia, parásitos externos u otras enfermedades. Por ello, no dudes en acudir a la clínica veterinaria con tu felino al observar que este comportamiento se repite de forma constante y/o compulsiva.

Desafortunadamente, existen muchos falsos mitos sobre los gatos y aún es frecuente que algunas personas se pregunten si los gatos tienen sentimientos, si les gustan las caricias o si quieren a sus cuidadores. Pero basta con compartir tu casa con estos fascinantes animales para percibir cuán inteligentes y sensibles son los gatos.

Que a los gatos no les gusten los besos o las caricias en su barriga, no significa que no disfruten al recibir mimos de sus cuidadores. Simplemente, quiere decir que ser tocados en una región tan sensible les hace sentir vulnerables y les genera sentimientos negativos como inseguridad, estrés y miedo. Al sentirse amenazados, los felinos pueden adoptar ciertas conductas defensivas para preservar su bienestar, como arañazos y mordiscos.

Probablemente, ya escuchaste la expresión popular "defenderse como gato panza arriba". No obstante, no se trata de una conducta traicionera, es decir, el gato no se pone panza arriba con la intención de engañar y, luego, atacar al otro individuo de forma sorpresiva, como aprovechándose de su distracción. Lo cierto es que un gato nos transmite varias señales de incomodidad y enfado antes de adoptar conductas defensivas. Si tu gato lleva las orejas hacia atrás, tiene el cuerpo aplastado, expresiones faciales cerradas y su cola va tomando forma de cepillo (levantada, hinchada y con pelos erizados), está comunicando su enfado y preparándose para atacar.

No obstante, los felinos son perfectamente capaces de establecer un vínculo muy especial con sus tutores, disfrutar compartir buenos momentos en su compañía y recibir sus caricias. El hecho de que no se comporten o no se expresen como los perros o como nosotros no significa que quieran o sientan más o menos. Simplemente, expresan las emociones que experimentan y su afecto por sus tutores de una forma diferente. Entonces, en lugar de comparar o prejuzgar, apostemos por comprender mejor el lenguaje corporal de los gatos y su naturaleza para mejorar nuestra comunicación con ellos.

De forma general, a los gatos les agrada muchísimo recibir caricias en su cabeza, barbilla, nuca y espalda. No obstante, cada gato es un mundo y es imposible establecer un manual de cómo agradar, acariciar o mimar a los felinos. Para saber dónde y cómo acariciar a tu felino, tendrás que conocer sus gustos e identificar sus preferencias. Y esta es justamente la mejor parte de convivir con los gatos: conocerlos día a día e ir descubriendo su personalidad, sorprendiéndonos con sus habilidades y aprendiendo a mejorar nuestros vinculo con ellos.

Para reconocer los puntos favoritos de tu gato, empieza a acariciarlo suavemente por su cabeza y, poco a poco, bríndale mimos y masajes suaves por todo su cuerpo, siempre poniendo atención a las reacciones de cada una de tus caricias. Recuerda evitar los movimientos bruscos, tener mucho cuidado al tocarlos en regiones sensibles y siempre respetar los límites de tu felino. El respecto es la clave para establecer una relación sana y positiva con nuestros compañeros, independiente de su especie.

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