Can de Palleiro

La raza canina can de Palleiro se desarrolla en Galicia, principalmente como perro guardián de fincas rurales y de pastoreo de rebaños. Su nombre podría traducirse como "perro del pajar", pues es en los pajares donde estos animales se refugiaban para descansar tras largas jornadas en exterior, pastoreando y viligando a los animales, generalmente ovejas y cabras.

La historia de esta raza parece ser realmente antigua, ya que proviene de los perros autóctonos que ya en el Paleolítico ayudaban a los gallegos en sus quehaceres diarios. Posteriormente la raza se extendió por otros lugares tanto de España, así como en el resto de Europa. Estos perros comparten origen con otras razas más populares como los pastores belgas, el pastor alemán, el pastor holandés y o el can do Castro Laboreiro, de origen portugués.

Relegado al olvido durante siglos, los canes de Palleiro fueron incluso considerados perros mestizos, hasta que en 2001 fue oficialmente reconocido por diversos organismos oficiales, como la Xunta de Galicia y el Ministerio de Medio Ambiente.

En cuanto a morfología, el can de Palleiro destaca por ser un perro de tamaño grande. Suelen pesar entre 30 y 38 kilogramos, alcanzando a su vez una altura a la cruz de entre 59 a 65 cm. en machos y de entre 57 a 63 cm. en hembras.

Estos perros tienen un cuerpo de tipo lupoide, es decir, similar al de un lobo. Muestra la cabeza triangular, el hocico alargado y un perfil recto con un stop poco pronunciado. También, al igual que los lobos, presenta las orejas erectas y triangulares, el cuello grueso y musculoso, en perfecto equilibrio con las proporciones del resto del cuerpo. Las patas son sólidas y fuertes, con unas articulaciones flexibles y marcadas. Es frecuente encontrar ejemplares que presentan un espolón o quinto dedo en las patas posteriores.

El pelaje es denso y frondoso, mudándose en invierno por una capa aún más tupida que los protege de las adversidades climatológicas. El manto suele ser de color uniforme, con una amplia gama de posibilidades en cuanto a su color: canela, castaño, marrón, arena… Siempre suelen ser de colores claros, aunque también pueden darse otros más oscuros como el chocolate o incluso el negro. También hay algunos canes que presentan un pelaje similar al de un lobo, con las raíces del pelo de un color más claro y las puntas negras o más oscuras.

No se aceptan dentro del estándar de la raza los animales blancos manchados o con grandes manchas blancas. La piel de el can de palleiro es gruesa, tersa y sin pliegues o pellejos que cuelguen en ninguna parte de su cuerpo.

Como buen perro guardián, el can de Palleiro posee un carácter indiferente y hasta desconfiado con los extraños. Nos alertará debidamente ante la visita de terceras personas a nuestro hogar aunque cuidado, eso no significa que debamos dejarle en el exterior. A la hora de evaluar si el perro debe estar dentro o fuera de casa debemos tener muy en cuenta que ello puede provocar la aparición de problemas del comportamiento. Así mismo, no debemos confundir la guardia con la agresividad. El can de Palleiro, como cualquier otro perro, debe ser debidamente socializado desde cachorro.

Con los miembros del hogar este perro resulta especialmente sociable. Nos sorprenderá con una notable inteligencia y sensibilidad hacia todo aquello que ocurre en el hogar, incluyendo sus miembros, siendo además especialmente protector y dulce con los más pequeños. Una vez más, con una adecuada socialización, este perro podrá convivir con todo tipo de animales y personas.

El mantenimiento del manto del can de Palleiro debe incluir entre uno y dos cepillados semanales, lo que nos ayudará a retirar el pelo muerto, la suciedad acumulada y a detectar de forma pronta la presencia de parásitos y otros problemas de salud. En cuanto al baño, puede realizarse cada uno o tres meses, dependiendo del nivel de suciedad que presente. Utilizaremos productos para el baño específicos para perros, de venta en clínicas veterinarias o tiendas de productos para mascotas. Es una raza que no se debe "pelar" bajo ningún concepto, ni en los meses de más calor.

La alimentación jugará un papel importante en cuanto a la calidad del manto y a su salud se refiere. Podemos apostar por alimento comercial o dietas caseras, aunque siempre deben basarse en productos de calidad. La dieta BARF, por ejemplo, basada en alimentos crudos, está generando una gran popularidad en los tutores y suele ser muy bien aceptada por los perros.

Para terminar, es importante señalar que esa raza requiere actividad física diaria para mantener su musculatura a tono. Realizaremos entre dos y cuatro paseos al día, en los que incluiremos ejercicio físico y momentos de relajación, en los que permitiremos al perro olfatear y orinar sin estrés. También será necesario dedicar tiempo a su estimulación mental, realizando ejercicios de obediencia básica, habilidades caninas, deportes caninos o ejercicios de olfato.

La educación del perro debe iniciarse en el momento de la adopción, como ya hemos mencionado socializándolo en su etapa de cachorro. Ello nos permitirá que muestre un comportamiento estable ante todo tipo de personas, animales y entornos. Separarle de forma pronta de su progenitora o mantenerle encerrado en el hogar puede propiciar la aparición de diversos problemas de conducta en el perro.

Un aspecto fundamental será enseñarle las órdenes básicas para perros, siempre mediante el refuerzo positivo, lo que nos garantizará un buen vínculo y un aprendizaje rápido. Empezaremos practicando con premios y, progresivamente, los retiraremos. Más adelante podremos iniciarle en órdenes más avanzadas y otros ejercicios complejos. Precisamente por su inteligencia y capacidad, nos sorprenderemos al observar que el can de Palleiro es un perro que aprende y ejecuta a gran velocidad los distintos ejercicios propuestos.

Ante la aparición de problemas lo más recomendable es consultar con un educador o adiestrador canino.

Esta raza es sólida y resistente, no presenta patologías hereditarias propias de la raza. Sin embargo, esto no quiere decir que no tengamos que seguir las mismas pautas que con cualquier otro perro en materia de vacunación, desparasitación periódica, identificación mediante microchip o limpiezas bucales auditivas. Por ello se ha de seguir el calendario de vacunas, acudiendo regularmente al veterinario para realizar chequeos y poder así detectar posibles afecciones con tanta premura como sea posible.

La esperanza de vida del can de Palleiro se sitúa entre los 12 y los 15 años.