Thelazia en perros - Tratamiento y contagio

La Thelazia en perros es un parásito ocular, un gusano nematodo que se aloja en el interior del ojo y puede causar molestias, por ello también es conocido como el "gusano del ojo del perro". Es originario de los países asiáticos, de hecho anteriormente se denominaba "gusano oriental", pero ya ha llegado a toda la Península y a varios países europeos.

Este gusano, que suele ser Thelazia callipaeda, es transmitido por las pequeñas moscas características de los árboles frutales, presentes durante los meses cálidos (según zonas pero usualmente de mayo a noviembre, mientras dure la actividad de estas moscas). Las moscas buscan las secreciones oculares de nuestros perros y es al acceder a ellas cuando el parásito llega de la mosca al ojo. Una vez instalado en él, el gusano provoca una irritación que puede originar los síntomas, aunque, en ocasiones, su presencia pasa totalmente desapercibida.

Ciclo biológico de la Thelazia

El ciclo biológico de la Thelazia comprende un hospedador definitivo, en el caso que nos ocupa, el perro, y uno intermediario que es la mosca de la fruta; se sabe que la transmisión la realiza el macho. En el perro, los adultos del parásito se localizan en diferentes estructuras oculares, como puede ser bajo el tercer párpado o en los conductos nasolacrimales. Las hembras van a poner larvas en los ojos de los perros y, de esta manera, cuando las moscas se alimentan de las secreciones oculares, van a ingerirlas. En su interior, y en el plazo de unas tres semanas, estas larvas van a madurar a su forma infecciosa, momento en el que se trasladan al aparato bucal de la mosca (probóscide) y, así, reinician el ciclo cuando esta se alimenta de las secreciones oculares de otro perro, donde alcanza la madurez en el plazo de un mes.

Sí, la thelaziosis, que es el nombre que recibe la patología provocada por este gusano ocular, es una zoonosis, es decir, una enfermedad transmisible al ser humano. Además, se trata de una enfermedad emergente, lo que quiere decir que está en expansión y, por ello, cada vez más perros se ven afectados. Hablamos más en profundidad sobre esta expansión en este otro artículo: "GUSOCs: gusanos del ojo y del corazón en perros".

El diagnóstico de la Thelazia en perros se hace por observación directa del parásito en el interior del ojo. Su aspecto es filiforme y blanquecino de aproximadamente 6-17 mm de longitud y 0,3-0,8 mm de diámetro, siendo las hembras más grandes. Aun así, no siempre es posible verlo y el diagnóstico se hará teniendo en cuenta la sintomatología o factores ambientales como la época del año (probable en los meses cálidos) o el hábitat del perro (vida o acceso a un exterior con presencia de árboles frutales). En otras palabras, si el tratamiento que veremos en el apartado siguiente funciona, es que se trataba de Thelazia aunque no se hubiese conseguido observar ningún ejemplar. Entre los síntomas de Thelazia que podemos detectar en nuestros perros destacan los siguientes, en uno o en ambos ojos:

• Conjuntivitis.
• Lagrimeo.
• Secreción serosa que puede llegar a ser purulenta si se produce una infección bacteriana secundaria.
• Picor, el perro se rasca, pudiendo llegar a causarse lesiones como la úlcera corneal.
• Alopecia periocular, como consecuencia del rascado se produce una pérdida de pelo alrededor del o de los ojos.

Ante cualquiera de estos síntomas es pertinente una visita al veterinario. Aunque no parezcan revestir gravedad, no tratarlos puede ocasionar problemas más importantes, como la úlcera que hemos nombrado. La sintomatología suele manifestarse a los 7-15 días de la entrada de los parásitos en el ojo.

Imagen: researchgate.net

Como hemos visto, la Thelazia en los perros se aloja en el interior del ojo. La primera medida será eliminar manualmente los parásitos que se observen, operación que debe realizar el veterinario. No siempre es permisible, pues, en ocasiones, aunque estos gusanos estén presentes no es posible localizarlos.

El tratamiento de elección más recomendado en la actualidad es la milbemicina, un producto seguro que se utiliza también para la desparasitación interna. ¡Ojo! Jamás debemos medicar a nuestro perro por nuestra cuenta. Incluso los compuestos de uso más común pueden ser potencialmente mortales para algunos perros. Por ello, será siempre el veterinario quien debe indicarnos el tratamiento y la dosis adecuada.

Como sucede con otros parásitos, la prevención es complicada. En este caso, es imposible controlar la presencia de moscas en los árboles durante los meses de más calor e, igualmente, no va a ser posible impedir que estas accedan a nuestros perros. Así que, aun siendo conscientes de que no se podrán seguir en todos los perros, estas serían algunas recomendaciones destinadas, básicamente, a evitar el contacto con las moscas:

• Mantener a los perros en el interior durante los meses que dure la presencia de moscas, generalmente los más cálidos, aunque la extensión de este período va a depender de la situación geográfica.
• Evitar o reducir las salidas durante las horas de luz, que son en las que están activas las moscas.
• Eliminar en lo posible materia orgánica como hierba cortada, fruta caída de los árboles, hojas, etc., para no favorecer el aumento de la población de moscas.
• Probar a utilizar gafas de sol para perros o cualquier dispositivo que impida o dificulte el acceso de las moscas a los ojos, ya que, recordemos, es este contacto el que transmite la Thelazia a los perros.
• Revisar el estado de los ojos con frecuencia y acudir al veterinario ante cualquier síntoma.
• Según los últimos estudios, se puede mantener una dosis de milbemicina mensual durante los meses problemáticos^[1]. Eso sí, debe ser el veterinario quien prescriba este método de prevención.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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