Tipos de mantarrayas

Tiene el título de ser la mantarraya más grande, además de la más conocida, con una envergadura que puede llegar hasta los 7 metros y un peso de alrededor de 1,350 kg. Se distribuye ampliamente por los océanos tropicales y subtropicales, habitando tanto aguas costeras como profundas.

Es reconocida por sus migraciones de larga distancia, a menudo recorriendo miles de kilómetros en busca de alimento. Se alimenta de plancton, pequeños crustáceos y peces, que atrapa filtrando el agua a través de sus branquias.

La mantarraya gigante es un ejemplo de animales solitarios, aunque a veces se la puede observar en pequeños grupos. A menudo se acerca a estaciones de limpieza en los arrecifes, donde pequeños peces limpian su piel y la liberan de parásitos. Sus largas migraciones están ligadas a la disponibilidad de alimento y las corrientes marinas.

Debido a su lento crecimiento y baja tasa reproductiva, la mantarraya gigante está clasificada “En Peligro” en la Lista Roja de la UICN. La pesca accidental y la caza dirigida para el uso de sus branquias en la medicina tradicional son algunas de las amenazas que enfrenta.

Este tipo de mantarrayas es más pequeña que la gigante, puede alcanzar una envergadura de hasta 5 metros. Se encuentra principalmente en las aguas cálidas del Indo-Pacífico, desde la costa este de África hasta Hawái. Esta especie es más común en áreas cercanas a los arrecifes de coral, donde encuentra refugio y alimento. A menudo se la observa en grupos, especialmente en áreas ricas en plancton, que es su principal fuente de alimento.

Se alimenta principalmente de plancton, que captura mientras nada lentamente cerca de la superficie. Este comportamiento la convierte en una de las especies más fáciles de observar para los buceadores y snorkelistas.

Es una de las especies más estudiadas y observadas debido a su proximidad a áreas turísticas de buceo. Es común ver mantarrayas de arrecife en sitios de limpieza, donde pequeñas especies de peces limpian su piel de parásitos.

También conocida como mantarraya del Mediterráneo, es una especie relativamente grande que puede alcanzar los 5 metros de envergadura. A pesar de su tamaño imponente, es una especie tímida y difícil de observar. Su distribución se limita principalmente al mar Mediterráneo y algunas partes del Atlántico oriental. A menudo se la encuentra en aguas más profundas, pero en ocasiones puede ser vista cerca de la superficie.

La raya diablo es conocida por sus saltos acrobáticos fuera del agua, un comportamiento que aún no ha sido completamente entendido. Se cree que estos saltos pueden ser una forma de comunicación o un mecanismo para deshacerse de parásitos. Su dieta consiste en plancton y pequeños peces.

La raya diablo está clasificada como en “En Peligro”. La pesca accidental en redes y la captura dirigida en algunas zonas del Mediterráneo son las principales amenazas para su supervivencia.

Este tipo de mantarraya es interesante debido a la espina venenosa afilada que posee en su cola, lo cual la distingue de otras mantarrayas. Esta espina, rara vez se usa para defenderse de los depredadores. Vive en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, principalmente en aguas profundas, aunque ocasionalmente se la puede ver en la superficie. Su envergadura llega hasta 1.80 metros, y se alimenta principalmente de plancton y pequeños peces.

A pesar de ser una especie de aguas profundas, la mantarraya espinosa tiene adaptaciones que le permiten sobrevivir en diferentes hábitats. Es un excelente nadador y puede realizar inmersiones profundas en busca de alimento. También visita zonas costeras cuando la comida es abundante.

Al igual que muchas mantarrayas, está catalogada “En Peligro” debido a la pesca incidental y la destrucción de su hábitat. Su capacidad para adaptarse a diferentes entornos la ha ayudado a evitar una mayor declinación en su población.

Imagen: Manta Trust

La mantarraya chilena o cornuda es una especie que prefiere las aguas más frías del Pacífico oriental, desde las costas de Chile hasta el norte de México, aunque se la puede encontrar en otros océanos del mundo alrededor de zonas tropicales. Es una de las especies de mantarrayas que más profundo se sumerge, alcanzando profundidades de hasta 1,800 metros. Tiene un cuerpo robusto y compacto, y puede medir más de 3 metros de envergadura.

La capacidad de la mantarraya chilena para sumergirse a tales profundidades la distingue de otras especies. Estas inmersiones profundas probablemente le permiten acceder a presas que no están disponibles para otras mantarrayas, como cefalópodos y peces de aguas abisales.

Debido a su capacidad de bucear a grandes profundidades, es menos propensa a ser capturada en las redes de pesca de superficie, lo que ha ayudado a sus poblaciones. Sin embargo, al igual que las especies anteriores, también se encuentra amenazada dentro de la categoría de “En Peligro” según la IUCN.

La raya águila común, aunque no es técnicamente una mantarraya, tiene una apariencia similar y comparte varios comportamientos. Habita en las aguas del Atlántico oriental y el Mediterráneo. Esta especie es conocida por sus grandes aletas pectorales en forma de alas, que le dan una envergadura de hasta 2 metros. Se la puede ver nadando cerca del fondo marino en busca de presas como crustáceos y moluscos, que tritura con sus poderosas mandíbulas.

A diferencia de las mantarrayas que filtran plancton del agua, la raya águila común utiliza su potente mandíbula para triturar caparazones de moluscos y cangrejos. Este tipo de alimentación es común entre las rayas del fondo marino.

Es una especie ampliamente distribuida, pero las actividades humanas, como la pesca de arrastre y la contaminación de los fondos marinos, representan serias amenazas para sus poblaciones. En la actualidad se encuentra “En Peligro Crítico” según la IUCN.

Con una envergadura que puede alcanzar poco más de 1 metro, la mantarraya enana es la más pequeña de todas las especies de mantarrayas. Vive en las cálidas aguas tropicales del Indo-Pacífico y es conocida por su agilidad y velocidad. Su tamaño reducido le permite moverse rápidamente en busca de alimento, principalmente plancton. Es una especie social y a menudo se la encuentra en grandes grupos, especialmente en zonas ricas en alimento.

A diferencia de las especies más grandes, la mantarraya enana tiende a formar grandes cardúmenes, lo que le proporciona protección contra los depredadores. Su pequeño tamaño y sus movimientos ágiles la hacen difícil de capturar, lo que la convierte en una especie bastante resistente a las amenazas. Al igual que otras especies de mantarrayas, enfrenta desafíos debido a la pesca accidental y la degradación de su hábitat en los arrecifes de coral, estando catalogada “En Peligro”.

Imagen: Natusfera

La mantarraya japonesa o arpón (Mobula japanica) habita en las aguas templadas del Pacífico noroccidental, especialmente alrededor de Japón y Corea. Este tipo de mantarraya alcanza hasta 3 metros de envergadura y es conocida por sus migraciones costeras.

Durante el verano, se desplaza hacia aguas más cálidas en busca de alimento, mientras que en invierno se adentra en aguas más profundas. Esta especie se alimenta principalmente de plancton, pero también consume pequeños peces y crustáceos. Es común encontrarla cerca de la superficie en verano, mientras que en invierno migra a aguas más profundas.

Las mantarrayas japonesas son vulnerables a la pesca incidental y están “En Peligro” según la IUCN, pero su capacidad para migrar a diferentes áreas las ha protegido de la sobreexplotación en algunas regiones.

Bathytoshia brevicaudata, aunque no es una verdadera mantarraya, comparte muchas características similares. Es una de las rayas más grandes, alcanzando hasta 4 metros de envergadura y pesando más de 350 kilogramos. Habita en el suroeste del Pacífico, especialmente alrededor de las costas de Australia y Nueva Zelanda. Su característica distintiva es una espina corta y venenosa en su cola, que utiliza para defenderse de depredadores.

La mantarraya de espina corta se encuentra comúnmente en aguas costeras y en fondos arenosos, donde se alimenta de moluscos y crustáceos. Aunque suele ser una nadadora lenta, es capaz de realizar movimientos rápidos para escapar de depredadores marinos o humanos.

La raya mariposa, con su cuerpo aplanado y sus alas extendidas, tiene una apariencia similar a una mariposa. Habita en las aguas costeras del Atlántico, desde Norteamérica hasta Sudamérica, y puede medir hasta 2 metros de envergadura. Es conocida por su comportamiento tranquilo y su capacidad para deslizarse suavemente sobre el fondo del océano. A diferencia de otras mantarrayas, la raya mariposa pasa la mayor parte de su tiempo cerca del fondo marino, donde se alimenta de pequeños peces y crustáceos.

La raya mariposa utiliza su cuerpo plano para excavar en el fondo arenoso en busca de presas. Su dieta se compone principalmente de peces pequeños y crustáceos, que captura con sus mandíbulas especializadas.

Debido a las capturas incidentales por la pesca de arrastre o redes, y debido a la pesca por su carne, esta especie también se encuentra catalogada “En Peligro” dentro de la lista roja de la IUCN.

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