Tumor en el ojo en perros: síntomas y tratamiento

Un tumor o neoplasia se define como el crecimiento desorganizado de células que se produce como consecuencia de una mutación genética. Los tumores oculares son aquellos que se desarrollan a partir de las diferentes estructuras que conforman el ojo. Entre ellos, se distinguen los siguientes tipos:

• Tumores de párpado o tumores palpebrales: son los tumores oculares más frecuentes en el perro. Los más habituales son el adenoma de las glándulas de Meibomio (un tumor palpebral en perros de carácter benigno) y el adenocarcinoma de las glándulas de Meibomio (un tumor palpebral maligno). Además de estos, existen otros tumores que pueden afectar al párpado de los perros, como los melanomas, los histiocitomas, los mastocitomas y los papilomas.
• Tumores de conjuntiva o tumores conjuntivales: tienen mayor tendencia a la malignidad y a la infiltración local que los tumores de párpado, sin embargo, su incidencia es muy baja en los perros. Se han descrito casos de melanomas, carcinomas de células escamosas, mastocitomas, papilomas, hemangiomas, hemangiosarcomas, linfosarcomas e histiocitomas.
• Tumores de córnea y esclerótica: son muy poco frecuentes en los perros. En los perros jóvenes son más comunes los papilomas, y en los adultos el carcinoma de células escamosas, el melanoma y el papiloma.
• Tumores de úvea: la úvea es una capa ocular que está formada por el iris, los cuerpos ciliares y la coroides. El tumor de úvea más frecuentes es el melanoma, que se manifiesta como una mancha ocular dentro del ojo del perro.
• Tumores orbitarios: son aquellos que afectan al tejido que conforma la órbita en la que se aloja el globo ocular. Los más frecuentes son los osteosarcomas, los fibrosarcomas y los adenocarcinomas nasales. La mayoría de los tumores orbitarios en perros son malignos y no se diagnostican hasta que la enfermedad está bastante avanzada.

Los tumores oculares en perros pueden producir una sintomatología muy variada. El propio tumor puede apreciarse como una masa (de tamaño y color variable), o bien como una mancha de color oscuro (como ocurre en el melanoma ocular en perros).

Además, el propio tumor puede ocasionar una sintomatología asociada, la cual puede variar dependiendo de la estructura del ojo que se vea afectada. Algunos de estos síntomas pueden incluir:

• Pérdida de visión.
• Dolor ocular, el cual se manifiesta con blefarospasmo (ojo cerrado).
• Pigmentación.
• Epífora (lagrimeo).
• Hiperemia conjuntival (ojos rojos).
• Edema o inflamación de la conjuntiva y los párpados.
• Exoftalmia: comúnmente conocido como “ojos saltones”. Se produce cuando el tumor empuja el globo ocular hacia delante, haciendo que este sobresalga de su posición normal.
• Estrabismo: cuando los ojos no están correctamente alineados y no apuntan en la misma dirección.
• Hipema: acúmulo de sangre en la cámara anterior del ojo.
• Glaucoma: aumento de la presión intraocular.

Como hemos mencionado, un tumor es un crecimiento desorganizado de células que se produce como consecuencia de una mutación genética. Esta mutación puede estar inducida por diferentes factores (como radiaciones, productos químicos, hormonas, etc.), pero en la mayoría de ocasiones tiene un origen idiopático (es decir, un origen desconocido).

Además, algunos tumores oculares pueden ser metástasis (o tumores secundarios) que tienen su origen en un tumor primario presente en otro lugar del organismo. Es el caso, por ejemplo, del tumor venéreo transmisible, el hemangiosarcoma o el linfosarcoma.

El diagnóstico del tumor ocular en perros se basa en los siguientes puntos:

• Diagnóstico clínico: mediante una exploración oftalmológica completa que permita analizar el aspecto del tumor y la sintomatología que ocasiona.
• Diagnóstico por imagen: incluyendo radiografía, ecografía ocular y pruebas de diagnóstico por imagen avanzadas (como TAC o resonancia).
• Diagnóstico histopatológico: mediante la toma de una muestra de tejido (citología o biopsia) y su análisis microscópico. Sin duda, el análisis histopatológico es la prueba diagnóstica de elección, pues es la única que permite conocer el origen exacto del tumor, su grado de malignidad y las características invasivas en los tejidos de alrededor.

Además, ante la detección de cualquier tumor ocular maligno (cáncer) se debe realizar un examen completo del animal (incluyendo radiografías de tórax y ecografía abdominal) en busca de metástasis.

El tratamiento del tumor ocular en perros debe plantearse teniendo en cuenta dos condicionantes:

• El tipo de tumor: su localización, si es un tumor localizado o difuso, si hay metástasis en otros órganos, etc. En función de lo anterior, se podrá plantear un tratamiento quirúrgico, quimioterapia y/o radioterapia.
• Y el estado general del paciente: puesto que solo los pacientes estables se podrán someter a un tratamiento, ya sea quirúrgico o quimioterápico.

A continuación, mencionamos algunos aspectos importantes en el tratamiento de los distintos tipos de tumores oculares:

• Tumores palpebrales: a pesar de que el 75% de los tumores palpebrales son benignos, la mayoría de ellos necesitan cirugía, puesto que suelen desfigurar el párpado e irritar el ojo del animal. La reducción del volumen del tumor con crioterapia adyuvante (tratamiento con frío) también da buenos resultados.
• Tumores conjuntivales: dado que suelen tener mayor malignidad, requieren una cirugía más extensa y generalmente, un tratamiento adyuvante (como crioterapia, laser diodo, laser CO2 o radioterapia). Además, se requieren revisiones periódicas puesto que pueden reaparecer.
• Tumores de córnea y esclerótica: la extracción quirúrgica o la fotocoagulación con láser suele ser eficaz, aunque en los casos en los que el tumor se extiende dentro del ojo, es necesario realizar una enucleación (extracción del globo ocular completo).
• Tumores de úvea: dependiendo del tamaño y la localización de la lesión, se puede optar por un tratamiento de fotocoagulación con láser, la extirpación quirúrgica o, en casos más graves, enucleación (extracción del globo ocular completo).
• Tumores orbitales: al tratarse, en su mayoría, de tumores malignos, se debe proceder a la extracción del globo ocular (enucleación) y a la extirpación del tumor orbitario. La cirugía combinada con quimioterapia y/o radioterapia puede mejorar el pronóstico del animal.

El precio de la cirugía para el tumor ocular en perros puede variar en función del tipo de técnica utilizada y la complejidad de la misma, aunque de media este tipo de procedimientos suele tener un coste de entre 400 y 600€.

Generalmente, son cirugías que deben ser realizadas por un veterinario especialista en oftalmología, puesto que suelen requerir el uso de medios de aumento y materiales específicos.

Esta pregunta no tiene una respuesta única, pues la esperanza de vida de un perro con un tumor ocular dependerá de múltiples factores, entre ellos: el tipo de tumor, su localización, su grado de malignidad, su tendencia a metastatizar, el estado general del paciente y el tratamiento que se realice.

El pronóstico de un tumor benigno en el ojo en perros suele ser muy bueno si se aplica el tratamiento adecuado. Por ejemplo, en el caso de los tumores palpebrales benignos, la resección quirúrgica suele ser curativa en la mayoría de los casos. Sin embargo, en los tumores oculares malignos el pronóstico a largo plazo suele ser malo y la esperanza de vida de los animales afectados disminuye. Es el caso de la mayoría de tumores orbitarios, puesto que la mayoría de ellos son tumores malignos y además suelen diagnosticarse cuando la enfermedad está avanzada.

Por todo lo anterior, si observas cualquiera de los síntomas mencionados, no dudes en acudir al centro veterinario. Una rápida actuación siempre es clave. Además, te recomendamos consultar este otro artículo con otros tipos de tumores: "Tumores en perros: tipos, síntomas y tratamiento".

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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