Ojo inflamado en perros - Causas y tratamientos

Cuando observamos a un perro con un ojo hinchado, debemos plantearnos si esa apariencia se debe a que verdaderamente el globo ocular ha aumentado de tamaño, o si por el contrario, el globo ocular tiene el mismo tamaño pero lo que ocurre es que sobresale de la órbita más de lo habitual.

Al aumento del tamaño del globo ocular se le denomina “buftalmia” y al desplazamiento hacia delante del mismo se le denomina “exoftalmia”. Diferenciar estos signos clínicos es importante, puesto que aparecen asociados a patologías muy distintas. A continuación, explicamos cuándo y por qué aparecen estos síntomas oculares.

Buftalmia

La buftalmia aparece en los perros con glaucoma, una enfermedad oftalmológica en la que se produce un aumento de la presión intraocular por encima de los niveles normales. En estos casos, la buftalmia aparece porque la presión intraocular estira las fibras de colágeno que forman la esclerótica y la córnea, lo que termina provocando una distensión del globo ocular (es decir, un aumento de su tamaño).

Te contamos más sobre el Glaucoma en perros: síntomas, causas y tratamientos en el siguiente post de ExpertoAnimal.

Exoftalmia

En los pequeños animales, la órbita (espacio del cráneo que contiene el globo ocular) no solo está delimitada por los huesos del cráneo, sino también por algunos tejidos blandos, como los músculos maseteros y la glándula salival cigomática. La exoftalmia se produce por afecciones de algunos de los elementos que conforman la órbita, las cuales ocupan un espacio y desplazan el globo ocular hacia delante.

En concreto, la exoftalmia en los perros puede estar producida por cuatro procesos:

• Celulitis orbitaria: es una inflamación, en principio difusa, de los contenidos de la órbita. Sin embargo, en algunos casos, estas inflamación difusa se puede “reorganizar” y llegar a producir un absceso retrobulbar. Las causas que pueden desencadenar estos proceso son diversas: penetración de cuerpos extraños a través de la conjuntiva, el párpado o el paladar blando; traumatismos importantes (como atropellos o caídas); y extensión de procesos infecciosos en otras regiones cercanas (como los senos nasales o el último molar superior). También puede aparecer de forma idiopática (es decir, por causa desconocida) en perros jóvenes, especialmente en primavera.
• Tumor retrobulbar: pueden ser tumores primarios o secundarios (por extensión de un tumor en una zona cercana, o por metástasis a distancia). Algunos de los tumores más frecuentes en esta zona son: el meningioma del nervio óptico, los osteosarcomas, los adenocarcinomas, los melanomas, los linfosarcomas y los carcinomas.
• Mucocele de la glándula cigomática: consiste en un acúmulo de saliva fuera de la glándula salivar, por rotura de la misma o de su conducto de salida.
• Miositis de los músculos masticatorios: consiste en la inflamación de los músculos maseteros. La miositis únicamente ocasiona buftalmia en las fases agudas, pues es cuando se produce un aumento de tamaño de los músculos (cuando la enfermedad cronifica, se produce una atrofia de los mismos).

Todas estas lesiones ocupan un espacio a nivel de la órbita y desplazan rostralmente el globo ocular, haciendo que este sobresalga de la órbita mas de lo normal y dando ese falso aspecto de “perro con ojo hinchado”.

Por último, es preciso mencionar un proceso que, aunque no afecta directamente al globo ocular, también puede ocasionar una apariencia de "ojo hinchado". Es el caso de las picaduras por insectos (como avispas o abejas) en los tejidos que rodean el ojo (generalmente en los párpados). En la zona de la picadura, suele desencadenarse una reacción inflamatoria, que genera esa sensación de hinchazón en la zona periocular.

La buftalmia (aumento del tamaño del ojo) y la exoftalmia (desplazamiento del ojo hacia delante) son signos clínicos en sí mismos. Sin embargo, no suelen aparecer solos, sino que generalmente, se presentan asociados a otros síntomas:

• La buftalmia únicamente aparece en casos de glaucoma crónico (es decir, cuando la presión intraocular se mantiene elevada durante mucho tiempo) y normalmente se asocia a una pérdida irreversible de la visión de ese ojo. Solo en casos excepcionales, como los cachorros o los perros de raza Shar pei (en los que las estructuras oculares son mucho más flexibles), se puede producir una recuperación de la visión. Además, el aumento de la presión ocular ocasiona dolor, por lo que es habitual que los animales estén más apáticos y se froten en lado de la cabeza del ojo afectado.
• En los perros con exoftalmia, es frecuente observar otros signos clínicos. Dependiendo de la causa que origine la exoftalmia, podemos encontrar: protrusión y enrojecimiento de la membrana nictitante (o tercer párpado), estrabismo y dolor a la palpación alrededor del ojo.
• Cuando observamos un ojo hinchado en perro por picadura de algún insecto, es habitual que aparezca picor y enrojecimiento en la zona de la picadura. Además, es frecuente que se produzca un edema de los párpados que impida que el animal abra el ojo con normalidad. Por ello en estos casos es habitual que los cuidadores acudan a consulta alegando que ”mi perro tiene un ojo hinchado y cerrado”.

Ahora que conocemos las causas que pueden originar estos signos clínicos, debemos explicar cómo curar el ojo hinchado de un perro. Pues bien, como puedes imaginar, el tratamiento dependerá del proceso concreto que haya desencadenado la aparición de estos signos clínicos:

• Los perros con glaucoma que presentan exoftalmia: en la mayoría de los casos, ya tienen una ceguera irreversible y no va a ser posible recuperar su visión. En estos casos, el tratamiento debe centrarse en buscar una solución que reduzca el dolor ocular, y además sea lo más estética posible. Para ello existen dos alternativas: la enucleación (consiste en extirpar quirúrgicamente el globo ocular y dejar los párpados cerrados) o la evisceración y colocación de una prótesis intraocular (consiste en “vaciar” el contenido del globo ocular y sustituirlo por una prótesis que tendrá una apariencia similar a la de un ojo normal).
• En los perros con buftalmia: el tratamiento debe ser específico frente a la causa primaria. Así, en los casos de celulitis orbitaria, se debe instaurar una terapia con antibióticos de amplio espectro y antiinflamatorios, además de proteger la superficie córnea con un gel de lágrimas artificiales. En los abscesos retrobulbares puede ser necesario realizar un drenaje del material purulento, y en el caso de tumores retrobulbares se pueden plantear distintas alternativas quirúrgicas (orbitotomía o exenteriación).
• En los casos de picaduras por insectos: es necesario instaurar un tratamiento antiinflamatorio con corticoides. Si la hinchazón es leve, suele ser suficiente con administrar el corticoide vía tópica, pero en casos más graves, puede ser necesario instaurar un tratamiento por vía sistémica.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a Ojo inflamado en perros - Causas y tratamientos, te recomendamos que entres en nuestra sección de Problemas oculares.

¿Tienes contratado el Seguro de Responsabilidad Civil obligatorio para perros? Consiguelo al mejor precio rellenando el formulario con tus datos y los de tu mascota haciendo clic en este botón: