15 cosas que no debes hacerle a tu gato
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Los gatos son unos excelentes compañeros y, de la misma forma, nosotros debemos serlo para ellos. Esto implica que, como sus tutores humanos, es necesario conocer qué necesita tu gato para ser feliz y qué debemos evitar para no generarle malestar.
Como cuidador, es necesario que entiendas a tu gato. Por esta razón, si estás interesado en conocer 15 cosas que no debes hacerle a tu gato, te invitamos a seguir leyendo este artículo de ExpertoAnimal para que sepas cómo cuidar mejor a tu compañero de cuatro patas.
- No respetar las libertades básicas del bienestar animal
- No llevarle al veterinario
- Castigarlo y/o reñirle
- No prestarle atención suficiente
- No respetar sus límites
- Realizarle la desungulación
- Humanizarlo y/o no dejarle ser un gato
- Divertirte haciendo que se sienta mal
- Abandonarle
- No educarle
- Fumar estando con él
- Tenerlo como un juguete
- Darle alimentos inapropiados
- Exponerle a ruidos fuertes o molestos
- Vestirlo con accesorios molestos
1. No respetar las libertades básicas del bienestar animal
Acoger a un gato requiere asumir una gran responsabilidad, la cual debemos ser conscientes mucho antes de tomar esta decisión. Esta responsabilidad que tienen todos lo propietarios de animales es garantizar el bienestar de sus mascotas.
Pero, ¿qué entendemos por bienestar? Nos referimos a este concepto cuando un animal tiene satisfechas las cinco libertades esenciales o necesidades básicas para que sea tan feliz como merece:
- Libre de sed, hambre y malnutrición.
- Libre de disconfort.
- Libre de dolor y enfermedad.
- Libre de expresarse.
- Libre de miedo y estrés.
2. No llevarle al veterinario
Independientemente de que tu gato se encuentre bien u observas que manifiesta conductas anormales que te hacen sospechar que puede tener algún problema de salud, es importante que lleves a tu gato al veterinario.
En el primer caso, si no crees que tu gato necesite ir al veterinario porque está saludable, deberías de todas formas tratar de llevarle a hacer una revisión anual de forma preventiva para verificar que su estado de salud es correcto y para llevar el día su carta de vacunación y desarasitación.
En el caso de que hayas observado un cambio de conducta repentino en tu gatito, es un claro indicio de que algo no anda bien. Como propietario, es tu responsabilidad que tu animal se encuentre libre de dolor y enfermedad, por esta razón deberías llevarlo a que lo revisen antes de que avance demasiado su posible patología, haciendo sufrir innecesariamente a tu minino.
3. Castigarlo y/o reñirle
Es comprensible que al convivir con un gato se den situaciones que te hagan perder la paciencia. Sin embargo, el castigo está totalmente contraindicado si se pretende educar a un gato, pues no entiende el motivo de tu enfado y el castigo se vuelve una intimidación innecesaria.
Esto conlleva en muchos casos que el gato empiece a desconfiar de su humano y muestre rechazo hacía él, además de generarle estrés, que podría originar problemas de conducta.
4. No prestarle atención suficiente
Aunque pueda parecer algo obvio, otra de las cosas que no debes hacer a un gato es no dedicarle tiempo. Tomar la responsabilidad de vivir con un gato requiere atender más cuidados aparte de proporcionarle alimento y protección. Nos referimos a tomar en cuenta que un gato es un animal social, juguetón y que necesita realizar ejercicio diariamente. Por estos motivos, es necesario que le dediques tiempo cada día a tu gato, ya sea para mimarlo o jugar con él.
En caso contrario, tu gato estará aburrido y con mucha energía acumulada, lo que conllevará a que se encuentre en un estado de animo irritable, esté estresado y desarrolle consecuentemente problemas de comportamiento debido a que su bienestar no estará cubierto.
Descubre cómo saber si tu gato está aburrido con este vídeo.
5. No respetar sus límites
Muchas veces, los tutores de animales suelen molestar a sus gatos sin mala intención, debido a que se malentiende su lenguaje corporal. Por ejemplo, son excesivamente cariñosos con el minino hasta el punto de agobiarle, hecho que a veces el peludo expresa enfadándose y llegando a hacer daño. Otros gatos, en cambio, son más tolerantes y no llegan nunca a arañar ni morder a sus humanos, pero eso no significa que no estén cansados y no estén pidiendo que se les deje tranquilos.
Aunque en ocasiones es inevitable no querer decirle a tu gato lo mucho que lo quieres, muchas veces la mejor forma de demostrarle esto es respetando sus límites, entendiendo cuándo este se encuentra receptivo para que le des mimos y le cojas en brazos, cuándo quiere jugar o cuándo quiere permanecer tranquilo.
6. Realizarle la desungulación
La desungulación es es un procedimiento quirúrgico que consiste en amputar la última falange del dedo del gato, extirpando la parte ósea y articular, nervios y vasos sanguíneos que conforman los dedos del felino para que el gato no tenga garras. Esto se hace con la intención de que el animal simplemente no realice conductas consideradas molestas, como arañar y rascar objetos. Es decir, es una práctica cruel que no permite que el gato sea, efectivamente, un gato.
Las uñas, así como los comportamientos de rascar, arañar y la posibilidad de defenderse, son esencialmente necesarios para el bienestar del felino. Por este motivo, educar a tu gato para que pueda redirigir dichas conductas a elementos más apropiados, como rascadores o juguetes, es necesario para poder convivir sin que su comportamiento natural sea una molestia. Sin embargo, anular dichos comportamientos mediante una practica tan inhumana e innecesaria, la cual lamentablemente aún está permitida en varios países, tiene una fuerte repercusión negativa a nivel físico y emocional, pues no le permite manifestarse libremente según le pide su propio organismo, generándole un estado de estrés y ansiedad irremediables que puede conllevar a que desarrolle otros problemas de conducta, como maullidos excesivos o agresividad, entre muchos otros.
Además, debido a que las garras cargan con el peso del gato, son necesarias para que camine. Por ende, como consecuencia de esta mutilación, el gato tiene que modificar su postura para poder desplazarse.
7. Humanizarlo y/o no dejarle ser un gato
Debes ser consciente de que la mejor manera de demostrarle a tu gato lo mucho que lo quieres es dejándole que se manifieste libremente y respetando lo que es, un gato. Esto implica que debes evitar relacionarte y entender a tu minino como si se tratase de un humano, ya que tratar de comprender a tu gato desde un enfoque humano dará pie a muchos malentendidos que le confundirán y harán sentir mal. Sus necesidades y las nuestras no son las mismas, por lo tanto, debes identificar si los “lujos” y obsequios que le das a tu peludo son realmente satisfactorios para él o si lo son para ti.
De la misma forma, debes entender que tu felino es un animal que tiene necesidades específicas de su especie, como arañar, jugar, maullar, etc. Por ende, si quieres que tu animal sea feliz, no puedes pretender eliminar estas conductas, pues contradice completamente su naturaleza. Más bien, deberás mediante la guía adecuada y el refuerzo positivo, redirigir estas conductas a actividades más adecuadas, de manera que ambos podáis convivir a gusto.
Si tu gato araña todo y no sabes qué hacer, no te pierdas nuestro artículo con todos nuestros consejos: "¿Cómo evitar que mi gato arañe todo?".
8. Divertirte haciendo que se sienta mal
Los gatos tienen reacciones de lo más exageradas en muchos casos, motivo por el cual a mucha gente les divierte poner a sus gatos en situaciones comprometidas para ver estas reacciones, generalmente asustándoles e incluso, haciéndoles daño (es decir, maltratándoles).
Los gatos son animales muy sensibles que no merecen ser tratados de esta manera, pues una situación que puede parecer graciosa desde fuera implica hacer sentir al animal miedo y estrés. Por tanto, no deja de ser cruel reírse de situaciones en las cuales estás haciendo sufrir a tu animal.
A modo de ejemplo, una situación muy cotidiana y nada recomendable es la de jugar con tu gato empleando un puntero láser. Aunque pueda parecer divertido porque el animal persigue la luz, jamás podrá cogerla y, por ello, este juego solo generará en él ansiedad y frustración. Por todo ello, esta es otra de las cosas que no debes hacerle a tu gato. Los gatos deben jugar con objetos que puedan atrapar.
En este vídeo te enseñamos cómo jugar correctamente con tu gato.
9. Abandonarle
Desgraciadamente, muchos animales de compañía terminan perteneciendo a gente que no los quieren como merecen. Esto sucede porque algunos propietarios no toman conciencia de la gran responsabilidad que implica el tener un gato y, cuando se cansan de él o piensan que supone una molestia, terminan abandonándolo a su suerte.
Este acto no es algo puntual, pues el numero de animales abandonados va aumentando cada día y, lamentablemente, la mayoría no acaba teniendo un final feliz, pues muchos de estos animales fallecen al no saber sobrevivir solos o, en el mejor de los casos, acaban en un refugio, el cual a duras penas puede atender todas las necesidades de los animales que acogen.
10. No educarle
La educación es una parte esencial para la convivencia agradable con un felino, ya que de esta forma tu peludo no aprenderá hábitos que pueden suponerte una molestia, como por ejemplo morder y rascar los muebles. Es decir, esta clase de comportamientos indeseados son debidos a que no se le ha enseñado al gato desde cachorro a redirigir conductas (que debe realizar para garantizar su bienestar) de una forma adecuada.
Los gatos son animales inteligentes, los cuales gracias a la orientación adecuada y al refuerzo positivo son capaces de aprender las normas del hogar y a comportarse de forma correcta.
11. Fumar estando con él
Evidentemente, fumar no es solo un mal hábito que afecta a la salud de las personas, ya que si un gato convive con un fumador en un espacio cerrado, este animal se vuelve un fumador pasivo del mismo modo que todas las personas que viven en el mismo hogar.
El humo es muy perjudicial para los pulmones de tu minino, lo que acarreará serios problemas de salud en él. Además, debes en tener en cuenta que los gatos tienen la necesidad de acicalarse lamiéndose el pelaje, esto implica que el peludo ingiere con su lengua todas la partículas tóxicas que se desprenden del cigarrillo y se adhieren a su pelaje. Por ello, fumar en su presencia es otra de las cosas que no debes hacerle a un gato.
12. Tenerlo como un juguete
En algunos hogares se acogen gatos con la intención que estos sean distracciones para los más pequeños de la casa. Es decir, se deja que los infantes traten al gato como si de un peluche se tratará, sin transmitirles el mensaje de que el gato es un ser vivo que merece respeto y no ser tratado como un juguete.
Obviamente, no necesariamente debe existir una mala intención detrás de la acción de los niños/as. Sin embargo, muchas veces se divierten haciendo sentir mal al gato (como hemos explicado con anterioridad), debido a que no son conscientes de que realmente le están haciendo daño físico o emocional, o aún no conocen el lenguaje corporal del minino. No saben qué les está comunicando y, por lo tanto, explicarles a los pequeños la importancia del respeto hacía los animales, así como la supervisión de un adulto durante las sesiones de juego, es necesario. Del mismo modo, también es importante para asegurar la seguridad de los infantes, pues el gato podría acabar hartándose y hacerles daño.
13. Darle alimentos inapropiados
Puede que a veces te apetezca consentir a tu gato con comida, más si este te lo esta pidiendo con cara de deseo. Ahora bien, dar según qué alimentos inapropiados, como chocolate o galletas para humanos, no es precisamente la mejor idea pese a su insistencia, pues perjudicará a largo plazo su salud.
Si quieres ofrecerle a tu peludo algo más adecuado, puedes adquirir toda clase de premios, comida húmeda y alimentos aptos para él que no perjudicarán su salud y apreciará de igual manera. Consulta la Lista de alimentos prohibidos para gatos para saber cuáles son las cosas que no debes dar a tu gato.
14. Exponerle a ruidos fuertes o molestos
Los gatos tienen una audición muy aguda, debido a esto, es muy estresante para ellos estar expuestos constantemente a ruidos fuertes. Es por este motivo que tu gato debe tener acceso en el hogar a una zona en la que pueda descansar tranquilamente sin estar constantemente expuesto a ruidos molestos.
Además, no es para nada aconsejable que tu gato lleve un cascabel por esta misma razón, pues el sonido provocado por este objeto es muy agobiante para él. Existe el riesgo, incluso, de que a largo plazo le produzca sordera. Descubre todas las consecuencias negativas del cascabel en este otro artículo: "¿Por qué no son buenos los cascabeles para los gatos?".
15. Vestirlo con accesorios molestos
Si decíamos que humanizarlo era una de las cosas que no debes hacerle a tu gato, vestirlo con prendas incómodas también. Cada vez son más los accesorios y prendas disponibles en tiendas para vestir a tu gato. Ahora bien, antes de adquirir alguno de estos artículos, deberás valorar hasta qué punto los apreciará tu minino, pues si insistes en vestir a tu gato con elementos incómodos o perjudiciales para él, no dudes en que no va a querer esta clase de regalos.
Si pretendes adquirir un accesorio para tu gato, asegúrate siempre de que este no le limita la movilidad, le permite acicalarse con normalidad y no le roza ni provoca ningún daño. Contrariamente, tu peludo podría presentar problemas de piel o verse incapaz de moverse como es debido. Por último, si tu gato tiene acceso al jardín, no es recomendable que lleve nada puesto, pues podría quedarse enganchado en algún sitio (como con una rama o una reja) y hacerse daño.
Ahora que conoces las 15 cosas que no le gustan a los gatos y jamás debes hacerles, ofrece a tus peludos la calidad de vida que merecen.
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