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A mi gato se le nota la columna: causas y qué hacer

 
Marta Sarasúa
Por Marta Sarasúa, ATV y etóloga. 29 enero 2025
A mi gato se le nota la columna: causas y qué hacer
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Evaluar la condición corporal de los animales que llegan a la consulta es uno de los pasos indispensables que cualquier veterinario debe llevar a cabo a la hora de realizar un buen examen físico. Un excesivo estado de delgadez, caracterizado, entre otras cosas, por la presencia de unos huesos demasiado marcados sobre la superficie de la piel, puede ser indicativo de un problema grave de salud que debe ser estudiado minuciosamente.

Si notas que a tu gato se le empieza a marcar de manera evidente la columna vertebral a lo largo del dorso, puedes palpar las vértebras fácilmente cuando lo acaricias o ha perdido mucho peso en poco tiempo sin motivo aparente, es muy importante que acudas a tu veterinario para que este lleve a cabo un diagnóstico preciso. Igualmente, y para que cuentes con toda la información posible, en este artículo de ExpertoAnimal hemos recopilado las causas más frecuentes por las cuales a un gato se le puede notar la columna vertebral y qué te recomendamos hacer en cada caso.

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Índice
  1. Desnutrición
  2. Síndrome de malabsorción
  3. Parasitosis
  4. Patologías sistémicas crónicas
  5. Ansiedad
  6. Patologías dentales

Desnutrición

Cuando hablamos de desnutrición nos referimos al aporte de una dieta que no está adaptada a las necesidades del animal, por lo que, por mucho que el gato coma, no obtiene los nutrientes que necesita y no gana el peso apropiado.

Esto no suele ser frecuente en el caso de gatos caseros, que cuentan con unos tutores que les alimentan a diario, pues las dietas comerciales, que son las más utilizadas, están preparadas de forma que garanticen un aporte óptimo de nutrientes al animal. Aunque las calidades de los ingredientes puedan variar enormemente en función de la marca, si se administran siguiendo las cantidades recomendadas no deben provocar en ningún caso problemas de desnutrición en los felinos.

Sin embargo, los gatos callejeros, especialmente los gatitos que todavía están en crecimiento, sí son muy susceptibles a padecer desnutrición, ya que se ven obligados a consumir prácticamente cualquier cosa que encuentren y esto afecta gravemente a su desarrollo físico.

¿Qué hacer si mi gato está desnutrido?

Muchas veces los gatos que son adoptados de protectoras y refugios llegan con problemas de desnutrición. Si el felino está sano, el problema tiene fácil solución y pasa por aportarle una dieta apropiada para su edad y condición. Trata siempre de seleccionar piensos con ingredientes de muy buena calidad, sin subproductos y con un alto porcentaje de proteínas de origen animal, pues los gatos son carnívoros estrictos. Aquí encontrarás nuestra selección: "Los mejores piensos naturales para gatos".

Igualmente, no debes descuidar la hidratación, por lo que lo más recomendable es ofrecer una dieta mixta, que combine el pienso con la comida húmeda. En caso de que decidas alimentar a tu gato con dieta BARF o cocinada, te recomendamos que consultes con un veterinario para que te ayude a establecer menús completos y saludables para tu felino.

A mi gato se le nota la columna: causas y qué hacer - Desnutrición

Síndrome de malabsorción

El síndrome de malabsorción se define como una alteración del proceso digestivo, generalmente producido por una insuficiencia pancreática exocrina o por enfermedad en el intestino delgado. La peculiaridad de este síndrome es que el animal tiene apetito y come con normalidad pero aún así, pierde peso y adelgaza. Esto ocurre porque los nutrientes que necesita el gato para ganar masa muscular y acumular lípidos no se absorben correctamente y se expulsan con las heces, siendo también bastante frecuente la presencia de diarreas crónicas.

¿Qué hacer si mi gato tiene síndrome de malabsorción?

El síndrome de malabsorción en ocasiones resulta muy difícil de diagnosticar, pues sus principales síntomas (las diarreas y el adelgazamiento) están también presentes en muchas otras patologías, siendo algunas de ellas de más frecuente aparición en la clínica. Esto supone que el veterinario debe hacer varias pruebas para descartar otras enfermedades antes de dar con el diagnóstico definitivo.

El síndrome de malabsorción, por lo general (y siempre que no esté asociado a problemas más graves como un tumor), tiene buen pronóstico y su tratamiento pasa por administrar una dieta especial baja en fibra, con grasas y carbohidratos muy digeribles y proteína de muy buena calidad. Igualmente, será necesario un tratamiento farmacológico para controlar las causas subyacentes de la malabsorción.

Parasitosis

Cuando un gato tiene parásitos a nivel intestinal, especialmente si hablamos de una parasitación grave, su sistema digestivo no es capaz de absorber y aprovechar bien los nutrientes de los alimentos y, además, puede sufrir lesiones e inflamaciones importantes en la mucosa, lo cual puede llegar a ser muy peligroso. Parásitos como Toxocara cati o Dipylidium caninum aparecen con bastante frecuencia en el sistema digestivo de los gatos, especialmente de aquellos con acceso al exterior, y pueden ocasionar síntomas como dolor abdominal, vómitos, hemorragias o diarreas. Si la situación no se trata, los animales empiezan a perder peso y pueden llegar a morir en los casos más graves.

¿Qué hacer si mi gato tiene parásitos?

Por fortuna, las parasitosis se pueden prevenir fácilmente a través de tratamientos antiparasitarios orales o tópicos, pautados por un veterinario, que deben repetirse de manera periódica. En el caso de los antiparasitarios específicos de acción interna, es decir, aquellos que previenen y tratan infestaciones de nematodos, cestodos y similares (los mal llamado "gusanos"), estos deben administrarse cada tres meses en el caso de gatos adultos y sanos, muy especialmente si los animales salen al exterior.

Si el gato ya sufre una parasitosis, el tratamiento antiparasitario es el mismo, pero en este caso la dosis debe repetirse a los 15 días, tal y como te pautará el veterinario. En este caso, lo más importante es buscar ayuda profesional en el momento en que se detecta la presencia de los parásitos y no dejar pasar el tiempo, pues esto supondría un riesgo grave para la salud el gato.

A mi gato se le nota la columna: causas y qué hacer - Parasitosis

Patologías sistémicas crónicas

Muchas enfermedades crónicas también pueden hacer que a tu gato se le note la columna, como pueden ser la insuficiencia renal o el cáncer afectan directamente al metabolismo del animal y pueden provocar, entre otros síntomas, una pérdida de peso progresiva y evidente.

En ocasiones, el adelgazamiento va asociado a anorexia, es decir, es el propio animal quien no quiere comer porque no se encuentra bien, mientras que en otros casos los mecanismos que producen la pérdida de peso son completamente diferentes y, aunque el gato coma con normalidad (o incluso aunque coma más de lo normal), no es capaz de engordar. Esto último ocurre, por ejemplo, en muchos casos de hipertiroidismo o de diabetes mellitus y es un hecho que suele llamar mucho la atención de los tutores.

¿Qué hacer si mi gato tiene una enfermedad crónica?

Tal y como hemos mencionado, todas aquellas patologías que dan lugar a pérdida de peso cursan también con muchos otros síntomas y los tutores detectan la mayoría de ellos antes de que comience a ser evidente el adelgazamiento. Ante la mínima señal de que algo no va bien, es importante que acudas al veterinario, pues un diagnóstico precoz puede mejorar mucho el pronóstico de la enfermedad y ayudar a tu gato a sobrellevarla lo mejor posible. Si se ignoran otros síntomas y se acude a la clínica cuando al felino ya se le marca la columna, es probable que la enfermedad que padece esté ya demasiado avanzada y haya poco que hacer al respecto.

Ansiedad

Cuando un gato comienza a perder peso sin una razón evidente, lo primero que debemos hacer es descartar la presencia de alteraciones fisiológicas. Si tras examinar al animal el veterinario no detecta ningún problema a nivel físico, muchos tutores dejan de darle importancia al problema e ignoran otro aspecto fundamental del bienestar del felino: su salud emocional.

Los gatos son animales muy sensibles y territoriales, lo que significa que no llevan muy bien los cambios. Cualquier alteración en sus rutinas, la llegada o salida de algún miembro de la unidad familiar, las mudanzas, las reformas en casa, el pasar mucho tiempo solo en casa, la adopción de otro animal o, en definitiva, cualquier evento que pueda afectar su estabilidad es susceptible de provocar estrés en el gato. Esto trae consecuencias a nivel conductual y también físico, pues los animales pueden mostrarse apáticos, dejan de comer y adelgazan.

¿Qué hacer si mi gato padece ansiedad?

Si tu gato está aparentemente sano, pero se comporta de manera extraña y empieza a perder peso, no debes dejarlo pasar, pues es muy probable que esté sufriendo ansiedad. Lo primero que debes hacer es analizar bien qué cambios han podido presentarse en la vida de tu gato que le hayan provocado ese estrés. Ten en cuenta que los felinos no perciben su entorno igual que lo hacemos nosotros y que, lo que a las personas nos puede parecer normal o incluso positivo, a un gato puede resultarle estresante (por ejemplo, la llegada de otro felino a casa). Trata de que las rutinas de tu gato sean lo más estables posibles, de proporcionarle el suficiente enriquecimiento ambiental y de garantizarle interacción social afectiva y actividad física diaria. Por supuesto, ante cualquier duda que te pueda surgir, te recomendamos consultar tu caso con un etólogo felino.

Patologías dentales

Las enfermedades de la cavidad oral son muy frecuentes tanto en perros como en gatos y suponen un problema muy importante al que, muchas veces, los tutores no le prestan la atención necesaria. Patologías felinas como la enfermedad periodontal del gato, la gingivoestomatitis o la lesión resortiva cursan con graves alteraciones orales y dentales que pueden llegar a ser extremadamente dolorosas y molestas para el animal quien, evidentemente, rechazará la idea de masticar y comer. Por ende, es normal que a tu gato se le note la columna.

Aunque se desconoce la causa exacta de varias de estas enfermedades dentales, sabemos que las infecciones bacterianas y víricas, la falta de higiene, la alimentación de baja calidad o el estrés son factores que agravan los cuadros clínicos.

¿Qué hacer si mi gato tiene problemas dentales?

Si a tu gato se le empieza a notar la columna cuando lo acaricias y observas otros síntomas como, por ejemplo, que el animal ha dejado de acicalarse, no quiere comer o grita cuando lo hace, se golpea la cara con las patas, le huele muy mal el aliento, ha perdido algún diente, tiene sarro o presenta las encías muy rojas, es imprescindible que el veterinario le realice un examen de la cavidad oral. En caso de diagnosticarle alguna patología odontológica, y en función de su gravedad, el tratamiento puede ir desde la realización de una limpieza de boca hasta la extracción de las piezas dentales afectadas.

A mi gato se le nota la columna: causas y qué hacer - Patologías dentales

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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