Antibióticos para perros: tipos, dosis y efectos secundarios



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Los antibióticos son un tipo de fármaco que se utiliza con el objetivo de reducir o eliminar las poblaciones bacterianas causantes de infecciones locales o sistémicas, tanto en humanos como en animales. Por supuesto, los perros también pueden padecer enfermedades derivadas de la proliferación de bacterias patógenas en su organismo, por lo que ellos también pueden necesitar tomar antibióticos en alguna ocasión. Ahora bien, no todos los antibióticos que existen en el mercado son aptos para su uso en perros y, por supuesto, las dosis varían muchísimo en función del tamaño del animal, así como de sus circunstancias. Una incorrecta administración de fármacos puede ocasionar perjuicios graves en el animal, además de que se favorecen las resistencias bacterianas, un problema muy importante y sobre el que hoy en día se tiene mucho control a nivel clínico.
Para evitar cualquier riesgo, recuerda que jamás debes dar antibióticos a tu perro si no te los ha recetado previamente un veterinario. Este, además, te indicará la cantidad y la frecuencia de administración que tu peludo necesita para mejorar su estado de salud. Si quieres conocer más detalles acerca de tipos, dosis y usos de los antibióticos para perros, no te puedes perder este artículo de ExpertoAnimal.
- ¿Puedo dar antibióticos a mi perro?
- ¿Para qué sirven los antibióticos en perros?
- Tipos de antibióticos para perros
- ¿Qué antibióticos le puedo dar a mi perro?
- Antibióticos para perros sin receta
- Dosis de antibióticos para perros
- Contraindicaciones de los antibióticos para perros
- Efectos secundarios de los antibióticos para perros
¿Puedo dar antibióticos a mi perro?
Sí, los perros pueden tomar antibióticos siempre y cuando padezca alguna patología de etiología bacteriana y la medicación haya sido recetada por un veterinario colegiado. Existen una serie de antibióticos que se han formulado de manera específica para su uso en perros y, en caso de que tu perro pueda beneficiarse de tomar alguno de ellos, estos serán los primeros que el veterinario te recetará. Los fármacos exclusivos de uso veterinario pueden adquirirse en la farmacia siempre que vayan acompañados de una receta y su precio es más elevado que el de los antibióticos que se utilizan en medicina humana.
¿Puedo dar antibióticos a mi perro de uso humano?
No obstante, en ocasiones, el clínico puede recetarle al perro un antibiótico estándar de uso humano si no existe su análogo en veterinaria. Para ello, escogerá el medicamente más adecuado (¡ojo!, no vale cualquiera), calculará muy bien la dosis que el can necesita y lo dejará todo convenientemente indicado en la receta.
Nunca debes tomar por ti mismo/a la decisión de darle a tu perro un antibiótico que tengas en casa si ves que está enfermo o se encuentra mal, pues el resultado podría ser fatal.
¿Para qué sirven los antibióticos en perros?
Un antibiótico es un tipo de fármaco que se utiliza para tratar o combatir las enfermedades provocadas por bacterias, ya que actúan destruyendo a estos microorganismos o inhibiendo su crecimiento. Es muy importante tener en cuenta que los antibióticos solo son eficaces contra las infecciones bacterianas y que no tienen efecto sobre virus, parásitos u otros patógenos que pueden ocasionar enfermedades en el perro.
Aunque el uso más correcto de los antibióticos sea el terapéutico, es decir, aquel en que el fármaco se administra con el objetivo de eliminar una patología ya instaurada, en ciertas ocasiones el veterinario puede usar o recetar el uso de un antibiótico de manera preventiva. Esto ocurre solo en aquellos casos justificados donde exista un riesgo muy alto de infección, por ejemplo, antes o después de una cirugía complicada.
A continuación, indicamos algunos casos de frecuente aparición en la clínica canina en los que está recomendado el uso de antibióticos en perros:
- Infecciones bacterianas del tracto urinario.
- Neumonías bacterianas.
- Tratamiento de heridas infectadas.
- Piometras.
- Dermatitis bacterianas o piodermas.
- Abscesos.
- Infecciones dentales.

Tipos de antibióticos para perros
Existen muchos antibióticos aptos para uso en perros y estos se pueden categorizar de muchas formas, según varios criterios. Por lo general, los tipos de antibióticos para perros se clasifican en función de lo siguiente:
- Estructura química. La estructura de un fármaco determina sus propiedades físico-químicas, además de influir en aspectos muy importantes como son su absorción, distribución, metabolismo y eliminación.
- Espectro de acción. Una de las formas más comunes de clasificar a los antibióticos es según su espectro de acción y, más concretamente, de las bacterias o estructuras bacterianas contra las que ejercen efecto. Algunos antibióticos se caracterizan por ser de amplio espectro, es decir, por combatir a muchos tipos de bacterias a la vez, mientras que otros fármacos son más selectivos y resultan efectivos solo ante ciertos tipos de bacterias.
- Vía de administración. Por otro lado, podríamos clasificar a los antibióticos según su vía de administración. En este sentido, contamos con fármacos que se toman por vía oral (en forma de pastillas, comprimidos, polvos, pastas...), otros que se administran vía tópica para el tratamiento local de heridas o quemaduras, otros que son inyectables y los suele aplicar el veterinario, etc.
Para la elección del antibiótico más apropiado, el clínico tendrá en cuenta las características del animal y de la enfermedad a tratar y, ante la duda, lo ideal siempre es la realización de un antibiograma, es decir, una prueba laboratorial que nos indica a qué fármacos son sensibles y a cuáles son resistentes las bacterias específicas implicadas en un proceso patológico.
¿Qué antibióticos le puedo dar a mi perro?
En función de sus características, los antibióticos se clasifican en familias. Hay muchísimos fármacos y nombres comerciales en uso actualmente pero los más utilizados y reconocidos son:
- Penicilinas: un ejemplo es la amoxicilina, la cual muchas veces se combina con el ácido clavulánico para aumentar la resistencia y potencia del fármaco frente a las bacterias contra las que actúa.
- Cefalosporinas: se clasifican por generaciones (primera, segunda y tercera) y uno de los antibióticos más conocidos de este grupo es la cefalexina.
- Aminoglucósidos: actúan contra los ribosomas bacterianos. Un antibiótico de este grupo es la gentamicina.
- Tetraciclinas: su mecanismo de acción es muy similar al de los aminoglucósidos y destaca como antibiótico la doxiciclina.
- Quinolonas: estos fármacos impiden la replicación del ADN bacteriano, impidiendo que las bacterias se multipliquen. Una quinolona e uso frecuente en veterinaria es el ciprofloxacino.
Aunque estos son los más conocidos, existen muchos otros antibióticos en el mercado y el veterinario será el encargado de seleccionar el mejor para cada caso.
Antibióticos para perros sin receta
El uso de antibióticos está sometido a un estricto control farmacéutico, lo que implica que no es posible adquirir este tipo de medicamentos sin contar con una receta veterinaria válida. Además, las recetas veterinarias tienen una duración determinada, que generalmente suele ser de un mes, por lo que una vez pasado este tiempo, la receta se invalida y es necesario que el clínico prescriba de nuevo el tratamiento.
Alguna clínicas veterinarias cuentan con su propio botiquín farmacéutico autorizado, lo que quiere decir que ciertos fármacos te los puede dispensar el propio veterinario, por lo que no es necesario que acudas a la farmacia. No obstante, el profesional solo te entregará la dosis necesaria para completar el tratamiento y esta venta quedará igualmente registrada para garantizar el buen uso de los antibióticos.
Dosis de antibióticos para perros
Las dosis de un antibiótico serán diferentes para cada perro y su cálculo debe realizarse por un profesional veterinario. El principal factor que determina la dosis necesaria es el peso corporal del animal, pero también hay que tener en cuenta otros aspectos que pueden alterar la determinación de dicha dosis. Por ejemplo, la presencia de patologías previas, la edad del perro, la gravedad de la enfermedad bacteriana o la vía de administración escogida pueden hacer que el can requiera más o menos dosis.
Igualmente, estas dosis tienen que administrarse con una frecuencia concreta. Las características de cada fármaco hacen que algunos tengan una mayor duración y, por tanto, puedan darse cada más tiempo (por ejemplo, una vez al día), mientras que otros antibióticos será necesario administrarlos cada 8 o 12 horas para que hagan el efecto deseado.
Finalmente, cuando se realizan las recetas también debemos tener en cuenta la duración del tratamiento. Los tratamientos con antibióticos suelen ser relativamente largos, de unos siete a quince días en la mayoría de los casos, aunque pueden prolongarse en función de la gravedad. La terapia antibiótica jamás debe interrumpirse antes de tiempo, aunque el perro muestre claros signos de mejoría, pues podrían crearse resistencias y es muy probable que la enfermedad reaparezca con el tiempo al no haberse eliminado completamente el patógeno.

Contraindicaciones de los antibióticos para perros
Ciertos antibióticos, en función de su composición específica, presentan algunas contraindicaciones muy concretas que el clínico debe conocer y saber gestionar adecuadamente. No obstante, la gran mayoría de los antibióticos comparten una serie de contraindicaciones comunes que vienen indicadas en sus respectivos prospectos. Entre las más frecuentes, aunque no aplican a todos los medicamentes, encontramos:
- No utilizar el antibiótico en una especie distinta a la de destino.
- No utilizar el antibiótico si el perro ha padecido una reacción alérgica previa al fármaco o a alguno de sus componentes.
- No utilizar el antibiótico en hembras gestantes o lactantes.
- No utilizar el antibiótico en perros con fallo renal o hepático.
- No utilizar el antibiótico en neonatos o cachorros.
- No utilizar el antibiótico en caso de que el perro presente una resistencia conocida al mismo.
Es importante que si tu perro padece otras alteraciones o está tomando otros medicamentos, informes al veterinario, pues la eficacia de algunos antibióticos se puede ver alterada si se administra junto a otros fármacos.
Efectos secundarios de los antibióticos para perros
Si alguna vez has tomado antibióticos y le has echado un vistazo al prospecto, te habrás percatado de que cada medicamente lleva asociada una lista de posibles efectos secundarios, normalmente agrupados por gravedad. Con los antibióticos para perros de uso veterinario ocurre exactamente lo mismo, pues ningún fármaco está completamente exento de efectos secundarios, aunque unos sean más seguros que otros.
Por supuesto, no todos los efectos secundarios indicados en el prospecto tienen por qué aparecer y, de hecho, lo más habitual es que ninguno de ellos lo haga siempre que se cumpla adecuadamente con las pautas de administración marcadas por el veterinario.
No obstante, dentro de los efectos secundarios más frecuentes de los antibióticos para perros encontramos los siguientes:
- Alteraciones gastrointestinales: los fármacos pueden ocasionar diarreas o vómitos en el animal. Si estos síntomas son muy puntuales, no suelen implicar gravedad pero si no cesan tras unas horas del inicio del tratamiento, puede que sea necesario cambiar la medicación. Igualmente, algunos antibióticos pueden destruir bacterias beneficiosas que forman parte de la flora intestinal del perro y es por ello que muchos se recetan junto a protectores gástricos o probióticos.
- Reacciones alérgicas: aunque es muy poco frecuente, tras administrar a un perro un medicamento que nunca antes había tomado debemos vigilarlo por si llegara a manifestar alguna reacción de tipo alérgico. Estas alergias suelen manifestarse a nivel cutáneo (manchas, picores, escozor, etc.) o a nivel respiratorio (inflamación de la zona oral, dificultad para respirar, nerviosismo, etc.).
- Toxicidad: los comportamientos alterados, la letargia prolongada, la ataxia u otros tipos de alteraciones neurológicas suelen asociarse a efectos tóxicos, generalmente por una sobredosificación del producto en muchos casos. Igualmente, la administración incorrecta de fármacos puede dañar órganos como el hígado o el riñón, los principales implicados en su metabolismo y excreción.
Para prevenir cualquier tipo de efecto secundario, es necesario seguir las indicaciones del veterinario y evitar automedicar a los animales.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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