Babesiosis o piroplasmosis en perros - Síntomas y tratamiento

La babesiosis canina comprende un proceso infeccioso generalizado que afecta principalmente a los glóbulos rojos, y es causado por hematozoarios (protozoos que se aloja en las células sanguíneas) denominados Babesia canis y Babesia gibsoni.

La Babesia canis y la Babesia gibsoni son hematozoarios intracelulares de ciclo indirecto. Es decir, estos microorganismos no pueden desarrollar sus larvas en el medio exterior, por lo cual necesitan un hospedador intermediario para reproducirse. Por lo general, se alojan en el organismo de las garrapatas (sobre todo de la subespecie Rhipicefalus sanguineus), concentrándose en las glándulas salivares, en el intestino y en el ovario de estos ectoparásitos.

Cuando una garrapata infectada pica (o "muerde") a un perro, esta es la puerta de entrada de la babesia al organismo canino. La garrapata actúa como un vector que abriga y trasporta los hematozoarios que causan la babesiosis canina hasta el cuerpo de nuestros perros. Si bien las picaduras de garrapatas sean la principal forma de contagio de la babesia en perros, algunos animales también fueron infectados tras recibir trasfusiones de sangre de otros animales contaminados.

Cuando la babesia logra alcanzar la corriente sanguínea, se reproduce aceleradamente, afectando principalmente a los glóbulos rojos, pero también a los macrófagos. Entonces, los hematozoarios se encaminan a los tejidos del pulmón y del hígado, donde pueden provocar daños irreversibles e inclusive provocar la muerte del animal.

Tras ser picado por una garrapata infectada, el perro experimentará un período de incubación que suele durar entre 2 y 4 semanas. No obstante, los síntomas pueden hacerse perceptibles hasta 2 meses después de la picadura.

Por lo general, los primeros síntomas de la babesiosis en perros son poco específicos, como fiebre, cansancio y pérdida de apetito. En las 24 horas posteriores al desarrollo de estos primeros síntomas, la mayoría de los perros experimenta un repentino decaimiento generalizado de su cuadro de salud.

Según la evolución y la gravedad de los síntomas, la Medicina Veterinaria define 3 cuadros clínicos de babesiosis canina: el hiperagudo, el agudo y el crónico. A continuación, veremos los síntomas característicos de cada uno de ellos.

Síntomas de la babesiosis aguda

La babesiosis canina aguda es el cuadro clínico más frecuente, donde observamos la ruptura o destrucción de los glóbulos rojos (anemia hemolítica). Como consecuencia, aparecen los síntomas específicos de la fase aguda, que son:

• Anemia.
• Fiebre.
• Inflamación de los ganglios linfáticos (aumento del tamaño).
• Aumento de tamaño del bazo.

Cuando el cuadro agudo es provocado por la Babesia canis, también se pueden observar ictericia (las mucosas toman una coloración amarilla gracias al daño hepático) y presencia de sangre en la orina (hematuria).

Síntomas de la babesiosis hiperaguda

Se trata del cuadro clínico más preocupante de la babeosis en perros, ya que presenta una alta tasa de letalidad. La gravedad y rapidez de avance de sus síntomas hace con que el pronóstico sea poco favorable para la mayoría de los animales afectados.

La fase hiperaguda suele ser diagnosticada en los perros con una grave infestación de garrapatas o en animales inmunodeficientes (especialmente cachorros). Sus síntomas característicos son:

• Shock acompañado de hipotermia.
• Deficiente oxigenación de los tejidos (hipotexia tisular).
• Lesiones en la red vascular y en diversos tejidos del cuerpo (principalmente pulmones e hígado).

Síntomas de la babesiosis crónica

Este es el cuadro clínico menos habitual entre los perros y puede presentarse de forma asintomática en algunos casos. Es decir, hay perros que son portadores de la babesia, pero no presentan síntomas. No obstante, la babesiosis crónica suele caracterizarse por los siguientes síntomas:

• Fiebre intermitente.
• Anemia.
• Pérdida de peso.
• Vómitos y diarrea (por lo general, son poco frecuentes).
• Acumulación de líquidos en el abdomen (ascitis).
• Alteraciones en la visión y problemas oculares.
• Daños neurológicos (que pueden generar descoordinación y convulsiones).

Si observas que tu perro presenta alguno de los síntomas mencionados, no sudes en consultar rápidamente con tu veterinario de confianza. En la clínica, el profesional podrá solicitar los análisis necesarios para proceder con el diagnóstico y establecer un tratamiento adecuado para tu peludo.

Por lo general, el veterinario solicitará análisis de sangre y orina para constatar el estado de salud del animal, verificar si hay anemia y si el numero de plaquetas está reducido. No obstante, la serología (identificación de anticuerpos en la sangre) suele ser la mejor forma de confirmar la presencia de Babesia en el organismo.

Sin duda, la pregunta más habitual en estos casos es cómo curar la piroplasmosis en perros. Cuando se confirma el diagnóstico de babesiosis canina, el tratamiento especifico para cada animal dependerá de su cuadro clínico y estado general de salud. Muchas veces, el veterinario recomienda la hospitalización del paciente para observar su reacción al tratamiento.

Por lo general, la terapia básica consiste en el uso de fármacos para eliminar la babesia del organismo. La mayoría de los veterinarios optan por administrarlos por medio de inyecciones subcutáneas o intramusculares para potenciar el efecto del principio activo del medicamento. También existen tratamientos basados en el uso de antibióticos, pero suelen ser menos efectivos.

Los perros que presentan anemia severa deberán recibir transfusiones de sangre, además de requerir cuidados especiales con su alimentación. También, será esencial combatir las garrapatas para que el hematozoario no vuelva a ingresar en el organismo del perro.

La prevención de la babesia en perros es extremadamente necesaria para preservar la buena salud de nuestros mejores amigos. Como la principal forma de contagio se da por las picaduras de garrapatas, la mejor forma de prevenir la babeosis canina es respetar las desparasitaciones periódicas (internas y externas) de nuestros perros y emplear productos de buena calidad para combatir las garrapatas. Además, no debemos olvidar realizar visitas cada 6 meses al veterinario y mantener actualizado su calendario de vacunación.

Vacuna contra la piroplasmosis en perros

Existe una vacuna que permite generar inmunidad durante un mínimo de seis meses frente al parásito Babesia canis y que, además, puede utilizarse para aliviar los síntomas en caso de infección. Esta vacuna se administrar unas tres semanas después de la administración de las primeras vacunas del cachorro. De todas formas, debe ser el veterinario quien indique cuándo administrar la vacuna de la babesia y cada cuánto repetirla.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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