¿Cómo saber si mi perra necesita cesárea?
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El nacimiento de una camada de perritos es todo un acontecimiento que se espera con ansias. Durante el período de gestación, la futura madre necesita más atención y cuidados, aunque sin llegar a agobiarla. El parto, aunque genera nervios en la familia, es un proceso natural que la mayoría de las perras es capaz de afrontar si no hay complicaciones, trayendo al mundo una linda camada de cachorritos.
Sin embargo, tanto en la gestación como en el parto pueden presentarse complicaciones que requieran intervención humana, específicamente de un veterinario. Por eso te presentamos esta guía sobre cómo saber si tu perra necesita una cesárea.
Razas braquicéfalas
Algunas razas de perros suelen tener problemas durante la labor de parto, como el boston terrier y el bulldog francés e inglés. ¿La razón de esto? Se trata de especies braquicéfalas, es decir, el tamaño de la cabeza es considerablemente mayor al resto del cuerpo, por lo que es difícil que las crías atraviesen el canal de parto.
La necesidad de una cesárea para estas razas debe ser determinada por un veterinario a través de ecografías, en las cuales se puede apreciar si el tamaño de los cachorros traerá complicaciones durante el parto.
Anomalías en el cuerpo de la madre
En ocasiones, es posible que, sin importar la raza, las partes del cuerpo destinadas para dar a luz no tengan las mejores dimensiones para ello, como por ejemplo cuando el canal de parto de la perra es demasiado estrecho, lo cual tiene distintos motivos, o incluso malformaciones hereditarias en el útero.
De igual forma, durante el parto puede que se fracture el cuello uterino o la pelvis, requiriendo de una intervención quirúrgica inmediata. Así mismo, en cualquiera de los casos solo un veterinario podrá saber si la perra necesita cesárea mediante ecografías, por ello es fundamental acudir al especialista siempre que sea necesario.
Complicaciones con los cachorros
Algunos cachorros, sobre todo cuando la camada es poco numerosa, pueden alcanzar un tamaño superior al que el cuerpo de la madre es capaz de expulsar, por eso es tan importante monitorear el embarazado de tu perra. Detectar esto a tiempo es crucial para la vida del cachorro y la madre, pues no podrá nacer por parto natural. Además, también es posible que los cachorros estén mal ubicados en el útero, haciendo que sea peligroso un nacimiento natural, ya que se atascarían o se ahorcarían con el cordón umbilical.
Por si fuera poco, un cachorro con cualquier tipo de malformación que afecte a sus proporciones normales requiere de una cesárea.
Problemas en el momento del parto
Es posible que en el momento del parto se presenten dificultades que no pudieron ser previstas en las ecografías y los controles veterinarios. Si es tu caso, a continuación mostramos las más comunes para que descubras cómo saber si tu perra necesita una cesárea:
Sufrimiento fetal
Recibe este nombre cualquier daño que pueda sufrir el feto durante la labor de parto, comprometiendo la vida de los cachorros. Se evidencia en secreciones inusuales de color oscuro o rojo.
Distocia
Ocurre cuando la labor de parto no se desarrolla con normalidad, pues las contracciones son pocas e infructuosas, por lo que la musculatura involucrada en el proceso se agota excesivamente. Entre los signos se encuentran contracciones espaciadas entre sí o frecuentes pero sin resultado, además de expulsión de líquido verdoso, cansancio extremo, deshidratación o hipoglucemia, entre otros.
Si los cachorros no pueden ser expulsados, se denomina distocia obstructiva. Puede ocurrir que algunos sean dados a luz y otros no, o que ninguno nazca de forma natural. Esta condición se relaciona directamente con la inercia uterina.
Inercia uterina
Se trata de una condición en la cual, aunque ya se han dado otros signos que indican el inicio del parto, nunca se producen las contracciones, pues el cuerpo no responde a la estimulación que dan los fetos para salir. Este es el caso de la inercia primaria. En la inercia secundaria pueden llegar a nacer algunos cachorros, quedándose otros en el útero.
Cualquiera de estos casos requiere atención veterinaria inmediata y la aplicación de una cesárea.
Nerviosismo
Por instinto, muchas perras sabrán qué hacer durante el parto, cómo contribuir a su propia recuperación y cómo atender a los cachorros recién nacidos. Sin embargo, una perra demasiado mimada y sobreprotegida puede ponerse muy nerviosa durante la gestación, por lo que no está de más consultar con el veterinario si recomienda una cesárea para evitar complicaciones.
Influye, además, si a ti también te cuesta controlar la ansiedad que te produce el inminente parto. Recuerda que los perros son muy sensibles a las emociones y es fácil transmitirles nuestros estados de ánimo.
Cuidados después de la cesárea
Si tras repasar las distintas causas que te pueden llevar a saber si tu perra necesita una cesárea sospechas que, efectivamente, será necesario llevar a cabo la intervención, también debes saber que tendrás que dedicar tiempo a sus cuidados. Después de la cirugía el veterinario determinará cuándo puede volver a casa la recién madre y sus cachorritos, así como si la herida le permite amamantar a los pequeños o debes ser tú quien lleve a cabo esta tarea.
Una vez en el hogar, deberás curar la herida de la cesárea todos los días, con yodo o povidona, y aplicar una crema cicatrizante indicada por el especialista. Detallamos todos los cuidados de la perra después de una cesárea en este artículo, ¡no te lo pierdas!
Por otro lado, ahora que conoces los problemas del parto más comunes en perras, ten presente que puedes evitar que vuelva a pasar por esta situación esterilizándola siguiendo los consejos del veterinario.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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