Enfermedades que transmiten las garrapatas
Las garrapatas son los artrópodos que más bacterias, virus y parásitos pueden vehicular a las personas y los animales. Además, también pueden transmitir toxinas paralizantes a través de su saliva tras una picadura. Es muy importante la desparasitación recurrente de nuestros perros y gatos, ya que también pueden transmitir enfermedades zoonóticas que pueden pasar a las personas. Igualmente, se debe tener presente el riesgo que tiene estar cerca de ellas, principalmente en los meses favorables del año, puesto que nuestros animales pueden desarrollar una reacción alérgica a su picadura.
¿Tienes curiosidad por la cantidad de enfermedades que pueden transmitir las garrapatas? En este artículo de ExpertoAnimal trataremos las enfermedades infecciosas que transmiten estos parásitos externos a nuestros queridos perros y gatos, así como las que nos pueden transmitir a las personas.
¿Por qué las garrapatas pueden transmitir enfermedades?
Las garrapatas, además de ser los ácaros de mayor tamaño, son parásitos externos hematófogos que se alimentan de sangre de los animales y de las personas, y es precisamente cuando se están alimentando que pueden transmitir los patógenos causantes de las enfermedades, así como también pueden liberar con su saliva una potente toxina paralizante que produce relajación muscular ascendente sin fiebre, dolor, agotamiento y dificultad para respirar. Esto último ocurre en gatos, perros y niños principalmente.
Enfermedades que transmiten las garrapatas a las personas
Las enfermedades que transmiten las garrapatas a las personas pueden ser más o menos graves, por ello es importante conocerlas, aprender a identificarlas, acudir al médico lo antes posible y mantener a nuestros animales desparasitados.
Ricketsiosis
Las rickettsias son unas bacterias que actúan como parásitos intracelulares obligados. Las transmitidas por garrapatas pertenecen al grupo de las fiebres manchadas que tienden a producir síntomas similares por su tropismo de vasos sanguíneos:
- Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas: causada por Rickettsia rickettsii, se caracteriza por fiebre, malestar, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, hiperemia (rojez) conjuntival y por una erupción maculopapulosa en las extremidades que se propaga rápidamente a gran parte del cuerpo. Es una enfermedad propia de Estados Unidos y América Central y del Sur.
- Fiebre botonosa mediterránea: el agente causal es Rickettsia conorii y la garrapata del perro (Rhipicephalus sanguineus) es el principal vector de la enfermedad, caracterizada por fiebre elevada, malestar, formación de una pápula que se convierte en una zona necrótica negruzca indolora y solo ocasionalmente causa picor. Normalmente cura sin secuelas, pero a veces produce formas graves y muerte hasta en el 2,5 % de los infectados.
- Fiebre por picadura de garrapata africana: causada por Rickettsia africae, es generalmente leve, con escasa tendencia a presentar complicaciones y erupción cutánea menor que las enfermedades comentadas anteriormente.
- Debonel o tibola: se trata de una enfermedad emergente en Europa que puede ser causada por Rickettsia slovaca, R. raoultii o R. rioja. Es transmitida por garrapatas del género Dermacentor, caracterizándose por la presencia de una escara necrótica en la piel del cuero cabelludo, acompañada de linfadenopatías dolorosas en la zona cervical.
Borreliosis
También llamada enfermedad de Lyme, es la enfermedad infecciosa transmitida por garrapatas más común en Estados Unidos y Europa, vehiculada por la garrapata Ixodes ricinus, que está infectada por la espiroqueta Borrelia burgdorferi. El principal síntoma es un eritema migratorio que comienza como una pápula roja que se va extendiendo acompañado de malestar, rigidez de la nuca, fiebre y linfoadenopatía. Según avanza la enfermedad, se producen más eritemas migratorios, meningoencefalitis, miocarditis y taquicardias. Se pueden producir ataques de artritis de las grandes articulaciones durante varios años.
Babesiosis
Causada en personas por Babesia duncani, B. divergens y B. microti, que infectan los glóbulos rojos. Aunque suele causar síntomas leves, se pueden dar dolores musculares, fatiga por anemia hemolítica (debida a la ruptura de los glóbulos rojos por las babesias), ictericia, aumento del hígado y del bazo, dolores musculares, nauseas y vómitos e inestabilidad emocional.
Fiebre por garrapatas del Colorado
El agente causal en este caso es un virus transmitido principalmente por Dermacentor andersoni (garrapata de las montañas rocosas). Cualquier persona puede contraer la enfermedad si se encuentra en áreas del oeste de los Estados Unidos y Canadá a elevaciones superiores a los 5000 pies en las montañas rocosas. Los síntomas principales son fiebre, vómitos, náuseas, dolor de cabeza y de ojos, letargo y sensibilidad a la luz.
Tularemia
Las garrapatas pueden transmitir su agente causal, Francisella tularensis, una bacteria muy resistente en el ambiente. La tularemia puede ser de varios tipos: glandular, ulceroglandular, oculoglandular, orofaríngea, pulmonar o tifoidea. En caso de transmitirse por picadura de estos vectores, se produce una úlcera en la zona del picotazo con dolor de los nódulos linfáticos, fiebre, dolor de cabeza y agotamiento.
Encefalitis causada por garrapatas
Se trata de una enfermedad nerviosa de origen vírico, causada por un flavivirus transmitido mediante las garrapatas Ixodes ricinus, produciendo meningitis, encefalitis, meningoencefalitis o meningoencefalorradiculitis, que pueden producir secuelas en gran parte de los infectados.
Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo
Afecta a más de 30 países de África, Oriente Medio, Asia y Europa Occidental, con una incidencia creciente en los últimos años en Europa. Es causada por un nairovirus y transmitida por garrapatas del género Hyalomma. Los síntomas son fiebre, dolor muscular, de cabeza, rigidez de cuello, irritación de los ojos e hipersensibilidad a la luz, depresión, pequeñas hemorragias en boca, garganta y piel que pueden dar paso a mayores hemorragias.
Anaplasmosis y Ehrlichiosis
La anaplasmosis es una enfermedad transmitida por Ixodes ricinus y producida por Anaplasma phagocytophilum y la ehrlichiosis es provocada por las bacteria Ehrlichia y transmitida por la garrapata estrella solitaria (Amblyomma americanum). Ambas enfermedades producen síntomas similares: fiebre, escalofríos, dolores musculares, debilidad, dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos; pudiendo llegar a causar una coagulación generalizada de la sangre (coagulación intravascular diseminada), daño orgánico, convulsiones y coma. Las ehrlichiosis también pueden causar erupciones en torso, piernas y brazos.
Enfermedades que transmiten las garrapatas a perros y gatos
Muchas de las enfermedades anteriormente mencionadas son consideradas zoonosis, lo que significa que pueden ser transmitidas de perros y gatos a personas. Así pues, las enfermedades que transmiten las garrapatas no necesariamente han de llegar a las personas mediante su picadura directa. Veamos, a continuación, las enfermedades que afectan a perros y gatos:
Erhlichiosis canina
Causada por Erhlichia canis y transmitida por la garrapata Rhipicephalus sanguineus. Se trata de una bacteria que afecta a las células blancas del sistema inmunitario canino, en concreto a los monocitos y linfocitos. En la fase aguda se produce fiebre, anorexia, depresión, linfadenopatía y aumento del tamaño del bazo, hemorragias, uveítis, vómitos, cojeras o dolor por poliartritis, alteraciones de la marcha y dificultad respiratoria.
A veces, la enfermedad deriva a una forma crónica en la que disminuyen las células que se producen en la médula ósea (pancitopenia). En otros casos, la enfermedad produce una forma más grave con peor pronóstico donde aparecen síntomas como debilidad, depresión, palidez de las mucosas, edemas, fallo renal y/o hepático y signos neurológicos.
Anaplasmosis
Son dos los tipos de anaplasma que pueden desarrollar anaplasmosis en perros y gatos:
- Transmitida por Ixodes ricinus, Anaplasma phagocytophilum causa daño en glóbulos blancos y aparece fiebre, dolor articular y muscular por la artritis que produce en nuestros gatos y perros.
- Anaplasma platys (trombocitopenia infecciosa canina), transmitida por la garrapata Rhipicephalus sanguineus, afecta a las plaquetas caninas produciendo una bajada en su recuento total y dando como resultado hemorragias de diferentes tamaños y localizaciones.
Enfermedad de Lyme
Ocurre, igual que en los seres humanos, por la bacteria Borrelia burgdorferi y el vector Ixodes ricinus e Ixodes scapularis, pudiendo producir fiebre, cojeras intermitentes, artritis y, en casos más graves, daño en riñones por glomerulonefritis inmunomediada, arritmias o alteraciones nerviosas.
Babesiosis
Esta enfermedad que transmiten las garrapatas a los perros y gatos está causada por protozoos del género Babesia: B canis (transmitida por Dermacentor reticulatus), B. Rossi, B. vogeli (transmitida por Rhipicephalus sanguineus), B. bigemina, B. gibsoni (transmitida por Rhipicephalus sanguineus), B. conradae, B. microti-like (transmitida por Ixodes hexagonus). Se trata de un parásito que, como en las personas, ataca los glóbulos rojos caninos provocando síntomas derivados de la hemólisis o rotura de los mismos: debilidad, anemia, ictericia, fiebre, anorexia, mucosas pálidas, linfadenopatía, aumento del bazo y descenso del numero de plaquetas que pueden derivar en complicaciones más graves como insuficiencia renal aguda, daño en hígado, coagulación intravascular diseminada y fallo multiorgánico. En gatos puede producir letargia, anorexia, debilidad y diarrea.
También pueden transmitir unos gusanos redondos parásitos llamados filarias: Dipetalonema dracunculoides (afecta al peritoneo), Dipetalonema reconditum y Acanthocheilonema grassii (afectan a las fascias musculares), pero la mayoría de los perros y gatos no presentan síntomas.
Anemia infecciosa felina
Está causada por pequeñas bacterias asentadas en el borde de los glóbulos rojos: Mycoplasma haemofelis o Candidatus Mycoplasma haemominutum, Candidatus Mycoplasma turicensis y Candidatus Mycoplasma haematoparvum. Pueden producir de anemia subclínica a severa dependiendo del mycoplasma que afecte a nuestro felino, de manera que Mycoplasma haemofelis es la más patógena, capaz de producir anemia severa con gran descenso del hematocrito (o volumen de glóbulos rojos que hay en el total de sangre del organismo), dejando a los gatos deprimidos, anoréxicos, con aumento del tamaño del bazo y del hígado, fiebre y aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria.
También puede afectar a perros (Mycoplasma haemocanis y Candidatus Mycoplasma haematoparvum), pero en menor medida y solamente producen sintomatología si se les ha extraído el bazo o se encuentran en constante estrés.
Hepatozoonosis
Hepatozoon canis y Hepatozoon americanum afectan solamente al perro, transmitida por la ingestión de la garrapata Rhipicephalus sanguineus. En la mayoría de casos es leve o subclínica, observándose fiebre, anemia o emaciación en animales jóvenes o inmunocomprometidos. Muchos perros presentan también descarga óculo-nasal purulenta, rigidez muscular y, cuando están afectados por Hepatozoon americanum, dolor de extremidades y zona lumbar. Cuando la infección es crónica, puede depositarse sustancia amiloide renal, causando glomerulonefritis. Los gatos pueden verse afectados por otros tipos de hepatozoon con infección subclínica.
Bartonelosis
Bartonella henselae afecta a los gatos, se transmite a través de las pulgas, pero se cree también que por garrapatas. Es la causante de la "enfermedad del arañazo del gato" en las personas. Los gatos generalmente presentan infecciones subclínicas, pero en algunos casos presentan fiebre, nefritis, miocarditis, alteraciones neurológicas, dolores musculares o alteraciones reproductivas.
Encefalitis vírica
Virosis causada por un flavivirus descrita en el grupo de enfermedades humanas, que también puede afectar a nuestros perros y gatos en los que produce fiebre y signos neurológicos.
Fiebre botonosa mediterránea
Rickettsia ricketsii es endémica en América, mientras que en España se transmiten R. conorii y R. slovaca, dando infección leve acompañada en ocasiones por letargia. R. ricketsii puede producir signos clínicos agudos en el perro, que está más predispuesto a la infección que los gatos, produciendo fiebre, anorexia, linfadenopatía, poliartritis, tos, dolor abdominal, vómitos, diarreas y edemas en extremidades. En casos graves aparecen hemorragias en mucosas.
Citauxzoonosis
C.felis, protozoo de la familia Theileriidae que afecta a los felinos, causa sintomatología solamente a los gatos domésticos, produciendo un cuadro agudo de deshidratación, ictericia, fiebre, anorexia y letargia con alta mortalidad.
Tularemia
Afecta más los gatos que los perros por la transmisión de la bacteria causante de la enfermedad (Francisella tularensis). Es una enfermedad poco común, los perros de caza o de zonas rurales menos controlados pueden verse afectados con fiebre, anorexia, dolores musculares, descargas nasales y oculares y, ocasionalmente, abscesos en el punto de infección. Los gatos manifiestan fiebre, anorexia, apatía y úlceras en lengua y paladar.
¿Cómo evitar las enfermedades transmitidas por garrapatas?
Dada la gravedad de muchas de las enfermedades transmitidas por garrapatas, tanto a animales como a personas, es fundamental llevar a cabo un buen plan de prevención. Así, recomendamos:
- Evitar las zonas de bosque o con hierba alta, sobre todo desde la primavera hasta el otoño, que son las épocas en las que estos parásitos proliferan. Es recomendable, en caso de visitar estas zonas, vestir de ropa blanca y larga, ya que así podemos ver mejor si tenemos alguna garrapata.
- Examinar a nuestros perros y gatos en busca de garrapatas, así como su correcta desparasitación en el centro veterinario. Consulta Cada cuánto desparasitar a un perro y no te pierdas el vídeo que dejamos a continuación sobre la desparasitación en gatos.
- Usar repelentes de insectos como el DEET o permetrina al 0,5 %.
- Extraer de las garrapatas de nuestro cuerpo o el de nuestros animales de manera correcta con pinzas, es decir, tirando de ella lo más cerca de la piel posible y hacia fuera, haciendo presión constante para retirarla totalmente y que no quede la cabeza dentro de la piel. En caso de duda, es preferible acudir a un centro veterinario o médico.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- A. Agut, F. Clemente, S. Díaz, A. Lloret, A. Luján, C. Noli, J. Pastor, V. Salazar, M. D. Tabar. (2017). Manual Clínico de Medicina Interna de pequeños animales II. ESVPS, 5M Publishing.
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