Hepatitis infecciosa canina - Síntomas y tratamiento
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La hepatitis infecciosa canina es una enfermedad vírica muy contagiosa. Por suerte, es infrecuente gracias a que existe una vacuna que previene su desarrollo. Así, la extensión del calendario de vacunación ha hecho posible la reducción del número de casos a día de hoy.
Pero, por si desconocemos el estado inmunitario del perro, en este artículo de ExpertoAnimal vamos a describir los síntomas que produce esta patología, por si sospechamos que nuestro compañero puede padecerla. También repasaremos cuál es el tratamiento de elección que podrá prescribir el veterinario.
¿Qué es la hepatitis infecciosa canina?
Esta enfermedad vírica afectará casi en exclusiva a perros no vacunados. Además, la mayoría de enfermos son cachorros que cuentan con menos de un año de vida. La hepatitis infecciosa canina está causada por un virus denominado adenovirus canino tipo 1.
Cuando el virus entra en contacto con el perro se reproduce en sus tejidos y es excretado en todas sus secreciones corporales. Así, a través de la orina, las heces o la saliva de los perros enfermos, es la forma en la que se puede contagiar la hepatitis infecciosa a otros perros.
Es una enfermedad que afecta al hígado, como indica su nombre, pero, también, a los riñones y a los vasos sanguíneos. El cuadro clínico que muestre el perro puede ser el derivado de una infección leve, pero este suele evolucionar con rapidez a una infección mucho más grave. Las consecuencias pueden ser fatales.
Síntomas de hepatitis infecciosa canina
La sintomatología de la hepatitis infecciosa canina va a depender de la gravedad con la que el virus ataque al perro. Cuando se trata de un curso leve es posible que los únicos síntomas sean una disminución del apetito y una apatía o reducción de su actividad normal. Si la infección es aguda, distinguiremos signos clínicos como los siguientes:
- Fiebre elevada
- Anorexia
- Diarrea con sangre
- Vómitos de sangre
- Fotofobia (intolerancia a la luz)
- Lagrimeo
- Inflamación de las amígdalas
También es posible observar el abdomen encogido debido al dolor que produce la inflamación del hígado, hemorragias espontáneas que observaremos en las encías o en la piel de zonas sin pelo e ictericia, es decir, coloración amarillenta de piel y mucosas.
Pero además, en los perros que se recuperan puede quedar lo que se denomina ojo azul o queratitis intersticial, que es una especie de nube sobre la córnea. Afecta a uno o a los dos ojos y normalmente desaparece de forma espontánea en el transcurso de unos días.
Hay un cuadro clínico que se considera mortal caracterizado por síntomas repentinos que incluyen diarrea con sangre, colapso y muerte en cuestión de horas. Si el perro tiene muy corta edad puede morir de manera súbita, sin que le dé tiempo a presentar ningún síntoma. Recordemos la importancia de la vacunación, sobre todo en cachorros, para evitar esta y otras graves enfermedades.
Tratamiento de la hepatitis infecciosa canina
Si los síntomas que presenta nuestro perro son compatibles con la hepatitis infecciosa canina, el veterinario puede confirmar el diagnóstico realizando pruebas de laboratorio destinadas a aislar al virus, es decir, a detectarlo en muestras tomadas al perro. En general, va a ser necesario su ingresar en la clínica para recibir un tratamiento intensivo.
Este, básicamente, será de soporte, ya que no hay ningún fármaco concreto que pueda eliminar el virus. Así, el tratamiento está orientado a mantener al perro lo mejor posible, esperando a que su propio sistema inmunitario sea capaz de vencer al virus. Se utilizan antibióticos para evitar infecciones bacterianas secundarias y medicamentos para tratar los síntomas presentes. El perro se mantiene en reposo y se vigila su alimentación.
Desgraciadamente, muchos fallecen incluso cuando reciben unos buenos cuidados. Nuevamente insistimos en la importancia de la prevención.
Prevención de la hepatitis infecciosa canina
Además de, por supuesto, vacunar y revacunar a nuestro perro siguiendo las pautas recomendadas por el veterinario, debemos mantener al perro enfermo aislado de otros para evitar contagios. Tenemos que saber que un perro que consigue recuperarse de una hepatitis infecciosa va a seguir siendo infectivo para otros hasta 6-9 meses, ya que el virus se sigue excretando en la orina y permanece en el entorno. Es recomendable, también, cambiarse de ropa tras manipular al perro enfermo y desinfectar el ambiente de manera adecuada.
La prevención de esta enfermedad debe orientarse a proteger a los perros, ya que este virus no puede afectar a las personas. No tiene nada que ver con la hepatitis que estas pueden padecer. La protección contra esta infección suele incluirse en la vacuna tetravalente, cuya primera dosis se administra a cachorros de unas ocho semanas de edad.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.