¿Los insectos tienen cerebro?

Los insectos sí tienen cerebro, de hecho, poseen un complejo sistema nervioso, que aunque es diferente al de los animales vertebrados, el mismo está formado por una red de células especializadas que le permiten recibir y procesar toda la información que recibe del medio.

La información es procesada en los insectos tanto por el sistema nervioso, como por el endocrino, es decir, el hormonal. Sin embargo, el primero tiene una respuesta mucho más rápida que el segundo, de modo que las respuestas celulares ocurren primero por acciones eléctricas que químicas, además, que el nervioso regular al endocrino.

¿Hay insectos sin cerebro?

Existen diversos animales sin cerebro, por ejemplo, estrellas de mar, lombrices de tierra, medusas, corales, lirios de mar, entre otros. Sin embargo, no hay insectos sin cerebro. En el caso de estos animales, a pesar de sus pequeños tamaños y aunque difieren significativamente de animales como los vertebrados, su sistema nervioso consiste en varias estructuras, entre ellas un cerebro.

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El sistema nervioso de los insectos tiene una estructura central, la cual está formada por una serie ganglionar, que se unen a múltiples nervios, conectados a su vez a diversas secciones del cuerpo. En la cabeza de los insectos hay tres ganglios principales, denominados comúnmente como protocerebrum, deutocerebrum y tritocerebrum; estos tres se unen o fusionan para formar el cerebro de los insectos.

Los demás ganglios de un insecto se ubican por debajo del sistema digestivo o alimentario del animal, el cual está adyacente a la región ventral del cuerpo. Por otra parte, lo que sería el encéfalo, se conecta a través de ganglios pares a un ganglio subesofágico, el cual también está unido a otros ganglios torácicos y abdominales.

Es común en diversas especies de insectos, que los ganglios que se encuentran solos, se fusionen con otros. También en algunas especies, los ganglios ubicados en el cerebro, a nivel toráxico y abdominal constituyan una sola masa fusionada.

Los ganglios en los insectos, poseen un grupo de células nerviosas que lo bordean, además de una masa fibrosa de nervios y una zona central que usualmente en neuroanatomía se conoce como neuropilo, el cual consiste en un entramado de conexiones nerviosas.

Por otro lado, en este sistema, encontramos dos tipos de células nerviosas, las motoras, que son de mayor tamaño, e intervienen en las respuestas principales relacionadas con la contracción del sistema muscular. El otro tipo de neuronas son las de asociación, de menor tamaño y las cuales intervienen en otros procesos del cuerpo del insecto.

Los insectos también tienen diversos sentidos altamente desarrollados, los cuales están vinculados con el sistema nervioso. Estos órganos sensoriales se ubican por debajo de la cutícula, en la periferia del cuerpo, y están constituidos por las neuronas sensoriales. Estas últimas, pueden estar de forma individual o como un grupo celular.

A su vez, las neuronas sensoriales se unen a otra estructura, también de tipo sensorial, conocida como sensillum. Está constituida por las sensilas, que son especies de pelos modificados, que pueden o no sobresalir del exoesqueleto, y reciben estímulos específicos vinculados con el tacto, olfato, temperatura o el gusto. Los sensillum se distribuyen por todo el cuerpo, pero están especialmente en antenas y palpos.

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Imagen: Wikipedia

Como hemos visto, a pesar de lo pequeños que suelen ser los insectos, su sistema nervioso es complejo. Los mensajeros químicos aunque son efectivos, no tienen la misma rapidez que las señales eléctricas.

La estructura nerviosa de los insectos, que se compone además de una diversidad de neuronas, funciona procesando la información recibida de la excitación cuando ocurre un estímulo, y esto es posible por el potencial eléctrico que tiene las dendritas que conforman a las neuronas. Además, así como ocurre en los vertebrados, en los invertebrados, incluyendo a los insectos, intervienen diversos neurotransmisores y neuromoduladores.

Una vez que el insecto recibe el estímulo del medio, se activa el sistema nervioso, de modo que, la conexión sináptica, es activada por los neurotransmisores. El sistema nervioso central se conecta con el periférico para emitir el tipo de respuesta, ya sea, por ejemplo, a nivel muscular, química o sensorial.

En este sentido, el cerebro de los insectos funciona como un todo integrado con el resto de estructuras nerviosas, de manera que, el insecto recibe el estímulo, el mismo es procesado y se genera la respuesta específica. Aunque parezca algo sencillo, realmente es un proceso muy complejo.

En resumen, podemos mencionarte el que el sistema nervioso central del insecto está formado por el cerebro, nervios y ganglios, conectados a su vez por medio de neuronas hacia el sistema nervioso periférico. Por su parte, el sistema central controla los procesos fisiológicos sensoriales y motores; mientras que el periférico, que está formado por diversas neuronas de tipo motoras, las cuales se conectan entre los ganglios del sistema central hasta músculos, controla el movimiento de estos. Además, como también, se extiende por medio de neuronas hasta el sistema digestivo, endocrino, respiratorio y reproductivo, tiene influencia sobre estos.

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