¿Los insectos tienen corazón?

Todos los insectos tienen un sistema circulatorio el cual, como otros componentes de estos animales, es indispensable para la vida. El sistema circulatorio de estos artrópodos es de tipo abierto, debido a que el fluido que se transporta llega directamente a las diversas partes o cavidades del cuerpo, y no a través de venas o arterias como ocurre comúnmente en los animales vertebrados.

El fluido circulatorio de los insectos no es realmente sangre, se conoce como hemolinfa, la cual se caracteriza por no poseer eritrocitos, contener una gran cantidad de aminoácidos libres, no tener la función de transportar el oxígeno dentro del cuerpo y ayudar en la expansión de animal cuando el insecto está en el proceso de metamorfosis. Básicamente, funciona como un fluido hidráulico.

En este sentido, tenemos que el sistema circulatorio de los insectos consta de varios órganos. Veamos a continuación cuales son los principales:

• Vaso dorsal: este es el único órgano cerrado del sistema circulatorio en los insectos, el cual se extiende desde la parte posterior del cuerpo, pasa por el tórax y llega a la cabeza. Está dividido en dos secciones: el corazón y a la aorta.
• Corazón: tienen la función de bombeo de la hemolinfa, forma parte de la estructura del vaso dorsal y se ubica en la zona abdominal de los insectos.
• Aorta: es el vaso conductor de la hemolinfa en los insectos. Está extendida hacia la parte delantera del cuerpo, pasando por el tórax, hasta la cabeza del animal.

Como hemos podido notar, los insectos sí tienen corazón. Aunque su forma es diferente a la de otros animales, cumple con una función similar. Es así, como la hemolinfa se bombea por movimientos peristálticos, es decir, de contracción y relajación, desde la región posterior del cuerpo hacia la zona delantera y los lados.

Todo el proceso de circulación en los insectos ocurre a través del tubo o vaso dorsal, de modo que el fluido atraviesa varias válvulas, las cuales tienen unas aberturas a cada lado que se conocen como ostia, hasta llegar a la aorta, que es una estructura más simple. Finalmente, la hemolinfa es descargada hasta la cabeza. También hay unas bombas adicionales que llevan hemolinfa a las alas, antenas y patas, ya que estas partes del cuerpo también requieren ser irrigadas.

¿Todos los insectos tienen corazón?

Sí, efectivamente todos los insectos tienen corazón. Este es un órgano indispensable para la vida de estos animales, ya que bombea la hemolinfa para que llegue a todo el cuerpo. Esto es vital, porque la hemolinfa transporta nutrientes, hormonas, interviene en la respuesta inmune en los insectos, ayuda a la cicatrización de las heridas y también es importante para la metamorfosis. Así que los insectos no solo tienen corazón, sino que es vital para estos animales.

Existen animales con más de un corazón, como es el caso de los pulpos, que son peculiares porque tienen tres corazones, de los cuales uno se denomina sistémico y los otros dos branquiales. No obstante, a pesar que tanto los insectos como los pulpos son animales invertebrados, entre las diversas diferencias que tienen, encontramos el número de corazones, ya que los insectos tienen un solo corazón.

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Como te hemos mencionado, otra de las características de los insectos tienen una estructura conocida como vaso dorsal, que forma parte de su sistema circulatorio y se extiende desde de manera longitudinal por el tórax y abdomen, en la pared dorsal del animal. Generalmente, este vaso dorsal está formado por un tejido membranoso frágil.

La zona del vaso dorsal que se ubica a nivel del abdomen se denomina corazón, de modo que, el corazón de los insectos tiene una forma alargada, divido o segmentado en diferentes cámaras, en las cuales se ubican las válvulas que aseguran el flujo en un sola dirección de la hemolinfa.

El corazón de los insectos también está provisto de unas estructuras similares a músculos, que se ubican en las paredes de las cámaras, y son las que realizan el movimiento peristáltico para que la hemolinfa pueda fluir. Según el tipo de insecto, el corazón se contrae en ritmos diferentes, pudiéndolo hacer desde unos 30 hasta 200 latidos por minuto. Usualmente hay una relación direccional entre la temperatura ambiental y los latidos del corazón de los insectos, es decir, si la temperatura aumenta, los latidos también lo hacen y viceversa.

Por otro lado, el corazón de los insectos se ubica desde la zona abdominal hacia la parte trasera. Frente a este, se une la aorta que tiene una estructura más simple, siendo un tubo sin válvulas o tejido muscular y se extiende hasta la cabeza.

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